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Javier Bulfoni realizó declaraciones en las últimas semanas donde se refirió al tiempo que pasó en Formosa la temporada pasada cuando fue contratado por La Unión. Al considerar que las expresiones del jugador faltan a la verdad, la dirigencia de la entidad, a través del cuerpo médico, detalló cuales fueron los pasos que se siguieron buscando la recuperación física de Bulfoni, de donde se desprende, entre muchas otras realidades, que el jugador llegó a la pretemporada lesionado y que no quería someterse a estudios.

Más allá de esto, se podrá apreciar que lo que manifestó el jugador de que “en Formosa en 6 meses tuve tres llamados por teléfono con los médicos” y que “que nunca se hicieron cargo de nada”, es una absoluta mentira.
Dijo “pasar por un calvario, una falta de respeto del club. Me querían perjudicar”. Este sería entonces el “detalle” de como La Unión “perjudicó a Bulfoni”.

Luis María Mauriño y Ricardo Soria integran el cuerpo médico de La Unión de Formosa. En varias oportunidades, han contado con el respaldo de especialistas del Hospital de Alta Complejidad de la provincia, incluyendo el caso Bulfoni.

Mauriño es médico cirujano, especialista en medicina del deporte y diplomado universitario en ciencias del ejercicio y lesiones deportivas. En tanto que Soria es licenciado en educación física con orientación en salud, licenciado en kinesiología y fisioterapia, especialista en kinesiología del deporte, con post grado en osteopatía y post en kinesiología aplicada.

Ellos fueron los encargados de relatar lo ocurrido con Bulfoni en los famosos 6 meses. Soria comenzó contando que “en la pretemporada empezó con molestias en Córdoba en los amistosos. De ahí cuando volvieron a Formosa empezamos con osteopatía y kinesiología. Después lo vio un quiropráctico en Formosa. Le pedimos una resonancia magnética y no se quiso hacer porque decía que ya se había hecho en España y que no le había salido nada”.

Siguió contando Soria que “ahí mejoró, pero al menor esfuerzo volvía a sentir molestias. Lo vio el traumatólogo le indicó, kinesiología, cámara hiperbárica y ozonoterapia”.

Fue en ese momento en que se le hacen los estudios. Al respecto Mauriño contó que “se observó una protusión discal que se comportó por clínica como una hernia. Se le realizó quiropraxis, kinesio, ozono terapia y cámara hiperbárica en Formosa. Y además él decidió ser examinado en Buenos Aires por el cuerpo médico de Obras Sanitarias, donde se le realizó un bloqueo anestésico y antiinflamatorio, con el que no tuvo una remisión total de la sintomatología”.

La determinación del jugador de ser evaluado en Buenos Aires sorprendió a todos en Formosa. Según Soria “se lo trató todo el tiempo que estuvo en Formosa hasta que él pidió ir a Buenos Aires. Lo hace solo, por su cuenta, sin haber consultado a nadie y lo que a muchos sorprendió fue que hizo ese largo viaje a Buenos Aires en auto”.

Mauriño también se refirió a la ida de Bulfoni a Buenos Aires, contando que “pasó por Casilda donde ve a su quiropráctico y en Buenos Aires le hacen kinesiología y acupuntura. De ahí vuelve igual sin ninguna mejoría”.

Durante los días que Bulfoni no estuvo en Formosa, Soria intentó comunicarse con él pero sin suerte: “lo llamaba por teléfono y no me atendía, tampoco respondía los mensajes. Entonces hablé con el traumatólogo y me dijo que iba a volver igual. Había una sola realidad, él ya vino lesionado, por eso no quería hacerse ningún estudio”.

En los 6 meses de “perjuicio” que pasó en Formosa, Bulfoni dejó La Unión tras jugar solamente 5 de los 20 partidos que afrontó el equipo, con una media de 21.5 minutos por encuentro, promediando 5.8 puntos -40.9% en dobles, 30% en triples y 100% en libres-, 0.8 rebotes y 0.4 asistencias.