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Hablar de básquet en la época de los ´80 suponía siempre hablar de Drazen Petrovic y Arvydas Sabonis, los dos fenómenos que se animaron a conquistar Europa en cuestión de años. El primero era exterior y el segundo interior, y la vida no permitió que se enfrenten en más ocasiones por cuestiones que escapan al dominio humano. A pesar de ello, los genios de la naranja lograron batallar en algunos partidos y protagonizaron una de las principales disputas mundiales, quizás la más grande, a la sombra de la dupla de Magic Johnson y Larry Bird. 

Entre ellos no eran para nada amistosos y siempre pelearon por la etiqueta de ser el mejor jugador del Viejo Continente. En cada ocasión que se enfrentaban se mataban y se sacaban chispas. Necesitaban ganarle al otro, no sólo por el deseo imperioso de victorias, sino también porque detestaban perder, especialmente Petrovic. 

Para empezar su rivalidad hay que hablar del destino que los unió, ya que ambos nacieron en el mismo año (1964). Petrovic debutó con la mayor de Yugoslavia con 18 años y Sabonis con 17. Eran dos proyectos espectacular que pedían pista a pesar de su corta edad, y así lo entendieron sus federaciones. A partir de ese momento su rivalidad comenzó a gestarse de a poco, por proximidad de países y calidad individual. 

La etapa en la que más se enfrentaron fue de 1986 a 1988, en donde disputaron la final de la Copa de Europa a nivel clubes y con sus selecciones en la semifinal del Mundial de 1986, y en los Juegos Olímpicos de 1988. Luego, Sabonis comenzó a tener una serie de lesiones y Petrovic se fue a la NBA. ¿La última vez que jugaron entre sí? En el Preolímpico de 1992. 

En la Copa de Europa el que brilló y se quedó con la victoria fue la Cibona de Zagreb de Petrovic, luego de un partido extremadamente disputado. A su vez, en 1986 se enfrentaron acá en Argentina, en la Copa William Jones, en la que el Zalgiris del lituano se llevó el título. La gloria de Arvydas se repetiría dos años después, en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, en donde los soviéticos vencieron a la Yugoslavia de Petrovic en la final del campeonato. Previamente habían vencido a Estados Unidos en las semifinales. 

Las últimas experiencias se dieron en el Mundial de Argentina 1990 y allí fue Yugoslavia la que cobró venganza, en la que le ganó a URSS en la final. Desafortunadamente, Sabonis no pudo disputar el partido, porque ese año los lituanos de la Unión Soviética habían renunciado a disputar el campeonato. Luego, en el Preolímpico de 1992 lograron jugar de nuevo y desde ese momento sus caminos ya no se volvieron a cruzar. 

Drazen falleció trágicamente en un accidente en el verano de 1993, justo dos años antes de que Sabonis llegara a Portland Trail Blazers. ¿Qué hubiera pasado si continuaran enfrentándose? ¿Quién se hubiera quedado con el título del mejor jugador europeo de la historia? Muchas conjeturas y pocas respuestas. Queda disfrutar de los choques y disputas de dos de los más grandes del básquet europeo y mundial. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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