Liga EBA

Gerhardt: "Necesitaba crecer en el básquet y explorar algo nuevo"

19:51 13/03/2016 | El pibe de 19 años habló desde España de su llegada a la liga EBA, su actualidad en el Pas Piélagos y su salida al extranjero para crecer en lo personal.

Rodrigo Gerhardt es uno de los jóvenes talentos de nuestro país que buscó darle un giro a su vida basquetbolística y personal. Si bien hay una situación vivida en Bahiense de Norte (su club de toda la vida donde jugó hasta la temporada pasada) que prácticamente forzó cierta decisión, el pibe de 19 años optó por salir a explorar el mundo para probar su nivel deportivo y este año se incorporó al Pas Piélagos de Cantabria, perteneciente a la Liga EBA de España.

 

El bahiense empezó a tener fuerte presencia en los seleccionados argentinos desde el Premundial U18 del 2014, aquel desarrollado en Colorado Springs (EEUU). Desde ahí se ha proyectado cada vez más, participando de los Juegos Olímpicos de la Juventud desarrollados en Nanjing (China) ese mismo año y participando de su último torneo de inferiores en el pasado Mundial U19 de Grecia. En la cita de juveniles promedió 7.7 puntos, 4.6 rebotes y 2.3 asistencias.

 

Desde mediados del 2015 la vida de Gerhardt ha tenido cambios. Si bien hacía tiempo que anhelaba encontrar nuevos horizontes y probar suerte en el exterior, el jugador tuvo una situación compleja con su pase en Bahiense, donde el club le pidió una suma de dinero a modo de "valor representativo por los derechos de formación" para pasarse a otra institución. El pibe tenía intenciones de irse a Bahía Basket, pero ante este hecho optó por irse afuera, no solo por la decisión personal que ya venía arrastrando sino también para destrabar este enroscado inconveniente. Así fue cómo llegó a Pas Piélagos, con una oportunidad frustrada de irse a la NCAA de por medio y después de varios meses inactivo por lo mencionado de su pase.

 

Hoy Gerhardt atraviesa un presente distinto, en tierras españolas tratando de crecer no solo a nivel deportivo sino desde lo personal y en diálogo con Básquet Plus resumió su actualidad. El joven argentino, que además de jugar en Pas Piélagos también entrena a los más chicos del club, habló de sus sensaciones en esta nueva etapa, de las razones de su salto a Europa, del saldo que dejó el Mundial U19, del gran torneo que está teniendo su equipo en la EBA con chances de ascenso y de sus objetivos individuales a futuro.

 

 

- ¿Cómo se dio tu llegada a España?

. Arranco desde el principio. Yo me estaba por ir a Estados Unidos, conseguí la beca pero para irme en agosto pasado. Antes había rendido un examen y en agosto surgió esta universidad. Pasó entonces que el examen se dividía en tres partes y yo tenía en dos de esas tres donde me alcanzaba bien para lo que te exige la NCAA para poder competir. Cuando vieron el puntaje de la tercera vieron que me tenían que exigir un poco más, entonces me pidieron que rinda otro examen más con la condición de que vaya en enero, ellos me mantenían la beca. Al principio feliz no estaba porque yo quería tener la oportunidad en ese momento, y al tiempito empecé a dudar y a ver si había otra opción fuera de la NCAA. Empecé a ver otras posibilidades, y la que más me gustaba era irme a Bahía Basket porque era dentro de mi ciudad y conozco a varios amigos...

 

- De hecho estuviste en Liga de Desarrollo el año pasado.

. Claro, pero Bahía conozco desde hace mucho más, porque venía entrenando con los chicos hace como tres años. Antes de que llegue la Liga de Desarrollo Bahía tenía unas becas donde entrenábamos todos los veranos, y yo habré arrancado en ese plan de becas desde que estaba en infantiles, hace cuatro años más o menos. Cuando me decidí por ir a Bahía se le fui a plantear a Bahiense, pero ahí empezó todo el problema del pase que ya se conoce. Supe que una de las maneras de destrabar eso era irme a jugar a otro país, mi representante es de acá de España y el socio es de Santander, que queda a 20 kilómetros de acá. Ahí fue que me consiguieron este club y acá estamos.

 

- ¿Qué universidad era?

. Dakota del Norte.

 

- ¿Y cómo se dio ese cambio de buscar una salida al exterior?

