"Debemos pensar en el desarrollo en vez de adaptarnos a las excusas"
16:42 04/01/2015 | Pepe Sánchez habló sobre la actual LNB y su formato, la LDD, su organización Bahía Basket, la llegada de Espil y Oberto a la CABB, y Manu.
Juan Ignacio Sánchez continúa a paso sólido su proyecto en Weber Bahía Basket. Después de años de haber impulsado un cambio sustancial no solo en Bahía Blanca sino también a nivel nacional desde lo organizativo, la cabeza del proyecto bahiense se encuentra actualmente apuntando los cañones mucho más hacia el plano social, mucho más afianzado en los demás aspectos que conlleva el manejar la organización que dirige.
Desde su tierra natal, el histórico base y hoy conductor de Bahía Basket dialogó con Básquet Plus, hablando del presente en el cuál se encuentra su corporación y las nuevas ideas que hay de cara a futuro. Pepe también habló sobre la recientemente iniciada Liga de Desarrollo, una apuesta importante para los más jóvenes de nuestro país, y sobre lo vital que será para formar a los jugadores del futuro. Sánchez cree que hacer una evaluación de la nueva forma de juego de la Liga Nacional es apresurado, aunque está seguro de que se debe sumar y apostar al desarrollo en lugar de marcar constantemente los errores. Además, siendo todo un indicado para opinar en esta cuestión, también se refirió a la reestructuración en la CABB con Espil y Oberto, y a la reciente marca de Manu Ginóbili tras sobrepasar los 1000 partidos dentro de la NBA.
- Contame cómo marcha actualmente la organización de Weber Bahía Basket, una apuesta que arrancó hace años y que con el correr del tiempo se ha afianzando cada vez más.
. Pasaron ya seis años desde que empezamos a movernos, cinco temporadas que ya participamos en la Liga, y son varios años para poder consolidarnos en un montón de aspectos. Me parece que estos dos últimos a nivel organizativo fueron los mejores porque la experiencia es una parte muy importante en esto, sabiendo que los primeros tres años fueron tiempos donde aprendimos mucho. En estos últimos dos años ya fuimos más hacia detalles, seguimos buscando la mejora obviamente pero estamos más abocados al detalle que a lo macro. Al principio fue poner todas las piezas juntas, y hoy por hoy vamos por la mejora de esas cositas que hace la gente que trabaja con nosotros. De hecho hoy mi función está más enfocada a seguir ayudando en el bienestar de la gente que trabaja para nosotros, en ver qué necesita el cuerpo técnico, los jugadores, el staff que trabaja para nosotros en el día a día fuera de la parte deportiva, así como también recostado en el hecho de generar ideas para implementar desde lo social. La gran apuesta nuestra es que podamos, desde el deporte, volcarnos a lo social.
- Si estos últimos dos años fueron de lo más positivos trabajando sobre detalles, calculo que hablamos de un crecimiento acelerado y que seguramente cumple tus expectativas, ¿no?
. (Piensa) Creo que hay una clave en todo esto y es que nunca debemos parar de trabajar, nunca dejar de generar cosas, eso que hace que se te vaya generando un volumen de labor, con errores y aciertos, lo concreto es poder formar una lógica de trabajo. En la experiencia vas aprendiendo mucho, a veces hay cosas que podes tener en la cabeza y que a medida que seguís trabajando las asimilas como así también otras que la propia experiencia te las va enseñando. Sobre todo se va aprendiendo desde el entorno, hoy por hoy hay una confianza plena en el trabajo de cada uno de los que hace esto y sin dudas produce que la labor sea mucho más relajada, hay un orden y una automatización. En la organización somos prácticamente los mismos que los que empezamos y eso genera esa confianza y tranquilidad en el otro. La idea es seguir generando cosas, desde lo organizativo para nosotros esto también sería como un recién empezar, porque al tener la tranquilidad de que lo básico se va a hacer vamos a apostar a más y tratar de producir cosas más complejas. Buscamos nuevos horizontes ahora, como por ejemplo la diplomatura académica que vamos a hacer con la UPSO, llevar adelante la escuela social, meternos en aspectos deportivos que no solamente abarquen el básquet sino también giren en torno a un plano más general, poniendo nuestro grano de arena. Obviamente que esto lo podemos hacer porque lo básico está resuelto.
- Trabajar mucho más en el aspecto social es la apuesta, en una forma de representar desde organizacional a todo Bahía Blanca. Metieron lo académico con la UPSO, el femenino, ¿y además de ello puntualmente qué proyectos hay en mente?
