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No sabemos si el efecto de la espera por ver básquetbol nos modificó la forma de analizar algunas cosas o realmente la burbuja de Orlando nos abrió los ojos y nos permitió ver a un jugador que hoy no tiene a nadie con quién compararse. 

Sí, hablamos de Luka Doncic. Al terminar ayer domingo su segunda temporada en la NBA, primera en la que juega playoffs, pensamos que sería interesante ver dónde está ubicado el esloveno en este momento, sin entrar realmente en la discusión de si es el número uno del mundo, como decimos en el título, aunque ¿por qué no?

Hablábamos el viernes con un conocedor exquisito del básquetbol de la NBA, como el colega español Antoni Daimiel, y le comentábamos justamente por qué no podíamos decir que Doncic era hoy el mejor jugador de básquetbol del mundo, y Antoni nos contestaba con mucha simpleza que quizá nos de un poco de cosa por su edad. 

Es difícil pensar que a los 21 años, Luka pueda ser el mejor de todos. ¿Pero por qué no? Veamos. Si nos pusiéramos a hilar fino, el sitial de número uno en estos momentos no sale de 5 jugadores, siendo muy generosos: LeBron James, Kawhi Leonard, Steph Curry, Kevin Durant y Giannis Antetokounmpo. Habrá algún fan de James Harden suelto, pero no sale de ahí. Más Doncic, claro. 

Hagamos el juego. Pongamos 5 puntos a medir: 1) Inteligencia. 2) Tiro. 3) Carácter y mentalidad. 4) Pase. 5) Talento. Nosotros descartamos rápidamente a Giannis de la disputa. Antetokounmpo es una máquina física, mejorando año a año sus virtudes, pero básicamente hoy domina por su gigantesca superioridad corporal. Su tiro va en lenta mejora, su pase es limitado, su carácter podrá verse quizá en Orlando, lo mismo que su mentalidad. Y su inteligencia por ahora se ve tapada por su físico. 

Kevin Durant. Hace un año que no juega y pasará otro medio año más quizá, si se confirma que la NBA vuelve ya en el 2021. Todo un desafío para un jugador de casi 32 años que se rompió el tendón de Aquiles en junio de 2019. Dicen que nunca se vuelve igual de esa lesión, pero los tiempos cambiaron y quizá sea posible. Durant supera a Doncic quizá en su facilidad para anotar, aunque Luka la puede pelear. Físicamente es mejor KD, el tiro es parejo, con alguna ventaja para Durant, en pase e inteligencia es mejor Doncic, y en talento, carácter y mentalidad por ahora probablemente haya paridad absoluta. Discutido. 

¿Curry? Steph, guardia como Doncic, se asemeja en más cosas. Es el único de los mencionados que le gana claramente en el tiro, pero después es casi todo discutible. Doncic es, para nosotros, quizá el jugador más inteligente del momento. Sabe cuándo y cómo hacer cada cosa. Y además tiene el talento individual y, sobre todo, los fundamentos técnicos para hacerlos. En fundamentos, Curry es el que está más cerca, pero por tamaño, por ejemplo, a Doncic se le hace más accesible ir al aro en penetración, y no necesita hacerlo a la velocidad de Curry. 

Quedan para el final los otros dos que están en Orlando, ambos aleros, aunque con distintos roles en sus equipos. LeBron pasó a ser el base de los Lakers, pero nunca tendrá el pase de Doncic. Físicamente es muy superior James, y de carácter y mentalidad es hoy el uno, con Kawhi cerca como dos. La experiencia le permite disimular cosas, como el tiro (muy mejorado por cierto) y su visión de juego, que ahora es mucho mejor que hace 5 años en Miami. 

Leonard es para nosotros su gran contrincante. Tiene un poco de todos. Físicamente domina la competencia como Giannis. No tiene tiro de 3 tan confiable, pero sigue a la vieja usanza matando con el midrange que ya casi nadie usa. El pase es su punto más limitado, y decir que no es sumamente inteligente sería relacionar esa característica con su carácter introvertido. Justamente su cabeza y su mentalidad lo hacen ser casi invulnerable. Y, hoy, ser el mejor del mundo. 

Doncic es probablemente el que tiene más alto cada uno de los cinco ítems elegidos, con el talento, la inteligencia y el pase a tope, el físico por ahora a buen nivel y el carácter y la mentalidad al borde de la de un exitoso consagrado. Le falta conocer un poco más del ambiente en el que se mueve, pero desde los 17 está acostumbrado, como buen balcánico, a los terrenos desafiantes. Nada ni nadie lo amedrenta. Si el cuerpo le responde, su destino es dominar la NBA a corto plazo.