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Insurgente, irrespetuoso y caradura. Tres palabras que definen a la perfección a Brandon Robinson, el foráneo que llegó esta temporada a la Liga Nacional de la mano de Quimsa. Desde que arribó al país dio muestras de su calidad ofensiva y su personalidad. No le tiene miedo a los grandes escenarios y su figura se acrecienta en los momentos más complicados. Poseedor de una muñeca especial, el de Estados Unidos castiga a sus rivales constamente a partir de su tiro de media y larga distancia. 

Pero su relevancia no queda en palabras y para entender su verdadero protagonismo hay que analizar sus estadísticas. Su juego se basa en dos vertientes: generación de oportunidades con la pelota en sus manos y lanzamiento mortífero de dos y tres puntos. Estos recursos le permiten ser el goleador de Quimsa con un promedio de 19.0 puntos por encuentro. Sin ser el más explosivo de un conjunto revulsivo por esencia, el foráneo sabe y entiende cuándo impactar en la cancha, creando acciones no sólo para él, sino también para sus compañeros. 

El extranjero nacido en Lake Wales, Florida, capitaliza el 34% de los puntos totales del conjunto santiagueño y tiene un porcentaje de uso del 29.9%, el cual también es el más alto del plantel. A su vez, es uno de los jugadores más finos del equipo y tiene un porcentaje de tiro verdadero del 60.5%. Estos guarismos reflejan la calidad ofensiva de Brandon, que, a partir de su fina mecánica, genera para él y el resto, con altos porcentajes de acierto y gran volúmen de juego. 

Otro apartado en el que está por encima de la media es en los tiros libres, ya que es el segundo jugador de la plantilla que mejor porcentaje posee en la línea de los respiros profundos (89.1%), y el único que lo supera es Sebastián Lugo, uno de los jugadores que menos minutos disputa.

Su aporte es valioso y vital para el funcionamiento y las pretensiones de Quimsa esta temporada. Es el que mayor porcentaje de victorias compartidas posee (3.6) y el que toma la pelota cuando la cosa se pone difícil. Es rendidor, protagonista e indómito. Cuando está en su zona pocos lo pueden detener. Brandon Robinson llegó sin ser conocido, pero ahora todos saben su nombre. Fue un ladrón que asaltó Argentina y maravilló a todos. Lo mejor está por venir.

Ignacio Miranda/ [email protected]
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