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El punto de inicio del Coronavirus fue en China y, desde que se originó, toda la actividad en el país asiático tuvo que ser reducida. Luego se expandió al resto del mundo, las ligas de todo el planeta, a excepción de algunas, tuvieron que ser suspendidas y en ciertos casos como en Europa llegaron al punto de darlas por terminadas.

En Estados Unidos esa no es la intención, debido a que podría generar una gran pérdida multimillonaria en los ingresos de los equipos y jugadores, y la clave está en volver a poner los ojos sobre lo que suceda en China. La liga de básquet está trabajando para poder volver a mediados de abril con medidas bastante bien pensadas con tal de no volver a esparcir el virus por todo el territorio.

La idea principal para poder llevar a cabo lo que resta de la liga es que los 20 equipos se separen en dos zonas, una en Qingdao y otra en Dongguan, todos los equipos alojados en el mismo hotel y disputando dos juegos por noche en cada sede, los cuatro a puertas cerradas pero televisados por TV abierta a toda China. En el caso de la NBA, al ser más equipos, deberían ser más sedes.

Ese es el gran problema, ya que al ser más equipos es más complicado diagramar de similar manera la resolución del campeonato. También el problema sería si la liga decide terminar la temporada regular tal como están ahora, ya que varios equipos están en la lucha por meterse en los puestos de postemporada, como Portlan o New Orleans en el Oeste.

Por lo pronto, el regreso de la CBA está encaminado y en las próximas semanas será una realidad, pero también hay que tener en cuenta la situación sanitaria de ambos países. China resolvió casi por completo el problema que tiene por la pandemia del Coronavirus y, aunque restan algunas personas por curarse, están prácticamente librados del virus. Por su parte, Estados Unidos entró en la etapa crítica esta semana y en muy pocos días se convirtió en el país con más casos positivos cuando aún la cifra de recuperados es muy baja.