NBA 2017/18

Manu y su triple invisible: "Una vez que entra así, ¿cómo no lo van a contar?"

08:47 03/01/2018 | Ninguno de los tres árbitros convalidó en primera instancia el triple de Manu, que en realidad había sido un pase a LaMarcus Aldridge. Irreal secuencia.

Emanuel Ginóbili volvió a jugar un gran partido y a ser determinante para San Antonio Spurs, ni más ni menos que en el mítico Madison Square Garden de New York. El Pibe de 40 jugó 23 minutos y aportó 12 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 1 robo, en el triunfo 100-91 sobre los Knicks de Porzingis (estuvo bien anulado por la defensa de San Antonio, sobre todo de Bertans). Además fue el protagonista del momento más inverosímil de la noche, cuando un pase suyo se metió directamente en el aro y no fue contabilizado en un principio.

La figura volvió a ser LaMarcus Aldridge como consecuencia de sus 29 puntos y 6 rebotes. De esta manera, los dirigidos por Gregg Popovich incrementaron su récord a un 26-12 y aprovecharon el mal momento de Houston para acercarse a 2.5 juegos de la segunda posición de la conferencia Oeste. Luego del partido, Manu Ginóbili habló con la prensa y los colegas de Reloj de 24 recapitular sus conceptos de la siguiente manera.

La asistencia que terminó en triple: "Estuve trabajando en ese tiro por un montón de tiempo, pero no me había animado a tirarlo (risas). La verdad que fue rarísimo, lo vi a LaMarcus defendido adelante y se la quise tirar rápido a él, porque hace un tiempo que estaba en la pintura. Y bueno, indudablemente me salió un poco más fuerte, pero entró de una manera que fue una belleza. Cuando veo que entró, que ellos salieron tan rápido y nadie marcó triple, me volví loco. Una vez que entra una pelota así, ¿cómo no la van a contar? Después miré el banco, porque por un momento pensé que yo estaba equivocado, y cuando vi que estaban volviéndose locos entonces sí trate de llamar la atención de los árbitros para que hicieran algo. No sé qué, pero algo tenían que hacer, porque yo me había dado cuenta que había entrado. Ninguno de los tres lo vio, rarísimo. En ese momento pensé que no lo iban a poder ver, pero al final lo hicieron: todos habíamos dejado en claro que era un triple y ellos lo aseguraron también cuando lo vieron".

¿Tiene algo especial jugar en el Madison?: "No tanto, ya son muchos años y muchos partidos. Por ahí si se jugara una final, sí sería especial. Igualmente el hecho de que hayan venido tantos argentinos apoyando y haciendo un gran esfuerzo para venir a ver el juego, lo hace un poco distinto. Pero es como cuando voy a Miami, a Orlando, Houston tal vez, y algunas otras ciudades en las que hay muchos argentinos. El Madison, como edificio en sí, es algo particular, pero no cambia mucho".

También se refirió a su actualidad desde el punto de vista físico: "La verdad que no sé si estoy jugando menos o no, me parecen un montón los minutos que estoy jugando (risas). Pensé que iba a jugar menos, pero la situación de Leonard hizo que se tuviera que improvisar un poco. Encima Danny Green también estuvo bastante mal en las últimas semanas, lo que provocó que tuviera que jugar algunos partidos más minutos. No obstante, la realidad es que me siento bien, está claro que me siento lento, pero no tengo dolores. Termino un partido y sí estoy cansado, agitado, pero no me duele nada: no tengo que ponerme hielo en ningún lado, no tengo que hacer ningún tratamiento. Estoy bien, así que disfruto esa sensación. Todavía me gusta jugar al básquet, que es lo fundamental".

 

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