Seguramente el resultado duele, pero quizá duela más la forma. Después de batallar un largo rato desde atrás, Argentina se acomodó mejor y parecía tenerlo controlado ante China. Sin embargo, el equipo de Sebastián Ginóbili se vino abajo en el final, recibió un parcial demoledor de los asiáticos y terminó perdiendo por 74-67, para quedar con récord de 0-2 en el Grupo B y complicar sus chances de tener un cruce más accesible en los octavos de final. El martes cerrará la fase inicial ante España.
La Selección comenzó un poco mejor y aguantó durante un cuarto y medio (19-14) con un buen ingreso de Zurbriggen (6) y, fundamentalmente, con buena defensa y controlando la lucha en los rebotes. Pero perdió intensidad y los asiáticos no perdonaron, clavando un parcial de 18-8 en poco más de 6 minutos para pasar al frente (32-27) ante un conjunto nacional que penó por su escasa puntería a distancia (2-15).
China siguió jugando suelto, moviendo muy bien la bola, encontrando grandes respuestas a distancias y gobernando los tableros. Hasta que llegó la reacción argentina, que empezó a circular mejor la pelota y, sobre todo, bancó la parada con su sello de siempre, la gran presión defensiva. Vaulet lastimó con su potencia y apareció un gran Gramajo, con personalidad y determinación para cargarse el equipo al hombro y tapar las lagunas: nueve puntos en los últimos 5 minutos para la igualdad (46-46) tras el tercer cuarto.
Argentina tomó el momento y, pese a algún bache, pasó al frente. Vaulet hizo su impacto en los dos costados (a su aporte ofensivo le agregó dos enormes tapas); Rupcic, en silencio, dio una buena mano; Fjellerup rompió la sequía de triples y la ventaja llegó a ser de siete (65-58) a 2m07 del final. Claro que, a partir de ahí, la Selección se derrumbó. China lo igualó (65-65) con una rápida ráfaga de 7-0 en un minuto (doble fácil, triple desde la esquina y otro doble cerca del canasto, ayudado también por las malas decisiones ofensivas de los pibes), y si bien Gramajo lo puso 67-65 a 46 segundos del cierre con un golazo en penetración, Zhao clavó un bombazo ante el mal ajuste defensivo, Zurbriggen intentó una penetración que terminó en la nada y los chinos fueron estirando desde la línea ante el colapso en ataque de los de Ginóbili. El parcial en los últimos dos minutos fue demoledor: 16-2 en contra.
No pudo ser para Argentina, que se derrumbó en el final y se quedó con las manos vacías después de compensar con carácter, defensa e individualidades las fallas en ataque, algo que también se había visto en el estreno ante Turquía. Contra China, la Selección metió apenas un 34.2% de campo, con un pésimo 4-29 en triples. Y el rival, todo lo contrario, ya que castigó con 9-21 en bombas que marcaron la diferencia.
Juan Pablo Vaulet terminó una vez más como el goleador argentino, con 16 puntos (6-14 dobles, 4-6 libres) más 8 rebotes (7 en ataque), 3 asistencias y 2 tapas en 24 minutos. Gramajo aportó 15 tantos, 5 recobres, 3 robos y 3 pases gol; y Rupcic dio una buena mano con 11 tantos. Yanhao Zhao fue la pesadilla china, con 23 unidades (4-7 en triples); y Jinqiu Hu gobernó los tableros con 16 tantos y 14 rebotes.
Argentina (67): J. Vildoza 4, I. Gramajo 15, J.P. Vaulet 16, L. Delfino 0, R. Gerhardt 0 (FI). F. Zurbriggen 6, M. Fjellerup 7, M. Fernández 3, E. Rupcic 11, L. Berra 0, A. Barbero 3, F. Corvalán 2. DT: Sebastián Ginóbili.
China (74): Y. Shi 2, R. Zhao 13, Z. Zuo 5, Y. Shao 7, J. Hu 16 (FI). Y. Zhao 23, M. Sun 0, K. Yang 0, H. Fu 8. DT: Fan Bin.
Parciales: 13-8, 27-32, 46-46 y 67-74.
En Twitter: @FernandezLea