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"Los puntos vendrán naturalmente, independientemente de ser goleador o no. Si fui el máximo anotador del juego fue porque el equipo me ayudó, fue gracias al trabajo colectivo y no al individualismo. Fallé mucho, principalmente en el comienzo, pero es cuestión de tiempo hasta obtener la condición física y mejorar la puntería", expresó el propio Leandrinho luego del partido, con absoluta autocrítica. En cierto punto es lógico que haya fallado bastante (5/12 de campo), si se tiene en cuenta que hace 10 meses que no juega. Pero igualmente se las ingenió para anotar 19 puntos y ser el goleador en el triufo de su equipo ante Vitória (68-55).

Para ser más precisos, su último partido oficial databa del 27 de marzo del año pasado, cuando todavía formaba parte de los Phoenix Suns. En aquella jornada, que terminó con victoria 130-120 para Boston, el escolta brasileño había anotado 11 puntos, junto con 5 rebotes. Pasó mucho agua debajo del puente, pero finalmente su martirio se terminó ayer. Volvió a jugar y a sentirse pleno, ni más ni menos que en su casa. 

Este nuevo desafío con Franca comenzó de la mejor manera para la estrella de 35 años: aportó 3 rebotes, 2 asistencias y 1 robo de balón, además de los 19 puntos, ante un estadio repleto (5302 personas). De esta manera, los francanos lograron su cuarto éxito de forma consecutiva y se subieron a la cuarta posición de la NBB, gracias a un récord 8-3.

"Los tres últimos juegos fueron maravillosos para nuestro equipo. La gente ve que la huella defensiva está prevaleciendo y eso es muy importante para el ataque. El grupo entero está muy bien y espero que siga dando todo bien para nosotros", concluyó Leandrinho. Con él en cancha, el futuro es aún más prometedor para Franca.