. Estamos haciendo mucho hincapié sobre todo en la inclusión, trabajamos con ese concepto como prioridad. Y hablo de inclusión en todo sentido, desde personas con capacidades diferentes, inclusión de chicos que no jugaban al básquet como es el caso de la escuela social donde hoy tenemos más de 100 chicos y espero que en el 2015 lleguemos cerca de los 200, trabajamos en la segunda cancha en el Polideportivo... son cosas que desde lo social es inagotable porque siempre hay cosas que hacer y el deporte es un canal que te lo permite realizar. Lo de la parte académica también es importante porque es una vía por la que creo que se pueden compartir nuestras experiencias y poder ayudar. Hay mucha gente no solo de Argentina sino también de Latinoamérica que quiere venir a ver cómo hacemos todo este trabajo, y nos encantaría pero la verdad es que todavía no estamos a ese nivel de poder tomarnos un tiempo, seguimos trabajando y al tener el tema de la diplomatura se nos hace mucho más fácil porque tiene la capacidad de poner todo lo práctico del día a día.
- A veces cuesta y es difícil separar para muchos, de hecho hasta en ocasiones parece injusto, ¿pero cómo se divide el tema organizacional con el deportivo y los resultados?
. Creo que hay un par de conceptos claros, y me refiero a que lo organizativo va por un carril diferente que lo deportivo, digamos que vos podes ganar todos los partidos, perder todos, algunos, o la mitad, o lo que se sea, pero nada de eso debe cambiar la forma en la que el club o la organización trabaja. Lo mismo está referido al tema del espectáculo, porque muchas veces está la crítica de "hacés un muy buen espectáculo pero el equipo no gana", y en realidad va por otro lado porque no podés hacer un espectáculo prediciendo en ver si el equipo va a ganar o va a perder. Lo organizativo va por un carril, por el hecho de realizar un espectáculo coherente con lo que uno puede hacer, con los medios que posee y para la familia; y el aspecto deportivo va por otro lado. Nosotros en ese sentido no lo tocamos, ambos aspectos trabajan en paralelo, hay comunicación entre esos carriles pero uno no tiene que influir en el estado de ánimo del otro. Una derrota no hace que al día siguiente las cosas dejen de funcionar, o que se quite presupuesto de un lado para ponerlo en el otro, eso no puede pasar. Eso te da una división de roles bien claros en lo interno y te da la pauta de que las cosas pueden funcionar. Después está la apuesta que se hace en cada uno de esos carriles, con objetivos, y creo que en ese sentido hemos sido coherentes con los objetivos que nos hemos planteado. A veces los demás piensan que se monta todo un muy buen espectáculo desde lo organizativo pero que sin los resultados deportivos no se refleja. La organización no solamente gira en torno a los éxitos en cancha, pero en cuanto al equipo yo tengo confianza de que nos vamos a acomodar. Si acompañamos lo organizacional con buenos resultados del equipo para muchos se va a notar mucho más y va a quedar más visible lo que hacemos. Estamos bien, creo que estamos a un paso de demostrarlo.
- Respecto a una de las apuestas que hacen, sobre todo porque hace tiempo vienen trabajando y mucho con los jóvenes y de seguro lo ves de forma positiva, ¿Qué visión tenés con la Liga de Desarrollo?
. Sí, absolutamente, creo que es algo muy acertado, es algo que suma y que en ningún sentido tiene forma de restar. En conceptos generales la idea es poder brindarles tiempo de juego a los chicos que están en nuestros planes de Liga, también para el reclutamiento porque obviamente sirve para eso en cualquier tipo de Liga. Básicamente es eso, después podemos buscarle mil alternativas ya sea por el formato o el juego, cosas que pasan a ser menores con respecto a la idea macro que tiene que ver con generarle competencia a los chicos. Creo que es algo que también tiene que ver con algo que se ha planteado esta nueva gestión, referido a reformular algunas cuestiones también mirando otras ligas, con respecto a los jóvenes y creo que la Liga de Desarrollo aporta un grano de arena muy importante. Debemos volver a reclutar, a volver a las nubes por así decirlo en lo que respecta al desarrollo del básquet argentino. Después me parece que está la parte profesional, que es la Liga en general, donde hay que ir aggiornándose, buscar caminos como los que se están buscando durante este año donde por ejemplo se ha cambiado el fixture, viendo de qué manera se puede competir más y que sea más eficiente para los clubes, y en ese sentido creo que hay una idea de poder organizarla y hacerla funcional porque desde hace un tiempo había quedado un poco obsoleto.
- Ustedes tienen chicos que apuntan alto en el sentido proyección, y si tomamos en cuenta nombres como Vaulet, Fjellerup, Ramos y varios más, seguramente la implementación de la competencia y el darle minutos a esos pibes les cae bárbaro.
. Sí, yo siempre insisto y creo que cada equipo tiene que encontrar su lugar dentro de una competencia, va a haber equipos que claramente competirán por el título porque presupuestariamente o por otra razón pueden hacerlo, y otros con otro tipo de aspiraciones y se abocan a otras cosas. Es como una orquesta, uno tocará el piano y el otro el trombón. A partir de que entendés tu rol dentro de la competencia podés crecer, y yo quiero ganar, así como lo hacen muchos de los equipos que tienen dinero. De hecho todos queremos ganar, lo que pasa es que a veces tomás un camino más largo, con más trabajo, y es lo que para nosotros está bien porque es lo que nos sale de adentro, con trabajo, estando siempre en la cancha guiando a los jugadores más jóvenes, apostando a ellos. Es el camino que elegimos, es donde más cómodos estamos, y creo que le hacemos un bien a la competencia siendo una de las variables que le ponemos. Más allá de que esto es profesional y de que jugamos para ganar, también tiene que haber un punto donde lo que hacés tiene que serle sano a toda la competencia. En este caso lo que hacemos con estos chicos, además de darle minutos, exigiéndolos y guiándolos día a día, es ayudar a fortalecerlos, a alcanzar un alto nivel para el básquet argentino y que apunten a ser jugadores de selección.
