Arranquemos el recuerdo del Mundial de 1998 con partes del informe que Básquet Plus publicó en su edición papel antes del Mundial de 2006, cuando hizo un excelente especial de 5 entregas, escrito por Alejandro Pérez.
Cuando llegó el turno del Campeonato Mundial de Atenas’1998 el básquetbol internacional gozaba de un período de esplendor. Michael Jordan lo había popularizado de manera increíble durante esa década; la NBA se mezclaba en las competencias de la FIBA, a las que dominaba a voluntad, aún a costa de quitarles emoción, y los desmembramientos de Yugoslavia y la Unión Soviética aportaban más protagonistas de buen nivel. Sin embargo, el torneo llegó en un mal momento para la gente de David Stern, debido a la huelga de los dueños de los equipos, enfrentados a los jugadores por el nuevo convenio colectivo de trabajo, que los basquetbolistas contrarrestaron negándose a concurrir al Mundial. Allí el torneo perdió gran parte de su encanto y la organización mucho dinero, aunque se recuperaba la paridad. Estados Unidos conformó un plantel con jugadores de equipos europeos y de la CBA, lo que le quitaba el cartel de favorito, mientras que subieron las acciones de Yugoslavia, que regresaba a los mundiales tras cumplir la sanción impuesta por la ONU.
Los 16 participantes surgieron de la siguiente manera: el local (Grecia), el campeón olímpico (Estados Unidos), los primeros cinco del Eurobasket 1997 (Yugoslavia, Italia, Rusia, España y Lituania); los cuatro mejor del FIBA Américas de 1997 (Puerto Rico, Brasil, Argentina y Canadá); los dos mejores de Asia (Corea del Sur y Japón); los dos mejores de África (Senegal y Nigeria) y el puesto fijo: Australia por Oceanía. El sistema de juego cambió sustancialmente. Ahora, de los cuatro grupos de cuatro países, tres pasaban a una segunda etapa en dos zonas de seis equipos y, de ahí, los cuatro primeros de cada grupo se enfrentaban cruzados en cuartos de final (1 vs 4, 2 vs 3), para luego llegar a semifinales y final. Todos tenían más chances de ir para arriba. Seguimos en la historia argentina.
Un año antes del Mundial 98 la selección argentina había comenzado un proceso con un nuevo entrenador. Entre la CABB y Guillermo Vecchio no hubo acuerdo económico, luego de que, como parte de aquel proceso de crecimiento, Argentina regresara a los Juegos Olímpicos luego de 44 años. Julio Lamas, que venía de ganar la Liga con Boca, había tomado el equipo tras la negativa al ofrecimiento de Rubén Magnano. En ese momento nadie intuyó que se produciría un recambio generacional. No tanto por la veteranía de los jugadores de mayor trayectoria, que no era tanta, sino porque la camada inmediata pedía paso a fuerza de comprobada calidad.
Esa generación dio una demostración contundente de sus virtudes durante el Mundial Sub 22 de 1997 en Melbourne, Australia, donde terminó cuarta. Allí, con una de las actuaciones (no por ubicación final, que es anecdótica, sino por la jerarquía del nivel de juego) se percibió que esos pibes tenían algo diferente y superador, que solo necesitaban la oportunidad de demostrarlo.
Aún con la ausencia de jugadores importantes, Argentina se había clasificado para Grecia 98 con un angustioso cuarto puesto en el Premundial de Montevideo el año anterior. Para el Mundial, Lamas sumó a los mejores del medio local, como los habituales Marcelo Milanesio, Esteban De la Fuente, Diego Ossela, Rubén Wolkowyski, Alejandro Montecchia y Patricio Simoni y le dio chapa de hombre clave al joven Fabricio Oberto, recién fichado por el poderoso Olympiacos de Grecia y ya lanzado a la consideración internacional. Además, le sumó las figuras que estaban en Europa: Juan Espil y Marcelo Nicola (España) y Hugo Sconochini (Italia), que venía de ser campeón de la Euroliga con Kinder Bologna. Y los supuestos dos últimos lugares se los ganaron dos debutantes de la nueva generación: Emanuel Ginóbili, quien se iba a quedar en Italia, con el Reggio Calabria de segunda división, y Juan Pepe Sánchez, éste tras la salida a último momento de Lucas Victoriano y en plena experiencia en la Universidad de Temple. Por aquellos días a Lamas se le cuestionó que llevara a estos pibes y no a hombres con experiencia como Héctor Campana o Jorge Racca.
