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Bill Cartwright y su famoso trash-talk a Michael Jordan

20:32 30/07/2020 | Poco tiempo después de su llegada a los Chicago Bulls, el interno le dejó las cosas bien en claro al escolta durante una discusión.

Foto: NBA.com

A la hora de hablar de Michael Jordan, las anécdotas más recurrentes sobre su competitividad lo posicionan a él como el hostigador o la figura dominante. Sin embargo, hubo un momento de su carrera en la que un jugador le plantó cara y no retrocedió ante su avasallante personalidad. Curiosamente, vestía la misma camiseta que él: se trata de Bill Cartwright.

El suceso tuvo lugar en 1989, durante la primera temporada del interno con los Chicago Bulls. El odio de Jordan había nacido porque la franquicia traspasó a Charles Oakley, uno de sus mejores amigos y el hombre que lo defendía cuando los rivales lo golpeaban, para conseguir al pivote de los New York Knicks. Entonces, comenzó el hostigamiento: a menudo, el 23 le pedía a sus compañeros que no le pasaran la pelota en momentos decisivos de los partidos. En los entrenamientos, le lanzaba pases complicados para burlarse de sus recepciones. Cartwright aguantó hasta donde pudo, pero finalmente explotó.

Tras una de las tantas burlas de MJ sobre su juego, se paró enfrente suyo y lanzó la frase que lo cambiaría todo: "No me gusta lo que les estás diciendo a nuestros compañeros sobre mi. No quiero que lo hagas más.  Si vuelvo a escucharte hacerlo, no vas a poder jugar nunca más al básquet porque voy a quebrarte las dos piernas". Dirigirse de esa manera al que ya todos consideraban el mejor jugador de la NBA era algo que podía desembocar en su salida del equipo. Pero, increíblemente, fue el click que el escolta necesitó para dejarlo en paz.

A partir de ese momento, la relación comenzó a ser más fluida. Jordan confió más en su colega y este, sin ser una de las piezas más importantes del plantel, respondió. Juntos ganaron seis campeonatos: los primeros tres, con ambos en la plantilla. El segundo Three-peat, en cambio, con Cartwright como asistente del entrenador Phil Jackson. Nada de eso hubiera sido posible sin ese trash-talk directo y crudo, que mató la actitud abusiva del escolta y lo hizo cambiar de opinión.

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