- Recién tocabas el tema particular de la Liga, ¿Se puede hacer un análisis o es prematuro?
. No, me parece muy temprano, no podría hacer un análisis habiéndose jugado cerca de 20 fechas, hacerlo en medio del año sería apresurado. Los análisis buenos y reales se hacen una vez terminado todo y con tiempo para que descanse en cuanto a ideas y conclusiones propias, para después poder llevarlas al ámbito que corresponden que es a la AdC. Es más, yo escucho y leo cosas desde transcurridas cinco fechas de haberse iniciado la competencia, hablando del porqué se lesionan jugadores o el bagaje de tantos partidos seguidos, y creo que los jugadores necesitan tiempo para adaptarse al nuevo formato. Si un jugador se lesiona por jugar cuatro partidos seguidos entonces estaríamos en problemas, porque cuando vas a jugar un torneo internacional con la selección jugas siete partidos en nueve o diez días. Me parece que mucho del debate pasa por ahí, en ver si resolvemos no modificar nada para compensar deficiencias internas y propias o apuntamos hacia algo mejor que obviamente va a llevar un periodo de adaptación y tendrá una mejoría también hacia el jugador porque hablamos de nuevas formas para encarar la competencia, el descanso, la preparación y demás. Cuando uno juega cuatro partidos en ocho días entonces se requiere otro tipo de preparación, una forma distinta de afrontar la Liga.
- Quizás a veces parece difícil encontrar un punto donde todas las partes estén conformes, más en una Liga con cambios y de transición como la que estamos atravesando.
. Yo lo que digo es que en el debido momento se sacarán las conclusiones que se deban sacar, la idea es nivelar para arriba, si vos siempre titulas para abajo, marcas los problemas y para justificar los problemas vamos a adaptar todo para que eso mismo no se note me parece que no va. Yo prefiero que los problemas salgan a flote, así se estudia cómo solucionamos esos problemas que tenemos, de qué forma nos adaptamos a una mejoría, cómo se usan esas dificultades para poder utilizarlas de incentivo. En el caso del nuevo sistema me parece que plantea varias dificultades para los jugadores y para los clubes, pero se sortean mientras el jugador también pueda dar un paso adelante, teniendo la capacidad de poder jugar partidos seguidos para ser un mejor profesional. Ahora, que tengamos que volver a jugar con mucho tiempo entre partido y partido para justificar otras cuestiones sería lo opuesto. Tenemos que pensar en desarrollar jugadores que nos hagan enamorar de este deporte en vez de estar pensando en cómo nos adaptamos a la mediocridad de sus excusas.
- Paso a preguntarte por el tema de CABB y este proceso de reestructuración que se está llevando a cabo, y puntualmente te pregunto por los casos de Espil y Oberto y su llegada a la Confederación.
. Lo de Juan y Fabri lo celebro, porque los conozco y porque sobre todas las cosas sé que le van a dar credibilidad a este nuevo proyecto. Yo confío mucho en el ex jugador y en el deportista, diferente a lo que es un dirigente convencional porque le aporta otra visión. Es verdad que a veces el salto de la cancha al plano dirigencial requiere todo un proceso de experiencia, conlleva un conocimiento de cosas administrativas, y por eso estoy convencido que el dirigente convencional también tiene que estar, ver qué puede salir. En el caso particular de ellos dos creo que le aportan esa credibilidad, sus carreras y lo que han logrado, no solo en el plano deportivo sino también como conducta en todo sentido, le dan a la CABB esa tranquilidad, confianza y credibilidad muy necesaria viniendo de atravesar una situación donde evidentemente fue el peor momento de la historia en la Confederación.
- Al ser el primer argentino en haber llegado a la NBA sos más que una palabra autorizada, ¿Qué podes decir de la marca que quebró Manu al pasar sus 1000 partidos en la NBA?
. De Manu ya creo que no hay nada nuevo ni mucho más para decir. Es una marca, más de 1000 partidos es un número para considerarlo dentro de los mejores de la historia de la NBA, en su puesto seguramente, ya no hablando solamente de Latinoamérica y de Argentina. Primero el hecho de que no hay tantos jugadores en la NBA con más de 1000 partidos, sino que también hay sumar todo lo que ha ganado, con tantos títulos conseguidos... creo que es una clara marca de lo que representa con toda su calidad.
Lucas Leiva / [email protected]
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