. La idea de irme a jugar a otro lado arrancó en el 2014. En agosto estuve en China y ahí me terminó de cerrar. Antes veníamos de algunos viajes con la selección por Estados Unidos, Alemania y España, pero el último viaje a China fue el mejor porque fue para los Juegos Olímpicos de la Juventud. Ahí empecé a hablar con muchísima gente y atletas del mundo que te hacían referencia de todos los lugares donde jugaban, y eso me hizo sentir que yo también tenía que conocer y explorar un poco más, necesitaba dar un paso más adelante. Entonces planteé la idea de irme a jugar a Europa, porque más allá de la experiencia basquetbolística lo sentí más desde el lado cultural, desde tomarte un tren o hacer un viaje de pocas horas y aparecer en otro país. Obviamente mi idea fue crecer en el básquet, pero también buscaba otras cosas como aprender a vivir solo como ahora, conocer lugares y culturas nuevas. Cuando lo planteé me dijeron que era una buena idea, pero me dijeron que estaba la opción de Estados Unidos, para poder ir a estudiar y jugar al básquet en una universidad, algo que no había pensado pero que en ese momento me interesó porque también me gustó mucho la idea. Tenía todo armado para eso y me gustó, entonces acepté esa idea. Eso fue en diciembre del 2014, por lo que en el medio tuve que estudiar y perfeccionar mi inglés durante todo el verano, además de entrenar y jugar. Pero pasó eso que te decía de los exámenes y tuve que pensar en otra salida, porque yo me quería ir afuera lo antes posible.

 

- La necesidad de crecer desde lo basquetbolístico y probarte a vos mismo dónde estabas parado.

. Sí, esa siempre fue la idea, es algo común a lo que me parece que piensan todos. No pasaba tanto por irme a la NCAA sí o sí, sino salir a probar mi básquet y explorar algo nuevo para seguir creciendo. Cuando surgió lo de la NCAA era obvio que me quería ir ahí sí o sí, pero con el retraso que significó el tema de la prueba y esperar hasta enero terminó por salir otra cosa como esto de España.

 

- Desde septiembre del 2014 hasta que se te da esta chance de España ahora, con la opción del básquet universitario en el medio, pasó un tiempo importante. ¿Tenías muchas expectativas con resolver algo rápido?

. Sí, olvidate. Mi tío y representante estuvieron mucho tiempo buscando universidades para que yo pueda ir, y recién surgió algo más o menos concreto cuando estábamos en Serbia, en la gira antes del Mundial U19 que fue por junio del 2015. Con esto ya te digo que fueron cerca de 9 meses entre mi decisión y la aparición de una universidad, así que imaginate la ansiedad que tenía.

 

- ¿Cómo lo resolviste y cuándo aparece Dakota?

. En un lapso de 24 horas me pidieron que me comprometa a ver si quería ir o no y me tuve que apurar porque yo estando allá en Serbia no tenía internet y no podía investigar la universidad que era. Terminó siendo una universidad súper religiosa, iban cuatro veces por semana y hasta el entrenador me hablaba de la importancia de la religión, pero no la descarté porque hasta ese momento era mi única chance en la NCAA, por lo que dije que sí. Más adelante me volvieron a preguntar y ahí ya les dije que estaba buscando otra opción, por lo que quedó descartado. Después vino lo de Dakota del Norte, que llegó el 5 de agosto y a quince días de que allá arranquen las clases. Ahí me tuve que mover rápido de nuevo, porque en dos semanas tenía que hacer todos los papeles para irme a una universidad de Estados Unidos, entonces era cosa de hacer la visa, comprar de todo para llevar porque me iba a vivir a otro lado. Esa noche estuvimos con mi mamá haciendo todo lo de la visa, necesitaba un papel de aprobación de la universidad, y habremos llenado como 70 fichas en tres horas. A los dos días, el 7, me escribe el coach de la universidad diciéndome que lamentaba decirme que desde la oficina pidieron que tenga un mayor puntaje en una de esas pruebas y eso me tiró un poco. Pensá que en dos minutos me frenó esa posibilidad, después de tantas corridas que tuvimos. Pero me dieron esa opción de mantenerme la beca hasta enero si más adelante rendía de nuevo la otra prueba, con la condición de que vaya. En el medio surgió esto de España y ahí me terminé por decidir en venirme acá.

 

- Hoy pensaba si el U19 te había cambiado en algo esa mentalidad y esa urgencia de irte afuera, porque si bien decías que la idea surgió unos meses antes la verdad es que el mundial les habrá dado a todos un golpe de realidad importante, con respecto al nivel europeo, el roce y demás.

