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La icónica figura de Cleveland Cavaliers no se imagina una vida ajena al baloncesto. Tal es su obsesión para con el deporte que ya está planificando lo que hará cuando se retire, más allá de que tiene 32 años y muchas temporadas por delante. LeBron cuenta con una mentalidad particular, de esas que no te permiten vivir sin experimentar la adrenalina de la competencia. Es una bestia competitiva y así continuará, imperturbable. Por esta razón, no cabe duda de que en un futuro será propietario de una franquicia, tal como él se lo plantea.

“Seré propietario de un equipo algún día, eso será lo próximo. ¿Qué por qué quiero ser propietario? Creo que puede estar bien. Podré seguir siendo parte del juego y podré situar a algunas personas en puestos de importancia. Siempre me ha gustado eso, colocar a gente en puestos de responsabilidad para que vean que pueden hacer que las cosas cambien, que pueden cambiar las cosas”, sentenció el 23 de los Cavs, que mañana comenzará a disputar su séptima final de NBA consecutiva.

Está claro que LeBron James no busca asemejarse a Michael Jordan, jugador que lo inspiró para acercarse al básquet y desarrollarse en el mismo. Sin embargo, los caprichos del destino y la franqueza de sus decisiones lo ponen en ese lugar. Para ser más preciso, su Majestad ya es el dueño de una franquicia: Charlotte Hornets.