Informe

Argentina, la infinita fábrica de bases

19:08 22/02/2020 | Facundo Campazzo, Luca Vildoza y Nicolás Laprovittola son los abanderados. Los acompañan Marcos, Barral, Giordano y compañía.

Vildoza, Laprovittola y Campazzo (Foto: CABB)

La carne, la soja, el vino y el asado son productos que adquirieron un respetado status alrededor del mundo. Internacionalmente sus precios aumentan y es difícil conseguirlos, son deliciosos y se distinguen por su calidad. Al igual que estos artículos, los bases argentinos son reconocidos en todo el planeta y numerosos equipos se lamen los dedos por tenerlos. Facundo Campazzo, Luca Vildoza y Nicolás Laprovittola son algunos de los ejemplos actuales, pero la fábrica es infinita, interminable e inoxidable, y viene desde siempre. 

Argentina fue campeón mundial en 1950 con un base destacadísimo como Ricardo González, pero luego siempre repitió nombres de calidad en la posición: Ricardo Alix, Beto Cabrera, Carlos Pellandini, Eduardo Cadillac y, desde ahí, ya en la era de la Liga Nacional, Miguel Cortijo, Marcelo Milanesio, Marcelo Richotti, Lucas Victoriano, Alejandro Montecchia, Pepe Sánchez, Daniel Farabello y Pablo Prigioni, entre otros. Cuatro de ellos, de hecho, tuvieron el honor de liderar en asistencias en distintos mundiales: Cortijo (1986), Milanesio (1994), Pepe Sánchez (2006) y Prigioni (2010). 

Talento combinado con técnica, inteligencia y rebeldía los caracteriza y muchos de ellos resaltan por encima de la media. No es casualidad que en una tierra de excelentes entrenadores en categorías formativas y en los clubes de la Liga Nacional, se haya destacado el surgimiento de bases que entienden el juego y lo interpretan de forma colectiva.

En Argentina, por ejemplo, se encuentran armadores jóvenes de la calidad de José Vildoza, Pedro Barral, Sebastián Orresta, Fernando Zurbriggen, Marco Giordano, Gastón García, Joaquín Valinotti, Franco Baralle, Luciano Guerra, Manuel Buendia, Leandro Vildoza y Andrés Lugli, entre otros. Además, resaltan veteranos de mayor experiencia como Juan Brussino, Nicolás De Los Santos, Jonathan Machuca y Alejandro Konsztadt. 

El caudal de jugadores en la posición de uno es tal que todos los equipos de la Liga Nacional tienen al menos un armador destacado en sus filas. Además, también comienzan a sumar minutos en sus respectivos conjuntos promesas imberbes como Francisco Zustovich (quien viene de hacer una enorme experiencia en Real Madrid) y Emiliano Toretta. 

Pero la cosa no termina acá e internacionalmente también hay bases que están viendo crecer las primeras ramas de sus árboles. En España se encuentran Lautaro López en Baskonia y Juan Ignacio Marcos en Barcelona, quien partió de Peñarol hace una temporada y actualmente está disputando minutos en Barcelona B. En Estados Unidos está Francisco Farabello, un talentoso armador que se fue a la NCAA para defender los colores de TCU. Hace unos meses el último embajador argentino que emigró fue Lucas Maglietti, que se está probando en la Academia Della Azurra italiana, luego de un fructífero paso por La Unión de Formosa. 

También hay veteranos que están dando que hablar en distintos países, como Lucas Faggiano, Fabián Shadi, Diego Figueredo y Franco Balbi en Brasil, Cristian Cortés en México, Nicolás Ferreyra en Chile y Ariel Filloy, Juan Fernández y Toto Forray en Italia.

El camino lo lideran Facundo Campazzo, Luca Vildoza y Nicolás Laprovittola, pero la ruta la están construyendo Barral, Zurbriggen, Giordano, Baralle, Marcos y todas aquellas promesas que hoy aumentan el producto bruto interno. Gracias a ellos lo nacional tiene sabor a grandeza. Un gran futuro les augura, siempre con Argentina de etiqueta. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
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