. Creo que fue un poco de todo, desde lo que decías hoy de la maduración hasta ese roce de otro nivel. Pensá que en el 2012 prácticamente no tenía participación en nada, y que en el 2014 ya era selección; a principios del 2014 empecé a tener minutos en primera de mi ciudad y a finales de ese año ya estaba jugando en China con la selección, pasó mucho en poco tiempo. Ahí es donde me di cuenta de ese golpe de realidad. La verdad es que fue duro, porque si bien en mi ciudad ya me empezaba a destacar me pasó de venir de un fin de semana haciendo 30 puntos y después ir a las concentraciones para darme cuenta que era un cambio enorme, ni hablar si te hablo del cambio de mi ciudad a ir a chocar contra un grande de Estados Unidos, no lo movés y rebotás hasta la mitad de la cancha. Me pasó entonces de decir "quiero ver hasta dónde llego y si puedo estar a la altura". La otra opción era no moverme y quedarme con eso, creer que no iba a poder y no intentarlo siquiera. Pero necesitaba buscar mi techo, no quería estancarme, quería seguir creciendo. Para ir hasta donde estás cómodo es aburrido, tenés que ir siempre por más, así lo veo yo.

 

 

- ¿Esta experiencia que vivís también tiene que ver con cierta transición en tu juego buscando correrte hacia el perímetro y actuar más de alero en lugar del ala pivote definido que venís siendo últimamente?

. Está claro que necesito buscar un cambio. Depende de lo que hablemos, si quiero elevar un poco más lo que tengo que jugar de 3, porque de 4 claramente ya no puedo jugar ni en el patio de casa, pero me falta muchísimo. Mi idea es ser 3, sí, no sé si un alero bien definido, pero te diría que busco un estilo como el del Chapu Nocioni, salvando los kilómetros de distancia (risas). Un alero que también pueda jugar como interno y fajarse un poco, eso sería. Más que nada ser un 4 el cual si el entrenador necesita que juegue de 3 también lo pueda hacer.

 

- ¿Qué te faltaría?

. La verdad es que está muy bien jugar de 3, me encanta, pero yo hoy tengo mis limitaciones. Voy a entrenarlo lo más que pueda. Una vez leí una nota de Delfino donde decía que entrenaba de base por si el entrenador lo llegaba a necesitar para ese rol, yo estoy buscando lo mismo desde mi posición.

 

- Hoy hablábamos de aquel Mundial U19 que es una bisagra en cuanto a selecciones formativas para pasar a ser mayores. ¿Qué impacto te dejó? Porque dio la sensación de ese equipo talentoso en el juego exterior pero sin tanto peso interno que se pinchó.

. Sí, con los exteriores estábamos muy bien porque teníamos a José (Vildoza), Maxi (Fjellerup), Martín (Fernández), teníamos exteriores de mucho más nivel de lo que después terminamos saliendo. Por ahí el tema nuestro fue ese juego interior, donde no estábamos ni a la altura de talla para defender porque íbamos a buscar un rebote y nos sacaban dos cabezas, ni a la altura para después sacar cierta ventaja en ofensiva y darle más lugar a los exteriores.

 

- En su momento se los castigó mucho quizá desde cierta expectativa sembrada, pero creo que también se desestimó el torneo que hicieron. Por eso te preguntaba si el nivel con el que se encontraron en ese Mundial fue el empujón a la realidad que pibes como vos necesitaban para salir a crecer.

. Nos criticaron mucho, es cierto, y seguramente influyó mucho en mí para terminar de ver que tenía que dar un salto. Para muchos era un mal papel salir décimos, pero que esos mismos que nos criticaron cuenten cuándo salieron décimos del mundo. Pensá que jugamos a defender y atacar a chicos de 2.12 metros que tenían 17 años, unas bestias. Nosotros estábamos con Lauti Berra, que era el más alto del equipo y tenía dos años menos que la mayoría. El mejor pivote del torneo que era de Estados Unidos tenía la edad de Lauti y medía 2.12 (NdR: Harry Giles). Te cuento otro dato, porque del Premundial 2014 de esos fue uno solo si mal no recuerdo porque los demás estaban todos en el Draft. Vos te ponés a pensar esas cosas y sin ir más lejos yo en el 2014 terminé jugando contra Winslow, el que está ahora en Miami.

 

- Algo lindo para contarlo como experiencia.

