TNA 2016/17

Lauría: "A partir de una charla con el Tulo se me hizo un click"

17:20 13/06/2017 | Luego de la histórica coronación de Comunicaciones de Mercedes (Corrientes) como el campeón del TNA, Nicolás Lauría dialogó con Básquet Plus.

Nico Lauría, con el trofeo que tanto tiempo buscó (foto: Carlos Cubilla)

Comunicaciones superó 94-72 a Estudiantes y logró el tan ansiado ascenso. El equipo de Fernando Rivero jugó el partido con la fluidez y el enfoque de siempre y esa fue la diferencia con Estudiantes que nunca pudo desarrollar su modo de jugar al básquet. En eso coincide Nico Lauría, uno de los referentes del equipo de la pequeña ciudad de Mercedes a la cual revolucionaron. El marplatense dialogó en extenso con Básquet Plus tras el campeonato que tan esquivo se le había hecho en los últimos años y se refirió, entre otros temas, al crecimiento que ha tenido su capacidad de liderazgo a lo largo de esta temporada.

 

- ¿Cuáles fueron las primeras sensaciones que te vinieron al corazón y a la mente, tras tan poquito de haberse concretado una gesta increíble, como lo es el ascenso de Comunicaciones?

- Todavía no caigo, ayer con los chicos lo hablábamos. No fue todo de golpe, pero parecía que estábamos muertos cuando perdimos el primer partido de la final. Después nos recuperamos y caímos en el tercer juego en Olavarría. Parecía que no se nos iba a dar y sin embargo ganamos el cuarto partido, a pesar de haber empezado mal, 11-2 abajo y para el cachetazo. Estaba todo mal y de golpe fuimos poniéndonos duros de la cabeza, mejorando. De a poquito fuimos alcanzándolos hasta ganar el partido en suplementario.

Después tuvimos que venir a casa en Mercedes, con toda nuestra gente. Primeramente tuvimos un recibimiento con caravana impresionante el sábado, después de haber ganado el cuarto juego en Olavarría. No nos esperábamos que la gente nos esperara en la ruta y demás si todavía no habíamos logrado nada. Nos dijimos que teníamos que estar tranquilos porque no faltaba para llegar al objetivo, pero es difícil mantener los pies sobre la tierra. La ilusión es tan grande que es hermoso.

El último partido fue de película, en donde creo que estuvimos todo el tiempo con la cabeza metida en el partido y jugando a lo que nosotros jugamos durante todo el año. Las pelotas empezaron a entrar, por ahí tiros que antes no lo hacían en los primeros partidos y así fuimos sacando la diferencia. Creo que en ningún momento tuvimos peligro de perder el juego, lo manejamos los 40 minutos y Estudiantes no sabía qué hacer para contrarrestarnos, porque teníamos jugadores en todos lados.

Entonces la sensación que me vino fue como un desahogo de decir ‘lo logramos’. Pareció fácil, pero fue muy difícil. El último partido lo coronamos de la manera en la que jugó Comunicaciones a lo largo del año.

 

- Justamente a eso iba, a la fortaleza mental que tuvo el equipo para disputar el Juego 5 de la Final por el ascenso, como si fuera uno de mitad de temporada. Es algo muy difícil de conseguir, de hecho, a Estudiantes se le complicó…

- Podían suceder dos cosas: o nos comía la presión o lo que nos terminó pasando. Obviamente que yo confiaba en que el equipo iba a lograr lo que logró, de sacar ese partido tan difícil y con tanto marco. Ya sabíamos que le habíamos ahogado la fiesta a Olavarría en su casa y que esto también podía ocurrir acá. Muchas cosas pueden entrar en la cabeza, sin embargo el equipo estuvo entero y en ningún momento tuvo fisuras. Se dio un juego que la verdad es para ponerlo en un cuadrito.

 

- Lo que me gusta de ustedes es que son de esos equipos que transmiten mucho a la hora de jugar. Se puede ver en la gente de Mercedes claramente, si se traza un paralelismo del primer partido a este Juego 5. Al margen del ascenso, causaron una revolución en la ciudad y eso debe llenar de orgullo también…

- Totalmente, cambió la ciudad al 100 por ciento. Obviamente con los resultados positivos, pero también con el hambre que tuvo este equipo de ganar y de lograr el objetivo. Mercedes no era una ciudad basquetbolística y yo creo que ahora va a ser una revolución impresionante del básquet en la ciudad. La gente era más futbolera, no sabía mucho del básquet en sí y se fue encontrando con un equipo que dejaba todo en la cancha. Por ahí podía hacer las cosas bien, o no, pero dejaba todo en la cancha. Eso se notaba cuando dolía si las cosas no salían y con la euforia cuando salían. Todo el grupo (cuerpo técnico, dirigentes y plantel) dimos todo para esto. Nos comprometimos todos al 100 por ciento, de los más chicos hasta los más grandes, de los que tienen más protagonismo hasta los que tienen menos. Todos estábamos unidos por una misma causa y eso se notaba muchísimo, sobre todo en los momentos más difíciles de la temporada.  

