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Asediado por los medios, Derrick Rose no es una figura más, todo lo contrario, tras las deserciones de sus compañeros se convirtió en el jugador más representativo de Estados Unidos en este Mundial.

Concentrado, casi siempre serio, pasa al lado mio hacia los vestuarios, y solo porque estoy en el medio del camino cruzamos miradas... regresa unos minutos más tarde, vuelve a entrenar focalizándose en su rutina.

Así es Rose, un jugador distinto, con una fuerte mentalidad, que después parece liberar tensiones a la hora de hablar.

- ¿Qué sabe de Eslovenia?
- Qué es un buen equipo, tiene jugadores de buena talla física y un buen juego interior, y por fuera cuentan con dos jugadores como los hermanos Dragic que pueden hacer mucho daño".

- ¿Y ve a Eslovenia como un rival que puede tener ciertas chances de ganarle a Estados Unidos?
- Entiendo que los equipos que quedamos somos los verdaderos candidatos a lograr el título. No me gusta hacer pronósticos, pero nosotros, lógicamente, estamos aquí para ser campeones, y eso pasa por ganarle esta noche a Eslovenia.

- ¿Van a cambiar algo respecto a vuestro juego, o más bien encarar el partido con Eslovenia de otra manera?
- No creo que vayamos a cambiar algo, hasta ahora no lo hicimos. Vamos a seguir defendiendo duro para incrementar mejores opciones en ataque, y esperamos continuar mejorarando la efectividad en los tiros externos, que no fue la mejor aún. Lo necesitamos porque cada partido nos plantea una exigencia mayor.

- Hace dos días Ud. dijo que sentía una evolución en su juego a pesar de que aún no pudo desarrollar lo que mejor sabe hacer. ¿Como se siente realmente?
- Vengo haciendo un gran trabajo de recuperación, sobre todo porque la temporada pasada no tuvo ritmo de competencia. Eso me pasó factura, pero estoy bien, con las energías puestas en lo que hago, y subiendo la intensidad de a poco, partido a partido.

Roberto Martín
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