. Olvidate, se la voy a contar hasta a mis tataranietos. De todas formas te digo que fue una experiencia hermosa e increíble, y la verdad es que eso es lo que más tiene que contar. Si salís 16° o el puesto que sea pasa a ser algo extra. No te voy a decir que es lo mismo a que salgas campeón, pero yo creo que nos quedamos todos tranquilos de lo que hicimos. Por ahí no nos salió todo de la forma que queríamos, pero no tengas dudas que dejamos y dimos todo de nosotros, ninguno va a poder decir que se guardó o quedó con algo más porque nos matamos.

 

- Conociendo a varios de ustedes me parece que eso está fuera de discusión.

. Sí, hasta te digo que dolieron más las críticas que el puesto en sí que pudimos alcanzar o no. Hubo muchos comentarios destructivos que no me parecieron necesarios porque no servían para construir nada, me parece que algunas críticas solamente estaban destinadas a destruir. Al Mundial fuimos con un equipo donde tampoco tenías mucho más para seleccionar fuera del grupo que viajó, porque tuvimos concentraciones donde por nombrarte lo teníamos a Nacho Galardo y Nacho Onetto lesionados. Se iba a llegar con lo justo y me parece que eso también iba a ser arriesgado. A mi gusto se lo criticó mucho a Sepo (Ginóbili) y la verdad es que creo que él hizo las cosas lo mejor que pudo y con lo que tenía. Como todos, Sepo también se brindó y nos dio mucha confianza. El tema es que los argentinos somos resultadistas. Si no me equivoco creo que incluso hay una nota con Sergio Hernández donde Oveja dice que nos malacostumbramos en muchas cosas, porque a veces se cree que tenemos que estar en un podio para tener un buen torneo y no es así. La verdad es que eso de hacer podios lo consiguió la Generación Dorada y no sé cuántos más, pero hasta ahí nomás. Y pasa mucho que trasladamos esas cosas a los menores, y no es así, tenemos que tener un poco más los pies sobre la tierra.

 

 

- Hablame del Pas Piélagos, porque parece que fue hace un tiempo pero en realidad debutaste hace poquito ahí. ¿Cuánto tiempo estuviste sin jugar?

. Tenía un contador en el celular y me parece que fueron 165 días sin jugar.

 

- ¿Y cómo fue manejar el tema de las ganas, el llegar a un equipo nuevo y mil cosas que te pasaron por la cabeza?

. No te das una idea lo que fue la espera, se me hizo una eternidad. Muchos a veces se quejan de que juegan una vez por semana y que tenés que esperar 6 días de un partido a otro, imaginate lo que son 165 días. Lo del problema en Bahiense ya lo sabés, eso por un lado, y acá estoy hace como 8 semanas y al principio me pasaba de ver jugar al equipo desde afuera, lo cual era peor para la ansiedad. Las primeras semanas fueron un poco duras por eso, pero me fui acostumbrando y cuando llegó el día ese que debuté no daba más de la ansiedad.

 

- ¿Con qué equipo te encontraste?

. Ahora estamos cuartos pero estamos igual que los primeros tres. Tenemos un par de jugadores buenos, Pape (Seck) viene de jugar LEB Oro, está (Miguel) Molina que es un jugador que estuvo en la cantera del Madrid y sino me equivoco creo que subía con la ACB y fue justo cuando estaba Pepe (Sánchez) en el equipo. El nivel en general, como para que te des una idea, es algo así como estar entre el Federal y el TNA. Creo que era un buen escalón como para arrancar, tampoco quería irme a algo que hoy esté tan afuera de mi alcance.

 

- ¿Te costó más adaptarte al básquet o a la gente?

. Al básquet.

 

- Esperaba que fuese al revés.

. Yo también (risas). Igual no es por una cuestión del básquet en sí, sino al estilo de juego. No estoy como si hubiera ido de Bahiense a Bahía Basket porque ahí ya conozco todo cómo juegan y demás, pero de todas formas me estoy adaptando bien, es un periodo de acostumbramiento que por suerte lo estoy llevando bastante bien.

 

- ¿La zona donde te movés ayuda para que esa adaptación a la gente sea más fácil?

. Ni hablar, acá es un pueblito, deben ser 5 mil habitantes. La ciudad más grande que tenemos es Santander, que está de acá a 20 minutos tomándote un tren. Es un lugar chico pero hay de todo, aunque lo más grande que tenemos acá es el pabellón, la cancha donde jugamos. La gente es 10 puntos, no te lo digo para quedar bien sino porque es verdad. Acá se preocupan por uno, los papás de uno de los chicos nos llevan a comer, si tenemos que hacer compras nos llevan a un pueblo donde tenemos un mercado grande. En el club pasa lo mismo, son todos muy serviciales y se preocupan por cada cosa que necesitamos.