 

- ¿Cuáles fueron, a grandes rasgos, las bases del éxito de Comunicaciones?

- En un primer momento todo empezó allá por agosto, en una pretemporada en la que había que construir un equipo que era totalmente nuevo. Nadie había jugado con ninguno, salvo el Kily Romero con Essengue en Quilmes. Los demás no habíamos jugado nunca juntos y empezamos a construir. Se armó un grupo excelente fuera de la cancha, que esa me parece que si no es la base principal, pega en el palo. Al tener un buen grupo en el TNA, a los golpes los sobrellevás de otra manera.

En una ciudad nueva, chica como Mercedes, en donde no conocíamos a nadie, tener el apoyo de tus compañeros es muy importante, fuimos como una familia. Ya te digo, estábamos juntos todo el tiempo; nos juntábamos a comer asados, tratamos de hacer el grupo desde un primer momento y lo fuimos logrando. Yo creo que ahí está la clave. Obviamente que después hay que trabajar, entrenar y tienen que salir las cosas. Tienen que no salir las cosas también, porque si no tenés esa coraza de haber sobrepasado momentos malos, a la larga te toca en el peor momento y no los podes superar.

Nosotros tuvimos once victorias seguidas en la fase regular, pero después de las fiestas vino un bajón, una irregularidad. Terminamos la temporada regular bien y en los playoffs estuvimos a 6” de quedar afuera. Después lo que todos saben le ganamos 3-0 a Hindú, el primero y gran candidato al ascenso. Basquetbolísticamente creo que la base estuvo en la construcción del grupo, así como también que cada uno aceptó y tomó, sin ningún tipo de egoísmo, los roles que el Tulo Rivero estableció desde un primer momento. Al contrario.

 

- A nivel personal debe ser muy reconfortante haber obtenido este ascenso, tras lo que pasó la temporada pasada, en la que tuviste un gran rendimiento con Barrio Parque, que no se pudo coronar con el campeonato…

- Obviamente, fue como una espina que me saqué. No sé si una carga, porque no lo era. Perder una final es difícil, no es lindo. En ese caso habíamos perdido el ascenso con Barrio Parque, donde parecía que también lo teníamos porque habíamos ganado el primer partido en cancha de Hispano. Fue como un desahogo, al final hubo recompensa. Seguí luchando, porque pude haberme quedado con el hecho de haber llegado a la final el año pasado, de haber sido el mejor del torneo y listo. Sin embargo sucedió todo lo contrario. Redoblé la apuesta y traté de hacer cosas nuevas para lograr este objetivo.

Esto último surgió a partir de una una de las charlas que tuve con el Tulo Rivero cuando llegué, que por ahí no me hallaba en cuanto a liderazgo y demás tras los primeros partidos. El me preguntó si tenía un ascenso y yo le respondí que no. Entonces me dijo ‘vos tenés que hacer cosas que no hayas hecho en el pasado, seguir con las que hiciste bien y agregarle cosas nuevas’. Creo que a partir de ahí crecí muchísimo en cuanto a liderazgo, en cuanto a llevar al grupo a ganar.

También resigné protagonismo, que no es fácil porque yo venía se ser el mejor jugador y de tener muchísimos tiros. Después, si metés pocos puntos la gente habla, ya sin saber. Es difícil sobrepasar ese momento, esa transición. Después no te importa porque el equipo va ganando y en definitiva lo que interesa es eso. Al principio costó ese darme cuenta de que tenía compañeros impresionantes y que podían llevar un partido, que no dependía de mí. Entonces podía hacer otras cosas, mi energía podía estar centrada en otros aspectos (más rebotes, defensa y demás) y no solo en la faceta anotadora.

Tomé eso que me dijo el Tulo para poder enfocarme, mejorar mi juego y al equipo en sí. Era una oportunidad importantísima para nosotros, por tener un plantel que se había conformado con el objetivo de ascender y con todas las piezas justas para lograrlo. Uno se da cuenta cuando un equipo está para ascender o no. Yo necesitaba encontrarme, tome esa frase para bien y a partir de ahí hice un click. Fue todo muy lindo para empezar a ganar, a sentirme bien líder y contento con lo que estaba haciendo.

 

- ¿Creés que el mayor progreso de la temporada se produjo en tu capacidad de liderazgo?

- Sin dudas es lo que más destaco. Uno puede meter puntos o no, de acuerdo a las características de juego de cada uno. En el TNA siempre me destaqué por hacer puntos, entonces tenía que hacer algo más para lograr el objetivo, el ascenso. Ahí estuvo la clave y fue lo que más disfruté también: de pasar la pelota y que mis compañeros anoten puntos, de hacer otras cosas en el juego que por ahí antes pasaba por alto.

 

Juan Martín Orellano / Mail: [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @JuanmaOre22

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