El equipo llegó al Mundial con algunos rasgos definidos. En ataque no dependía únicamente de lo que hacía Espil, ya que Oberto, Nicola y Sconochini también asumían responsabilidades ofensivas. A su vez se notaba, y los propios protagonistas lo asumieron después, divisiones en el plantel, en el que convivieron jugadores de distinto origen, trayectoria y realidad. Eso, cuando el equipo atravesó adversidades y necesitó que todos tiraran para el mismo lado, quedó expuesto de manera clara.
En el debut del grupo D, Argentina jugó su mejor partido en muchos años y logró una resonante victoria 66-62 ante Australia, cuarto en los Juegos Olímpicos de 1996. La defensa de De la Fuente sobre Andrew Gaze fue brillante y Oberto (19 puntos y 11 rebotes) dominó el juego interior. El cómodo triunfo (68-51) sobre Nigeria puso a los argentinos por primera vez en la historia ante la clara chance de ganar el grupo clasificatorio. Se pudo lograr, pero cuatro libres fallados por Montecchia en el final y un doble de Alfonso Reyes en el último segundo le permitieron el festejo a los españoles en tiempo extra.
La segunda fase obligó a cruzarse con los tres mejores del grupo C. Con un juego inconsistente Argentina perdió ante Estados Unidos 74-87 y la siguiente caída ante Lituania (75-84) lo puso en la obligación de ganar ante Brasil para acceder a cuartos de final. Era evidente que ese equipo se plantaba ante cualquier rival con chances de victoria, pero la realidad marcaba que le faltaba el remate final. Que en el momento de la definición, en los pasajes decisivos de un partido, fallaba, se equivocaba o directamente era superado por el rival.
Con algo de sufrimiento venció a Brasil 86-76 y pasó a los cuartos de final, aunque el premio no fue generoso: el cruce le ponía delante a Yugoslavia. El partido fue parejo en la primera parte, con un Espil encendido. Argentina estaba 7 puntos arriba a 11 minutos del final, pero entonces Sasha Djordjevic metió una ráfaga de 7 puntos consecutivos que doblegó a los argentinos, para los que el rival parecía demasiado poderoso: Bodiroga, Rebraca, Tomasevic, Beric y Lukovski, entre otros. Igual, el 70-62 para los yugoslavos fue un resultadazo para los sudamericanos.
Si bien el consuelo de pelear por el quinto puesto era atractivo, el equipo ya parecía quebrado y nunca mostró recuperación. Perdió otra vez ante España (64-77) y ante Lituania (76-77) y terminó en el octavo lugar. Sin embargo, en los pasajes en los que ingresaba Ginóbili (terminó con números excelentes), junto a un Oberto inmenso y un Pepe Sánchez que insinuó en poco tiempo algo de sus virtudes, se podía intuir que empezaba a correr un aire nuevo, que la actitud era otra y las formas también.
En lo individual Argentina ofreció a Oberto (segundo mejor rebotero con 10,4 por juego, detrás que Piculín Ortiz, con 10,5) como el hombre más destacado. Otro que se llevó un premio grande e inesperado, al menos para su gloria personal, fue Milanesio, cuando al día siguiente de terminado el Mundial el prestigioso general manager de Benetton Treviso, Maurizio Gherardini, hoy en Fenerbahce, se apareció en el lobby del hotel para ofrecerle un contrato de dos temporadas con el club que puso de moda el verde en Italia. Milanesio lo rechazaría.
Rearmemos el torneo completo. En el Grupo A, el local Grecia, ahora dirigido por su exestrella, Giannakis, sinceramente no tenía el mejor equipo de su historia, pero la localía podía favorecer. Los destacados eran Frangiskos Alvertis y Nikos Ekonomou, más algo de Fassoulas. Rentzias era muy pibe y aportó poco. Igual, pasó invicto el primer grupo, junto con Italia (Fucka, Myers, Andrea Meneghin -hijo de Dino-) y Canadá (Rowan Barrett, padre del 3º del último draft NBA, RJ Barrett). En el Grupo B, los clasificados fueron Yugoslavia (Bodiroga, Rebraca, Djordjevic, Tomasevic), Rusia (Karasev, Babkov, Mikhaylov) y Puerto Rico (Piculín, Casiano, Mincy).
En el C, el mejor fue Lituania, sin Sabonis, pero con Jasikevicius, Stombergas y Karnisovas. También pasaron Estados Unidos (sus mejores figuras eran Jimmy Oliver, Wendell Alexis y Jason Sasser, dirigidos por el gran Rudy Tomjanovich) y Brasil, ya con la camada de Rogerio, Marcelinho, Helinho y Demetrius, con algún veterano como Pipoka. En el D, ya dijimos, los clasificados fueron España, Argentina y Australia.
