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El Draft de 1984 quedará grabado a fuego en la mente de la franquicia de Portland y de sus fanáticos. Tuvieron la chance de elegir a Hakeem Olajuwon o a Michael Jordan, pero el azar y una decisión que hoy en día se puede analizar como equivocada, generaron una historia diferente. Perdieron la posibilidad de tener la primera selección de aquel draft a manos de los Rockets, por el lanzamiento desfavorable de una moneda; luego optaron por Sam Bowie y dejaron pasar a Jordan, quien fue elegido en la tercera posición con los Bulls, en donde estableció uno de los legados más grandes de la historia.

Clyde Drexler era miembro y figura de aquel equipo de Portland Trail Blazers, pero nunca dejó de imaginarse lo diferente que hubiera sido su carrera con Jordan dentro de su equipo, tal como explicó en una conferencia de prensa para medios europeos, así como también las razones de la franquicia para elegir a Bowie: “Pienso constantemente en todo lo que podíamos haber ganado juntos. En 1984 nos quedamos con la segunda elección. En aquel momento, Stu Inman era el GM y Jack Ramsay el entrenador. En el equipo teníamos a Michael Thompson como ala pivote, a Kike Vandeweghe como alero y a John Paxon, Darnell Valentine y a mí mismo como escoltas y bases. Las posiciones exteriores estaban bien cubiertas, pero no así las interiores. Entonces Ramsay, que en 1977 fue campeón con Bill Walton, creía que la clave para ganar estaba en tener un buen pivote, así que eligió a Sam Bowie en lugar de a Michael Jordan”.

“Sam Bowie no era mal jugador, pero tenía muchos problemas para mantenerse sano. Antes de aquel draft, Michael Thompson ya había avisado a los medios de prensa: ‘Si los Blazers apuestan por Jordan, él y Clyde Drexler harían del equipo una dinastía durante los siguientes diez o quince años’. Sin embargo los directivos de la franquicia le dijeron que no volviera a decir ese tipo de declaraciones sin sentido, ya que lo que hacía falta en Portland era un pivote. El tiempo acabó demostrando justo lo contrario. El resto ya es historia. Tuviste la oportunidad de hacerte con Hakeem Olajuwon y Michael Jordan y te quedaste sin ella”, concluyó el máximo anotador de la historia de los Trail Blazers, quien finalmente pudo conseguir su anillo en 1995 con Houston Rockets.