Baurú se quedó con la primera final ante el Real: 91-90
23:42 25/09/2015 | En un final impactante, el equipo brasileño venció al Madrid en el primer partido de la Copa Intercontinental. Nocioni sumó 4 puntos.
El Real Madrid no pudo imponerse al Baurú en el primer partido de la Intercontinental y cedió por 91 a 90 en un partido con múltiples caras y que se resolvió en los últimos segundos.
Si bien las defensas dominaron la primera parte y el conjunto blanco dominaba el encuentro gracias a Sergio Llull (17 puntos y seis asistencias) y Gustavo Ayón, en la segunda parte, apareció Jaycee Carroll (18 puntos) para irse en el marcador 17 puntos arriba.
Con semejante ventaja parecía que el encuentro estaba roto y la eliminatoria resuelta, pero en estas que apareció un espectacular Rafael Hettsheimeir que, con 27 puntos, se convirtió en la punta de un iceberg triplista con el que colisionó el equipo blanco en una segunda parte donde encajó 61 puntos.
Se sabía de la preponderancia del triple de los brasileños y así fue. Anotaron 16 de 33 triples, lanzaron incluso más que de dos puntos, pero lo inesperado fue el acierto final con 7/9 que acabaron por remontar un partido que también tuvo sus momentos de dureza y que, tras encajar un parcial 22-4, deja un regusto amargo a un Real Madrid. Empero, el conjunto blanco tiene en su mano remontar la final y llevarse la Intercontinental a poco que Pablo Laso ajuste la defensa exterior de los interiores.
Bajo el ritmo rápido al que siempre acostumbra el Real Madrid, el conjunto blanco comenzó oficialmente su temporada y la estreno mediante una nueva cara. La primera canasta de Trey Thompkins inauguró la final de la Intercontinental, abrió un marcador que estuvo controlado en su inicio por un Baurú que se notaba más rodado y hacía mucho daño con sus penetraciones.
Sorprendió que un equipo triplista no buscara el 6.75, pero no le hacía falta porque en la pintura de ambos equipos es donde habían más huecos, puesto que Gustavo Ayón también se mostraba muy efectivo para dar la réplica a los brasileños y empatar a ocho antes de que los triples de Jefferson Willian y Robert Day dieran ligueras ventajas a Baurú (14-11).
Le había costado encontrar su sitio a los locales, pero una vez entró el primer triple, comenzó un recital tirador. A Baurú le iba un ritmo alto por tener más preparación física, pero quizá no sabía que ese siempre ha sido el hábitat natural de un Real Madrid que sin tener que recurrir al triple, sacaba provecho de los errores del rival y su efectividad en el tiro libre para ponerse por delante con la canasta de un Sergio Llull muy vertical en su juego ofensivo (17-19).
Con el primer triple del Real Madrid, Rudy Fernández dio un paso más al juego blanco, pero esto no gustó mucho a Guerrinha que comenzó a rotar a su banco y dar a entrada a jugadores como Paulinho o Álex García que diera más mordiente defensiva al equipo.
Esto le dio nuevamente la ventaja (26-22) aprovechando los más de tres minutos de parón ofensivo de un Real Madrid algo desconectado en el segundo cuarto. Quizá por ese mayor rodaje, eran los jugadores procedentes del Eurobasket y Torneo de las Américas quienes mejores prestaciones ofrecían y así un dos más uno de Jonas Maciulis y el triple del Txapu Nocioni alivió el mal momento blanco.
La había costado arrancar pero cuando lo hizo, el Real Madrid logró un parcial 0-10 volvió a darle la ventaja en el marcador (29-32), provocando el tiempo muerto de un Baurú al que nuevamente se le cerró el aro desde la lejanía y tampoco encontraba los puntos interiores que tanto daño hizo en el inicio de partido.
La ventaja blanca llegó a ser de hasta cinco puntos por la sequía de un Baurú anclado en los 29 puntos durante más de cinco minutos. La defensa, además de agobiar mucho a los atacantes brasileños le servía para que el Real Madrid recuperara viveza en el ataque y pudiera correr al contraataque para extender su dominio en el encuentro.
