Real Madrid 76 - FC Barcelona 82
El Barcelona le toma el gusto a ganar en el Palacio / ABC
Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que era el Real Madrid el que dominaba el clásico. Sufría el Barcelona en cada enfrentamiento con los blancos, pero la llegada de Pesic a mediados de la pasada temporada ha cambiado de manera radical ese paisaje. En títulos, los blancos siguen sonriendo en este año y medio que lleva el serbio al mando del banquillo azulgrana, pero los duelos entre ambos equipos se han decantado claramente del lado catalán. Ayer, en un duelo en el que ambos se jugaban el liderato de la ACB, el Barça se apuntó su cuarto triunfo de la temporada en cinco encuentros. El segundo consecutivo en el Palacio, donde los azulgranas parecen disfrutar como en ningún otro escenario.
Cinco semanas después de la final de Copa de infausto recuerdo para el baloncesto nacional, Real Madrid y Barcelona volvían a verse las caras en el mismo lugar. Aquel recuerdo reforzaba las ansias de revancha de los blancos, que buscaban ganar y hacerlo por una ventaja superior a 17 puntos para conquistar la primera plaza. Palabras mayores visto lo visto durante la temporada. Su puesta en escena tampoco ayudó. El equipo de Laso –sin Rudy ni Deck por lesión– entró gris al partido. Sin ideas. Con un ataque previsible que hacía sencilla la defensa de su rival. El Barcelona agradeció las facilidades y fue abriendo distancia en el marcador hasta obligar a Laso a sacar bandera blanca (3-13, min 4).
Carroll y Llull, al rescate
El técnico, lejos de cambiar su idea, utilizó el tiempo muerto para serenar los ánimos y cargar de confianza el plan inicial. Un argumento muy repetido a lo largo de sus 600 partidos en el banquillo madridista y que le ha ido muy bien. Con las mismas piezas en pista, los blancos ofrecieron una versión muy distinta en los siguientes minutos, con un Llull desatado autor de 11 puntos casi consecutivos y con una defensa mucho más aguerrida que igualó el choque al final del primer cuarto.
Los árbitros, que venían señalados después de la polémica final de Copa, asumieron entonces el protagonismo, frenando en seco cualquier contacto y castigándolo con personal. El choque se volvió intermitente llegando a exasperar a los dos banquillos y a la grada.
Tres triples consecutivos del Barcelona –dos de ellos de un sensacional e inesperado Roland Smits– impulsaron a los azulgranas, que por entonces vivían obsesionados con parar a Jaycee Carroll, infalible en el lanzamiento en la primera parte, en la que acabó con 15 puntos. El americano era el único recurso ofensivo y no le bastaba para hacer frente al torrente del líder, que se fue a los vestuarios con cinco puntos de ventaja (40-45).
La distancia se agrandó tras el descanso y el liderato empezó a ser una quimera. Tocaba rebajar la ambición y mirar «solo» hacia la victoria. Un objetivo al alcance casi hasta el final. Aunque fue a remolque durante todo el partido, los blancos apretaron el electrónico al mínimo con un triple de Thompkins en el último cuarto (66-68, min. 34).
La canasta despertó al Barça, que se agarró a la puntería de Kuric y a la serenidad de Heurtel para sellar la victoria y dejar casi sentenciado el liderato a diez jornadas del final.
- Facundo Campazzo (Real Madrid): 7 puntos (1/3 en dobles, 0/3 en triples y 5/6 en libres), 3 rebotes, 3 asistencias, 1 pérdida y 9 de valoración, en 23:20 minutos en cancha.
- Gabriel Deck (Real Madrid): no jugó por un esguince de tobillo.