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El curioso caso de Xavier Silas

17:28 22/08/2020 | Hijo del gran James Silas, probó suerte en la NBA, llegó a Argentina y recorrió el mundo buscando volver a Estados Unidos. Una historia particular.

Silas en San Lorenzo (Foto: La Liga Contenidos)

¿Mala suerte? ¿El destino? ¿Qué le pasó? El protagonista de la historia es Xavier Silas y quizás a muchos en Argentina les suene su nombre. Sí. Tuvo recorrido por la Liga Nacional y buenos rendimientos que fueron escondidos por sus excéntricos comportamientos dentro de la cancha. Protestas a los árbitros, intercambios de palabras y algunas otras cosas no lo mantuvieron centrado en el juego.  

 

Como aquel retazo que se pudo ver en el país, la carrera de Xavier fue tan exaltada como inusual. Hijo de James Silas, un exjugador profesional de básquet que llegó a disputar seis temporadas en la NBA y cuatro en la ABA, tuvo una buena infancia y creció en Austin, Texas, donde asistió a la escuela Stephen F. Austin. Luego, en la temporada 2005/06 se mudó a Wolfeboro, New Hampshire para formarse en la Brewster Academy. 

 

Primeras experiencias 

 

Hizo su etapa posterior en la University of Colorado at Boulder y después se transfirió a Northern Illinois en 2008. Sin embargo, terminó perdiéndose la temporada completa por regulaciones de su transferencia. Explotó como senior dos años después, en la 2010/11, en donde promedió 22.3 puntos y 4.6 que le valieron ser elegido para integrar el quinteto ideal de la conferencia All-Mid American.  

 

Hasta esa temporada todo transcurrió de manera normal, pero... es momento de ajustarse los cinturones porque acá empieza a desdibujarse la situación. Se presentó al Draft de la NBA en 2011 y ningún equipo se interesó por él, por lo que decidió irse a Francia a jugar para el BCM Gravelines. Llegó el 16 de septiembre y apenas aguantó hasta principios de diciembre de ese año, en donde decidió volverse a Estados Unidos para firmar un contrato con Philadelphia Sixers. 

 

Con los Sixers estampó su autógrafo el nueve de diciembre y lo cortaron apenas 11 días más tarde, el 20 de diciembre. Una semana después se fue a la G-League para jugar en Maine Red-Claws. Finalmente, el 24 de abril de 2012 Philadelphia lo fichó por el resto de la temporada.  

 

Nuevas rutas 

 

En ese huracán se mantuvo hasta 2014 y jugó para Philadelphia, Milwaukee y Washington en la NBA. En medio de eso, el alero estuvo en Israel, participando en apenas nueve juegos para el Maccabi Ashdod, y en Argentina. Vistió la azul y roja de Quimsa y no lo hizo para nada mal. Durante su estadía en Santiago el yanqui promedió 20.2 puntos y 3.1 rebotes. Su paso allí también fue efímero y duró menos de un bostezo. En total fueron 18 presentaciones.

  

Tras su última experiencia en Wizards se fue a Grecia y defendió los colores de Nea Kifissia. Después el Telekom Baskets Bonn, en donde, como se imaginan, tampoco duró mucho y jugó tan solo nueve partidos. La vida lo trajo de nuevo a suelo nacional, tras firmar un acuerdo con San Lorenzo el 19 de noviembre de 2015.  

 

De nuevo, apenas siete partidos con el conjunto azulgrana, en donde promedió 12.4 puntos y 3.7 rebotes. Se paseó por la G-League tras su salida de Argentina e intentó jugar en China, pero, a pesar de haber firmado contrato con Hunan Yongsheng, nunca sumó minutos en el conjunto asiático.  

 

Siempre abierto a nuevas oportunidades, Silas se unió a la innovadora liga Big 3 creada por Ice Cube e hizo historia tras convertirse en el primer jugador del mundo en pasar de ese torneo a la NBA cuando Boston Celtics lo fichó por diez días el 28 de marzo de 2018. Después de terminar su paso verde se fue a Denver Nuggets para el Training Camp de pretemporada en el que intentó pelear por un lugar en el equipo. 

 

El trotamundos 

 

Lamentablemente, los Nuggets lo dejaron libre el 13 de octubre de 2018 y Xavier terminó viendo pasar por la ventana su última oportunidad de jugar en la NBA. Su carrera tuvo de todo y desfiló por Argentina, Israel, Alemania y Grecia. Recorrió el mundo gracias al básquet y en la actualidad se desempeña como asistente de Delaware Blue Coats en la G-League.

 

Quizás no tuvo suerte de rendir en la NBA, pero quien le quita lo bailado. Conoció, disfrutó e intentó, bajo todos los medios posibles, llegar a lo más alto. Puede estar tranquilo. No tiene nada de qué arrepentirse.

 

Xavier Silas. El curioso caso de Xavier Silas.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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