Un control que comenzó por las sensaciones y que se extendió a un marcador donde el Real Madrid fue creciendo. Sólo un tiro libre de Hettsheimeir en casi siete minutos de juego se coló en un monologo blanco donde Ayón (ocho puntos en la primera parte) siguió teniendo un papel principal. La evolución natural del partido acabó dándole a los madridistas el mando del mismo al descanso (30-37).
No pudo comenzar mejor la segunda parte para el Real Madrid y tras dos buenas defensa y dos triples de Carroll y Llull, el conjunto blanco se escapó 13 puntos arriba.
Especialmente efectivo se mostró Carroll que siguió su gran momento de forma con tres tiros libres que dieron continuidad a un parcial que agrandó Rudy Fernández con el tercer triple del cuarto.
Todas las intenciones de Baurú volaron por los aires con cada una de las bombas blancas y con un parcial de 2-12 vio como la Intercontinental se les iba de la mano con el peligroso 32-49 que trató de parar el técnico brasileño.
El partido se rompió entonces y Baurú trató de apelar al orgullo de una defensa más aguerrida y la calidad de Hettsheimeir para aparecer mínimamente y colocarse a 11 puntos. Fue un amago que contuvieron Llull y un inspirado Carroll, autor de nueve puntos en el cuarto.
Estaba claro que en un encuentro abierto y dinámico Baurú no tenía nada que hacer, sobre todo viendo la inspiración de Carroll (18 puntos, 12 en la segunda parte), por eso empezó a endurecer la defensa y eso desquició por momentos a los madridistas cayéndoles una segunda técnica justo en el mejor momento. Esta ruptura de ritmo fue perfectamente aprovechada por el triplista Hettsheimeir para colocar un parcial 14-1 con el que cerrar el cuarto dándole una vida inesperada al encuentro (59-62).
La reacción anímica brasileña continuó en el último cuarto con una canasta de Léo Meindl que hizo más grande el parcial y colocó a un punto al equipo anfitrión de la Intercontinental. Ya la cuestión era más psicológica que deportiva y, como se veía venir, el Baurú acabó poniéndose por delante con un triple de Meindl (67-66).
Podía haber sido un momento fatídico para el Real Madrid, pero el equipo blanco demostró que para ser campeón, además de calidad, se debe tener carácter. Así entre Llull y Thompkins dieron un giro inesperado al encuentro y, con un parcial, de 0-7 volvieron a darle una inesperada ventaja de seis minutos.
La alegría volvió al equipo blanco y de eso el que más sabe Sergio Rodríguez que anotó un triple de magia y talento para contrarrestar los triples de los pívots brasileños. Entre Hettsheimeir y Jefferson Willian mantenían Bauru (llegó a anotar 7/9 en triples en este último cuarto) mientras que el Chacho y Thompkins (12 puntos) crecían en el partido para mantener la renta blanca (80-85).
En cualquier caso, el recital de triples fue tal que Baurú anotó siete de los nueve triples que intentó en el ultimo cuarto. Una efectividad que ningún equipo podría resistir y por eso dos tiros libres de Alex garcía logró empatar el partido a 89 a 22 segundos del final.
El Real Madrid propuso agotar su última posesión, pero antes de que eso se produjera, García cometió falta sobre un Felipe Reyes que sólo anotó un tiro libre. Con siete segundos Baurú tenía la opción de ganar el partido y para ello porfió sus opciones en la pizarra del técnico que dibujó una banda que acabó dándole el balón a Ricardo Fischer para que este anotara una bandeja.
El último balón quedó en manos del Real Madrid que se la jugó con una media penetración de Llull que no acabó entrando. Al final la remontada imposible de Baurú se hizo realidad dándole una mínima renta que el Real Madrid deberá remontar este domingo.
. Andrés Nocioni (Real Madrid): suplente, 4 puntos (0/2 en dobles, 1/3 en triples y 1/2 en libres), 3 rebotes, 1 robo y 1 falta cometida en 9m58s.