Historia

El 18 de julio, día de alegrías y de tragedias para Walter Herrmann

15:24 18/07/2020 | Hace 16 años, Argentina conseguía el título sudamericano en Brasil con Herrmann como MVP, pero el alero se enteraba de otra desgracia familiar.

Herrmann con la red de campeón y el premio MVP del 2004

El 18 de julio de 2004, Argentina lograba el título de campeón sudamericano de básquetbol en Campos, Brasil, venciendo en la final al local con un contundente 95-78, vengando la derrota de la fase inicial ante el mismo rival (92-98), y recuperando el cetro tras perderlo un año antes en Uruguay. 

El héroe de la final fue un pletórico Walter Herrmann, que terminó la jornada con el premio de MVP del torneo tras romperla toda en la final, sumando 37 puntos y 11 rebotes. En ese equipo estaban otros futuros campeones olímpicos ese mismo año: Carlos Delfino y Leo Gutiérrez. El plantel lo completaban: Lo Grippo, Prigioni, Román González, Lábaque, Farabello, Prego, Pelussi, Mázzaro y Juan Gutiérrez. El técnico era Fernando Duró. 

La situación era un premio para Herrmann, que el 18 de julio, pero del 2003, un año exacto antes, había sufrido el mayor golpe de su vida al perder en un accidente automovilístico en Córdoba a su mamá, a su hermana y a su novia. En ese momento estaba entrenando con la selección que se preparaba para ir al Preolímpico de Puerto Rico, al que decidió no ir. 

El equipo se fue a Río a festejar, ya que Campos estaba cerca. Nadie sabía que otra desgracia esperaba a Walter. "Dormí muy mal el día previo, no podía conciliar el sueño. Después de la medianoche sentí que iba a ser un día especial para mí. Tuve el presentimiento de que me ayudarían", dijo. "Fue un gran partido y me fue bien, y después salimos a cenar", dijo Herrmann en ESPN.

A su retorno, recibió la noticia. Su padre había fallecido de un ataque al corazón. Otra vez un 18 de julio marcado por la tragecia para el venadenses. De una cabeza especial, Walter tuvo la capacidad emocional de recuperarse y participar de los Juegos Olímpicos de Atenas, menos de un mes después. Y ser el revulsivo determinante en los partidos ante Grecia (cuartos de final) y Estados Unidos (semis), para terminar con el oro olímpico. Una historia mezclara de alegrías y tristezas que Walter cargó toda la vida con entereza. 

 

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