 

- Por lo que se ve el equipo está para pelear cosas importantes.

. Sí, al principio, según tengo entendido, el objetivo era mantener la categoría, pero ahora ya que estamos arriba todos tenemos ganas de subir. De todas formas el otro día el presidente del club nos decía que lo que venimos haciendo ya es un campañón, sin importar que de acá a final de temporada perdamos todo porque desde ya es una buena campaña. Obviamente ahora estando arriba ya apuntamos a ascender, no nos vamos a conformar con estar cuartos.

 

 

- ¿Vos tenés la ciudadanía?

. Tengo ciudadanía italiana, que perteneciendo a la Unión Europea es lo mismo.

 

- ¿Y cómo sigue después de esta temporada? ¿Te seduce la idea de quedarte, querés volverte a Argentina o qué planes hay?

. La verdad es que no cierro ninguna puerta. La primera intención era venir a destrabar el pase, jugar teniendo la experiencia esta conociendo lo nuevo y volver a Bahía Basket si se podía llegar a dar. Ahora que me vine para acá empezaron a aparecer otras cosas, viendo qué podía pasar si tenía un buen paso y si aparecía algún equipo que me quisiera. También va a estar el tema de ver si quiero volver, porque acá llevo un mes y medio sintiéndome muy bien y no sé si será lo mismo de acá a tres meses o proyectándolo a una temporada completa, porque la familia se extraña. Es un tema quieras o no, pero es algo que pensaré cuando llegue el momento o haya un interés concreto.

 

- La mayoría arranca así y en muchos casos llega lejos.

. Sí. A veces hablo con Bruno Cerella y es un ejemplo, porque yo acá estoy en una cuarta categoría y Bruno arrancó en una sexta. La verdad es que me gustaría hacer un poco de lo que hizo él, porque ahora está en el mejor equipo de Italia y es un ídolo allá. Cuando conocés historias como las de él te dan ganas de imitarlas, porque te demuestran que si bien puede llegar a ser difícil de conseguir a su vez es algo posible de lograr. Igual eso va a depender de si tengo lugar en otro equipo o acá, ya se verá al final de temporada.

 

- ¿Cuánto puede mejorar y crecer un jugador, y vos en particular, en este tiempo que venís teniendo?

. Y la verdad es que depende mucho de cuánto entrenés y la capacidad de cada uno. Por darte un ejemplo, yo no tengo el mismo poder de absorción que el que tiene Luca Vildoza porque sino no estaría acá. Pero bueno, eso también depende de la confianza del entrenador y de los compañeros, además de estar sujeto a cuánta participación tenés dentro del equipo. Por ahora, además de entrenar y demás, estoy tratando de volver a lo que era antes del parate de Bahiense. Creo que el mejor momento que tuve fue antes de ese parate, ahora debo estar por debajo de eso pero mi idea es llegar a ese nivel de nuevo y a partir de ahí ir agregándole todas estas cosas que estoy sumando mientras estoy acá.

 

- De todas formas estás en una línea saludable por así decirlo, porque si estás por debajo del nivel que tenías hace un tiempo tu elección en la EBA termina siendo acertada en vez de haberte ido a otro lugar donde prácticamente no tengas demasiada participación.

. Sí, tenés razón en lo de que son elecciones. En muchos casos, no en el mío en particular, ves jugadores con muy buena proyección que pegan el salto a equipo muy buenos y prácticamente no tienen incidencia. A la larga pasa que se pierde nivel, no porque no lo tengan, sino porque no juegan y tal vez el entrenador no les da la confianza o minutos que necesitan. Puede pasar algo muy parecido a lo que me pasó a mí estando parado, porque cuando estuve parado también entrené este último tiempo con Bahía Basket pero lo que te da jugar no te lo da ninguna otra cosa. Son decisiones, a mí me pasó de que el parate que tuve no sea algo de mi propia decisión sino por una situación forzada y por eso ahora quiero volver al nivel donde estaba. Hoy quiero recuperar ese nivel, llegar lo mejor posible al final de temporada y después ver qué hago y qué me puede salir para la siguiente.

 

 

Lucas Leiva / [email protected]
En Twitter: @lucassleiva
En Twitter: @basquetplus

 

 

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