La segunda fase, a la que se arrastraban los resultados de la primera, tuvo algunos resultados inesperados, sobre todo el 61-60 de Italia sobre Yugoslavia, solo explicable por las 20 pérdidas de los eslavos, ya que dominaron casi todos los ítems. La otra explicación era que el técnico de Italia era Bogdan Tanjevic...yugoslavo. Igual, no le costó el primer puesto del grupo, igualado con Rusia, al que había vencido en la primera ronda. Grecia solo pudo ganarle a Puerto Rico en esa fase y quedó tercero. Cuarto fue Italia. En la otra llave no hubo muchas sorpresas. Los estadounidenses se quedaron con el primer puesto al vencer a España 75-73, demostrando que no eran una aplanadora, pero que sabían jugar. España quedó segunda y Lituania tercera. Argentina, cuarta.
Los cruces de cuartos de final no tuvieron mayores sorpresas, salvo el triunfo de Grecia sobre España 69-62, en un partido que los españoles protestaron fervientemente por la tibieza de los árbitros para sancionar el juego duro local que dejó a Alberto Herreros en 6 puntos y 3/11 en tiros de cancha. Los demás fueron bastante lógicos: Yugoslavia a Argentina 70-62 (con sufrimiento), Rusia a Lituania 82-67 en el duelo ex-soviético y Estados Unidos a Italia 80-77. Los italianos se quedaban así afuera de las semis pero con el orgullo de ser los únicos vencedores de los luego campeones del mundo.
En semifinales, la atención estaba focalizada en Yugoslavia-Grecia. Once años atrás, pero en el otro estadio, el de la Paz y la Amistad, Grecia había alcanzado su máximo logró histórico, ganando el Eurobasket en una final recordadísima ante la URSS 103-101, con Nikos Gallis como Dios, con 40 puntos. Pero en las semis, en la misma cancha, había derrotado a Yugoslavia 81-77. No quedaba ningún yugoslavo de ese equipo, pero sí algunos griegos. Y a punto estuvieron de otro batacazo. El clima era casi de guerra, pero los yugoslavos no se amilanaron, sobre todo Bodiroga, que tuvo una noche espeluznante: 31 puntos sobre los 78 de su equipo, que recién lo pudo quebrar en el suplementario, después de un horroroso 57 iguales en el regular. La otra semi fue igual de dramática, con Rusia venciendo a Estados Unidos 66-64 también con un héroe exponencial: Sergei Babkoc anotó 30 puntos y fue decisivo.
Por el tercer puesto, los griegos no pudieron si hacerle fuerza a Estados Unidos, que los aplastó 84-61. Y la final, como todos los partidos importantes del cierre, estuvo marcado por la defensa. Rusia forzó todo lo que pudo a Yugoslavia, pero los campeones tenían dos jugadores diferentes. Como Bodiroga se adueño de la semi, Rebraca lo hizo de la final. Sus 16 puntos y 11 rebotes fueron demasiado para unos rusos que cayeron 64-62 y completaron su segunda plata mundial en dos presentaciones. Nunca más volverían a jugar una final mundial, ni olímpica.
El MVP del torneo fue Dejan Bodiroga y los otros cuatro integrantes del quinteto ideal, su compañero Zeljko Rebraca, el ruso Vasili Karasev, el italiano Gregor Fucka y el español Alberto Herreros, que además fue el goleador del Mundial con 17.9 puntos de media.
