La revolución que se levantó en las últimas horas con los comentarios de George Karl sigue dando que hablar en la NBA. El entrenador apuntó y disparó contra sus ex dirigidos en Denver, Carmelo Anthony, JR Smith y Kenyon Martin. Las palabras que utilizó a través de su nuevo libro ("Furious George") fueron duras, demasiado, fiel a su polémico estilo y atacando no solo aspectos del juego sino también a la hombría y la madurez de los tres jugadores en cuestión.
Y era obvio que iba a haber alguna respuesta, o por lo menos que los tres jugadores iban a ser consultados sobre ello ante el mínimo contacto con la prensa. Carmelo no pudo evitar que se le pregunte anoche, tras el partido que los Knicks jugaron ante Orlando en el Madison. Y Melo fue directo en sus declaraciones.
"Solo espero que encuentre la felicidad en lo que está haciendo. Su libro, supongo, le traerá felicidad. No estoy decepcionado. Es irrelevante para mí. Es irrelevante en este punto. La realidad es que todo el mundo está hablando por mí basándose en su propia experiencia, así que yo no tengo que hablar sobre ello".
"No sabía que era para tanto. Nunca supe que fui un, ¿cuál fue la palabra?, ¿enigma? Ni siquiera se lo que demonios significa siendo honesto. Nunca lo supe. Nunca me lo dijeron. A cualquiera que le preguntes, asistentes, jugadores, directivos, cualquiera hablará diferente refiriéndose a mí, refiriéndose a nuestra mentalidad y a aquel equipo", explicó la estrella de New York.
Otro de los que habló pero a través de su cuenta de Twitter fue Kenyon Martin, mucho más desencajado por la incómoda situación en la que Karl lo puso a él y a sus compañeros de entonces. El ya retirado jugador escribió una imperdible columna en The Player's Tribune, aunque sus reacciones picantes del primer momento no pudieron ocultar un notorio y gran malestar.
"Es el descaro de un técnico espantoso y cobarde", comenzó explicando Martin en Twitter. "Todos los que jugaron para esa horrible persona y entrenador, no pueden soportar estar dónde él ha estado. Yo no tuve un padre cuando crecía. Todos sabemos eso. ¿Cuál es la excusa de George Karl para ser una persona horrible? Dado que somos tan malos como jugadores, diganle que entregue las victorias de aquel Denver. Tener muchos triunfos no te hace un buen entrenador. Siempre dirigió a jugadores talentosos".
Si bien Melo se tomó con cierta indiferencia y hasta se animó a bromear diciendo que a lo mejor él también podía escribir un libro (cuando le preguntaron por el título que le pondría dijo irónico que sería "Stay Melo, not Furious"), Martin se lo tomó mucho serio y también respondió de forma dura.