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La NBA lleva bastante tiempo intentando encontrar el evento más redituable e interesante para abrir el All Star Game y en la edición 2015, le buscarán una nueva vuelta. Según se ha confirmado este miércoles, el viernes 13 de febrero, se estará disputando un partido entre jugadores de primer y segundo año de los Estados Unidos, contra representantes de las mismas características, nacidos fuera de dicho país.

Mientras que por años el evento consistió en un dueño entre los mejores novatos contra los mejores sophomores, hace un par de campañas que la NBA había decidido mezclar a ambos grupos y darle algo de mayor marketing al partido, colocando a entrenadores mediáticos como Charles Barkley o Chris Webber, quienes además eran los responsables de armar los planteles.

La decisión de Adam Silver es un paso más de cara a la importancia que le da la liga al mercado internacional, además de como ya dijimos, intentar renovar un partido que venía perdiendo por goleada en popularidad con respecto a lo que pasa el sábado, con las competencias de habilidades y el domingo, con el duelo entre el Este y el Oeste.

Ahora, habrá que ver si esta decisión acerca lo que muchos consideran que debería darse hace tiempo, como es un duelo entre los mejores jugadores de Estados Unidos, contra el resto del mundo, pero no limitado a cierta cantidad de años en la liga, sino abierto para que participen todas las estrellas de la competencia. Algo es seguro: si sucede, se verían choques mucho más disputados que el show que es el evento hoy en día.