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Los San Antonio Spurs están acostumbrados a pasar relativamente desapercibidos, al menos para buena parte de los fanáticos y analistas de la NBA. Más allá de su gran récord, esto también está ocurriendo este año, donde la mayoría imagina una nueva confrontación entre Cavaliers y Warriors en la final.

Lejos de molestarle, Kawhi Leonard acepta esta realidad y le saca importancia, con un recordatorio de lujo: "No importa que no nos presten atención. El fanático común pensaba que nunca podríamos haber ganado en el 2014. No nos preocupamos por el afuera. Jugamos por nuestras expectativas y por lo que creemos".

Leonard tiene razón. Muchos creían que luego de la final perdida en el 2013 ante el Heat, los Spurs sufrirían un bajón importante para la siguiente campaña. Lejos de suceder eso, rindieron como pocos equipos lo han hecho en el último tiempo, destrozando a Miami en la final (4-1) y consiguiendo un nuevo anillo.

Mientras todas las luces se van con los otros equipos, San Antonio sabe que tiene chances de volver a pelear por cosas importantes. Más allá de tener que mejorar algunos aspectos de su juego, los texanos están cerca de la punta del Oeste y prometen seguir siendo esa amenaza invisble que vienen encarnando hace años.