NBA

¿Qué son las estadísticas de rastreo?

14:34 29/03/2020 | La NBA las implementó para ampliar aun más el análisis del juego. Un repaso a cada una de ellas a través de sus máximos exponentes.

El rastreo, un concepto clave en los análisis. (Foto: TechCrunch)

Kilómetros recorridos, velocidad máxima y diferenciación entre defensa y ataque. Para la liga, el rastreo de estos conceptos es clave. Por eso, en 2016 estableció una alianza con Second Spectrum, compañía de software que mide en tiempo real casi todas las acciones de un jugador en pista. Más allá de ser el motor de las impactantes opciones de visualización que ha brindado el NBA League Pass a sus consumidores en la última temporada, esos datos también sirven a la hora de estimar el impacto de un jugador en pista. Es, debido a su reciente incorporación, el compilado estadístico menos explorado de todos. Este informe intentará definir algunos de sus rubros a través de sus máximos exponentes.

 

VELOCIDAD

Cada individuo posee una velocidad promedio que se establece como uno de los parámetros que mide su esfuerzo en la cancha. Buddy Hield, el guardia de Sacramento Kings, fue el líder de la pasada temporada entre los jugadores con más de la mitad de los partidos disputados. Su promedio escaló a los 7.5km. Pero esta medición permite dividir la velocidad en ofensiva y defensiva. Y, al hacerlo, fueron Tyrone Wallace de Los Angeles Clippers (8.3km) y Shaquille Harrison de Chicago Bulls (7.19km) quienes encabezaron las listas, respectivamente.

 

DISTANCIA

Detalla los kilómetros que recorrió un jugador a lo largo de un partido o una temporada entera. Parece una estadística superficial. Sin embargo, contextualizada puede servir para entender rendimientos o explicar casos particulares como el de Bradley Beal. El escolta sólo se perdió un partido de la anterior campaña y la baja por lesión de John Wall hizo que, en la gran mayoría de ellos, él fuera la principal figura de Washington Wizards. Quizás eso causó que recorriera 358 kilómetros, cifra récord de la temporada. Esta medición también permite saber que el guardia All-Star le sacó 85km de diferencia a Tomas Satoransky, el segundo jugador de su equipo en este apartado. La distancia recorrida se divide en ofensiva y defensiva. A lo largo de la 2018/2019, Beal escoltó a Kemba Walker en el primer segmento y lideró el segundo.

 

IMPACTO DEFENSIVO CERCA DEL ARO

Esta estadística incluye todas las situaciones en las que un defensor que está a menos de un metro y medio del aro defiende el lanzamiento de un atacante situado a una distancia máxima de un metro y medio suyo. Quienes menos porcentaje de acierto permiten en ese tipo de acciones son los que lideran este apartado. Entre los jugadores con más de 30 minutos de promedio, Giannis Antetokounmpo fue el de mejor rendimiento en la temporada pasada: concedió un 52.7% de acierto a sus rivales. Rudy Gobert (53,2%) y Joel Embiid (53,3%) lo siguieron. Dentro de esos parámetros, Blake Griffin es el interno que más puntos sufrió, permitiéndole a quienes lo atacaron un 71,3% de acierto sobre tres ocasiones por partido. Son números similares a los de perimetrales como Devin Booker y Kemba Walker.

 

TOQUES DE BALÓN

Más allá de las opiniones que generan, las estadísticas no mienten. Necesitan de un contexto, claro. Pero los números son claros y, si son leídos de la manera correcta, otorgan información extremadamente valiosa para responder los millones de porqués que generan el juego y quienes lo practican. Uno de los personajes que más preguntas genera es Nikola Jokic. ¿Cómo un pívot de 2,13m puede ser tan importante en la gestación ofensiva de un equipo? ¿De verdad lo es? Si se aparta el hecho de que, con tan sólo ver un partido de Denver Nuggets, cualquiera comprende lo trascendente que es la figura del serbio en el funcionamiento colectivo, es posible medir ese impacto a través de una estadística en concreto: el serbio ha sido el jugador que más toques de balón (Touches) ha promediado en la 2018/19. Con 92.5 por partido, Jokic se adelantó a estrellas multifacéticas como LeBron James, Russell Westbrook, James Harden o Blake Griffin.

Este apartado se divide en zonas (pintura, poste bajo o codos), determina el tiempo de la posesión (Harden lidera la NBA) y también la cantidad de puntos y de dribles realizados por toque de balón.

 

REBOTES
La estadística de rebotes por partido es tan sólo la punta de un iceberg que esconde muchísimas más variantes. Con el sistema de rastreo se puede determinar, por ejemplo, cuál es el porcentaje de rebotes que un equipo logra capturar sobre la cantidad de chances que tiene. También es posible conocer el promedio de rebotes que un jugador pudo capturar pero defirió a un compañero. Esta última se divide en ofensivos y defensivos. En la temporada pasada, Joel Embiid (1,7 por partido) lideró la estadística total. Otro de los aspectos que el tracking saca a relucir es la distancia promedio en la que un individuo captura un rebote. Patty Mills suele hacerlo a 3,8 metros del aro, la distancia más larga para cualquier atleta de la NBA durante la 2018/2019. Además, Second Spectrum divide los rebotes entre los que son tomados con oposición y los que no.

 

PASES

Dejar a un compañero en condiciones de anotar es una de las mayores virtudes que puede tener un jugador. El apartado de asistencias engloba con precisión a aquellos que son capaces de lograrlo. Pero, ¿cuántos puntos generan esas asistencias? En la actualidad, es posible saberlo. Durante la campaña previa a la que aún no se ha terminado, Russell Westbrook fue el atleta que más puntos generó a través de sus pase gol: 26,5. Cinco más que John Wall, su inmediato perseguidor. LeBron James (20,1) aparece como el único alero entre los cinco primeros de la lista, dato que aporta a la idea de que las funciones han suplantado a las posiciones en materia de análisis. Además, el aparato estadístico nos permite conocer el porcentaje de pases de un jugador que terminan en asistencia. El 18% de los de Westbrook, líder también en ese rubro, tienen ese fin.

Sin embargo, muchas veces una asistencia es tan sólo la parte final de un movimiento de balón mucho más prolongado. O, en ciertas ocasiones, un pase no se considera asistencia porque el receptor sufre una falta. Ante esto, la NBA adoptó una cierta cantidad de estadísticas que agrupan distintas situaciones del juego. Es el caso de las asistencias secundarias, que se le atribuyen a un jugador cuando pasa el balón a otro que logra una asistencia dentro del segundo y sin driblar. O de las asistencias potenciales, que responden a todos los pases que terminan en un tiro luego de un sólo drible. Las asistencias ajustadas se encargan de sumar todas las asistencias secundarias y las que terminan con un jugador en la línea de libres a las asistencias tradicionales para medir, con un parámetro más real, la capacidad creativa de un jugador.
 

Leandro Carranza/[email protected]
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