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Nunca antes en la historia del FIBA Américas se ha visto un equipo tan dominante como el canadiense, quedarse corto del objetivo. En este caso, la clasificación a los Juegos Olímpicos.

Para ponerlo en contexto, los de Triano terminaron la segunda fase con una diferencia de +19,3 (sin contar el partido de descarte), lo cual representa apenas la quinta ocasión en la que un equipo que no sea Estados Unidos, promedia por encima de 15 puntos de brecha por juego.

El dato es que los cuatro equipos que anteriormente habían mostrado ese dominio en el FIBA Américas, eventualmente consiguieron el boleto, ya sea a los Juegos Olímpicos o al Mundial. Y tres de los cuatro, fueron campeones.

El primer caso es el de Puerto Rico en la primera edición del torneo (1980), cuando salió campeón luego de tener una media de +19,3 en la fase de grupos. Aquel conjunto consiguió su pasaje a los Juegos de Moscú, aunque eventualmente no concurrieron debido al boicot liderado por Estados Unidos.

Nueve año después, Brasil tuvo la diferencia más amplia hasta el momento, con un +28,6 en la ronda de grupos. Los sudamericanos se quedaronn cortos de la final, pero alcanzaron el tercer puesto y con él, la clasificación al Mundial de Argentina 1990.

La década del ´90 no vio un dominio semejante, algo que sí sucedió en Neuquén 2001, donde el conjunto de Magnano registró la segunda mejor marca hasta el momento: +23,6. Esta vez no hubo dudas y Argentina se quedó con el oro.

Una situación similar se vivió en el 2011, también con Argentina llevándose el título en casa, en esta oportunidad en Mar del Plata. Aquel seleccionado de Lamas promedió +18,4 por partido antes de las semifinales y su llegada a Londres fue confirmada tras vencer en las mismas a Puerto Rico.

Y entonces llegamos al caso canadiense y su +19,2 (cuarta mejor marca histórica) en el actual Preolímpico de México. Con su caída en semifinales ante Venezuela, los de Triano no sólo se quedaron lejos del título, sino también de Río 2016. 

Como ya mencionamos, nunca antes en la historia un equipo que venía con semejante distancia en sus triunfos había sido eliminado en un FIBA Américas. No hay dudas, lo del conjunto del Che no sólo marcó un hito para el deporte de su país, sino que también representó quizá la mayor sorpresa (o decepción) en los 35 años de historia de la competencia.