El plantel argentino y sus estadísticas
Nº |
Jugador |
Altura |
Puesto |
Club |
PJ |
Pts |
Prom |
Min |
2C |
2L |
% |
3C |
3L |
% |
1C |
1L |
% |
As |
RD |
RO |
PP |
PR |
T |
FP |
4 |
Marcelo Nicola |
2.07 |
Alero |
Barcelona (España) |
9 |
111 |
12,3 |
234 |
30 |
53 |
57 |
11 |
28 |
39 |
18 |
28 |
64 |
10 |
31 |
6 |
13 |
6 |
8 |
25 |
5 |
Hugo Sconochini |
1.91 |
Alero |
Kinder Bologna (Italia) |
8 |
75 |
9,4 |
186 |
21 |
47 |
45 |
2 |
9 |
22 |
27 |
43 |
63 |
9 |
11 |
4 |
17 |
16 |
1 |
23 |
6 |
Alejandro Montecchia |
1.82 |
Base |
Boca Juniors |
9 |
43 |
4,8 |
150 |
12 |
21 |
57 |
5 |
18 |
28 |
10 |
16 |
63 |
14 |
10 |
2 |
14 |
3 |
0 |
23 |
7 |
Esteban De la Fuente |
1.97 |
Alero |
Boca Juniors |
8 |
16 |
2 |
155 |
4 |
15 |
27 |
2 |
8 |
25 |
2 |
3 |
67 |
10 |
14 |
6 |
10 |
3 |
0 |
14 |
8 |
Juan Sánchez |
1.92 |
Base |
Temple Univ. (EEUU) |
5 |
0 |
0 |
28 |
0 |
4 |
0 |
0 |
0 |
0 |
|
|
|
5 |
0 |
1 |
0 |
2 |
0 |
9 |
9 |
Marcelo Milanesio |
1.90 |
Base |
Atenas |
9 |
28 |
3,1 |
207 |
2 |
7 |
29 |
7 |
21 |
33 |
3 |
4 |
75 |
28 |
11 |
3 |
20 |
9 |
0 |
14 |
10 |
Juan Espil |
1.94 |
Escolta |
Baskonia (España) |
9 |
127 |
14,1 |
253 |
22 |
40 |
55 |
19 |
49 |
39 |
26 |
30 |
87 |
15 |
15 |
1 |
15 |
7 |
3 |
26 |
11 |
Diego Ossela |
2.07 |
Pivote |
Atenas |
5 |
27 |
5,4 |
96 |
12 |
23 |
52 |
0 |
0 |
0 |
3 |
6 |
50 |
4 |
11 |
10 |
6 |
0 |
3 |
9 |
12 |
Fabricio Oberto |
2.07 |
Pivote |
Olympiakos (Grecia) |
9 |
116 |
12,9 |
247 |
51 |
81 |
63 |
0 |
1 |
0 |
14 |
42 |
33 |
14 |
57 |
37 |
16 |
9 |
8 |
32 |
13 |
Emanuel Ginóbili |
1.98 |
Escolta |
Reggio Calabria (Italia) |
6 |
47 |
7,8 |
110 |
11 |
18 |
61 |
6 |
20 |
30 |
7 |
11 |
64 |
7 |
9 |
3 |
4 |
10 |
4 |
17 |
14 |
Carlos Simoni |
2.00 |
Ala pivote |
Andino |
5 |
12 |
2,4 |
34 |
5 |
6 |
83 |
0 |
0 |
0 |
2 |
4 |
50 |
0 |
3 |
2 |
3 |
1 |
1 |
7 |
15 |
Rubén Wolkowyski |
2.06 |
Pivote |
Boca Juniors |
9 |
30 |
3,3 |
124 |
10 |
24 |
42 |
0 |
0 |
0 |
10 |
18 |
56 |
1 |
21 |
5 |
6 |
3 |
4 |
14 |
DT |
Julio Lamas |
|
|
Total |
9 |
638 |
70,9 |
1825 |
180 |
339 |
53 |
52 |
154 |
34 |
122 |
205 |
60 |
118 |
200 |
90 |
124 |
69 |
30 |
206 |
Resultados de Argentina
Ronda clasificatoria
Argentina 66 - Australia 62
Argentina 68 - Nigeria 51
Argentina 67 – España 68 (ts)
Ronda final
Argentina 74 - EE.UU. 87
Argentina 75 – Lituania 84
Argentina 86 – Brasil 76
Cuartos de final: Argentina 62 – Yugoslavia 70
Por el 5º al 8º puesto: Argentina 64 – España 77
Por el 7º puesto: Argentina 76 – Lituania 77
El plantel campeón (Yugoslavia):
Dejan Bodiroga, Vlado Scepanovic, Sasa Obradovic, Nikola Loncar, Dragan Lukovski, Miroslav Beric, Aleksandar Djordjevic, Zeljko Rebraca, Predag Drobnjak, Nikola Bulatovic, Dejan Tomasevic y Milenko Topic. Entrenador: Zeljko Obradovic.
Posiciones finales
1 – Yugoslavia (9-0)
2 – Rusia (7-2)
3 – Estados Unidos (7-2)
4 – Grecia (5-4)
5 – España (7-2)
6 – Italia (5-4)
7 – Lituania (5-4)
8 – Argentina (3-6)
9 – Australia (5-3)
10 – Brasil (2-6)
11 – Puerto Rico (3-5)
12 – Canadá (1-7)
13 – Nigeria (2-3)
14 – Japón (1-4)
15 – Senegal (1-4)
16 – Corea del Sur (0-5)
Estadísticas Mundial Grecia 1998
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