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No había dudas de que Carmelo se iba a ir de OKC en este mercado, solo restaba por conocer hacia donde y en qué términos. Finalmente, según informó Adrian Wojnarowski, Oklahoma hizo un verdadero negocio desde el punto de vista ecónomico, ya que, a través de un acuerdo con otras dos franquicias, se desligó del contrato de Anthony (27.9 millones en la 2018/19) y logró salvar aproximadamente 100 millones de dólares entre salarios masivos y tasas de lujo.

A su vez, OKC logró incorporar al base Dennis Schroeder (exAtlanta, con contrato de 15.5 millones para cada una de las próximas tres temporadas) y a Timothe Luwawu-Cabarrot (ex76ers) luego de un acuerdo con Philadelphia por Muscala.

Por su parte, Atlanta se quedó con los servicios de Carmelo, pero lo más probable es que lo termine cortando. Decidió prescindir del base alemán debido a la superpoblación en esa función que fue provocada por la incorporación de Trae Young y Jeremy Lin. La franquicia de Atlanta también se adueñó de un pick protegido de primera ronda  del Draft del 2022, perteneciente a Oklahoma City y a Justin Anderson (ex76ers).

Por su parte, los 76ers obtuvieron a Mike Muscala, quien había llegado al Thunder en el intercambio por Carmelo. Tuvieron que resignar a Luwawu-Cabarrot, en una transferencia jugador por jugador.