San Antonio no pudo sostenerse ante el poderío de Golden State y no pudo salir exitoso de una misión muy complicada como lo era intentar vencer a los actuales campeones de la NBA. Los Spurs mostraron cosas importantes de a ratos, pero terminaron cayendo por un claro 112-92 y de esta forma sumaron su cuarta derrota de forma consecutiva. El pozo se hace más profundo, en un equipo que siente y mucho las diferentes ausencias que está teniendo dentro de su plantel por lesión (no estuvieron ni Leonard, ni Parker, ni Lauvergne).
Manu Ginóbili tuvo un partido donde registró 6 puntos (1/4 en dobles, 1/2 en triples y 1/2 en libres) y 2 rebotes en 18 minutos. El escolta bahiense volvió a ver minutos después de haber tenido descanso en el último juego, 5 de esos 6 tantos los convirtió en el primer cuarto pero su actuación no fue suficiente para cambiar la suerte adversa de unos texanos que por momentos están muy por debajo de su nivel. Claramente, necesitan estar completos lo antes posible.
Lo mejor de San Antonio pasó por LaMarcus Aldridge, inspirado en el mejor momento de los Spurs y terminando con 24 puntos y 10 rebotes. Kyle Anderson colaboró con 16 unidades, mientras que Pau Gasol sumó 11 tantos. Por su parte, en los Warriors el brillo pasó por su cuarteto estelar: Klay Thompson (27 puntos), Kevin Durant (24 unidades, 8 rebotes y 5 asistencias), Stephen Curry (21 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias) y Draymond Green (16 tantos, 5 rebotes y 7 asistencias).
Los Spurs arrancaron bien y con un parcial 30 a 12 que pareció desencajar a unos Warriors molestos. Sin embargo, los de Steve Kerr empezaron a aparecer tras ese cachetazo y con el tándem Curry-Thompson. Aldridge fue gran responsable en ese inicio de los Spurs, ya que tras el primer cuarto con ventaja de 33-24 el interno fue responsable de 11 de aquellos 33 tantos. En el medio Curry sufrió una torcedura en su rodilla y debió salir momentáneamente, pero volvió y siguió siendo clave para seguir ensayando la reacción de los Oakland. San Antonio se fue al descanso largo ganando, aunque apenas por 55-50 y soportando el despertar de su rival.
San Antonio, que llegó a ganar por 19, siguió perdiendo terreno y un triple de Durant puso al frente a los Warriors por primera vez en toda la noche. KD no había arrancado bien, pero pasó de un 0/8 en tiros de cancha a un 7/7 en ese renacer. Con Curry y Thompson enchufados, el único que faltaba por aparecer era Durant para esa levantada épica. Pop fue expulsado por mostrarse desencajado y recibir su segunda técnica, por lo que Messina tomó las riendas. La realidad es que el clima cambió totalmente, y unos Warriors que llegaron a estar abajo por casi veinte puntos pasaron a ganarlo por esa misma diferencia. Todo el complemento fue para los de Kerr, que lo cerraron con todas las luces y un gran 112-92 que le dio otro golpazo a San Antonio.