Entrevistas

Joaquín Valinotti, el jugador del momento, y su particular forma de llegar a Peñarol

09:26 05/04/2022 | El base de Las Rosas está en el Milrayita hace siete temporadas. Habló con Básquet Plus sobre su carrera, recordó su debut: Mardel, el Poli, el clásico, Oveja, Leo, Luca.

Joaquín Valinotti tuvo un debut especial en Peñarol: clásico, el Poli, con Oveja de DT, Leo de compañero y Luca de rival.

Las Rosas es una ciudad de la provincia de Santa Fe, cabecera del departamento Belgrano, que actualmente cuenta con una población cercana a los 15 mil habitantes. Es un epicentro para los pueblos de la región, está cercano a Rosario y al límite con la provincia de Córdoba.

Tiene una actividad deportiva importante, con varias instituciones y con un referente importante como Leonardo Ponzio, reconocido futbolista que hace poco dejó River, institución en la cual ganó todo, para volver a jugar al club de sus orígenes.

Pero no es el único. En lo que a nosotros nos importa, tiene dos grandes faros que están haciendo sus primeras armas importantes: Nico Franco y Joaquín Valinotti. Ambos salieron de Almafuerte, institución de Las Rosas y se encuentran en Peñarol de Mar del Plata hace varias temporadas.

Durante el trajinar diario de entrenamiento, kinesiología, viajes y partidos, dialogamos con el base, uno de los estandartes principales de este sorprendente Peñarol, que no solo está peleando en los primeros puestos, sino que está jugando un básquet de gran nivel.

“Muy bien la verdad. Personalmente me siento muy bien y por parte del equipo, creo que está claro que estamos en un muy buen momento”, comenzó analizando Joaquín y luego agregó: “Personalmente para esta temporada tenía el objetivo de asentarme como jugador de Liga. En la temporada anterior tenía irregularidad en cuanto a mi nivel y al tiempo de juego que estaba teniendo, producto de eso. Quería sentirme más importante para el equipo y creo que hasta el momento lo vengo logrando y de ahora en más seguir creciendo, y ahora el objetivo es ayudar al equipo a seguir creciendo”.

También contó que están superando con creces los objetivos planteados: “antes de empezar la temporada el objetivo era entrar en playoffs y ahora es quedar entre los primeros cuatro. Estamos muy contentos por lo que pudimos lograr hasta el momento, hace varias fechas ya que estamos clasificados a los playoffs”.

Valinotti hace varias temporadas que llegó a Peñarol y su presencia en el equipo fue creciendo de manera paulatina. Actualmente es uno de los principales estandartes del equipo que dirige Leandro Ramella, así analizaba su temporada actual: “Tuve puntos muy altos y momentos en los cuales me costó mantener el nivel. Pero en líneas generales creo que regularidad creció con respecto a la temporada pasada. Tuve un salto en la madurez y se lo adjudico a que el funcionamiento del equipo fue muy alto en la mayor parte de la temporada y eso, a mi, como base, me ayuda un montón; que mis compañeros me tengan confianza y el cuerpo técnico también, influyó. Creo que superó mis expectativas la temporada que vengo teniendo”.

En 2021, tras culminar la Liga Nacional con el Milrayita, armó las valijas y se fue a jugar Liga Argentina a Córdoba, así contó esa experiencia: “Haber ido a Ameghino de Villa María me sirvió mucho. Era un momento que si no iba para allá, iba a tener tiempo de receso y no me iba a venir bien. Además me sirvió para salir un poco de Peñarol, hacía mucho que estaba acá, conocer otra realidad, otra gente y es un nivel en el cual se juega de otra manera, más físico”.

Joaquín siempre tuvo el sueño, el anhelo de ser jugador de básquet, “Cualquier persona que me conozca te puede decir que de chiquito andaba siempre con una pelota abajo del brazo, pero que lo haya visto como algo cercano o como algo posible, no. Las oportunidades en Las Rosas eran muy remotas, además yo no había estado nunca en una Selección Argentina, nada”. Reconoce que la oportunidad de llegar al club marplatense fue crucial para poder disfrutar de este presente: “Si no surgía esto de Peñarol, debería haber hecho un camino mucho más largo y no se si me lo hubiese propuesto en ese momento de mi vida, seguramente me hubiera ido a estudiar y habría dejado el básquet para jugar solo como hobby. Una vez que llegué a Peñarol si me lo planteé”. Es por eso, que el Milrayita significa mucho en su carrera y así lo admite: “Peñarol es el club que me dio la oportunidad para poder convertirme en un jugador de básquet. Cuando llegué acá, a los 16 años, no me conocía nadie y caí medio de rebote. Acá me abrieron las puertas y de a poco me gané mi lugar. Estoy muy agradecido”.

Cuando se confirmó la oportunidad en Peñarol, Joaco cuenta que hizo el cambio en su cabeza, que ahí tomó dimensión que ese sueño que tenía, podía volverse realidad si se lo proponía: “El momento en el cual hice el clíck fue cuando me dijeron que si, que podía venirme a Peñarol a jugar. Yo sabía que era una oportunidad única y que me iba a tener que bancar un montón de situaciones que vinieran si quería llegar a ser jugador de básquet”. 

No pasó mucho tiempo desde que llegó a Mar del Plata hasta que jugó su primer partido en Peñarol por Liga Nacional. Tuvo un debut muy especial. Hacía pocos días había llegado a Mar del Plata, recién estaba tomándole el gusto al club, a la ciudad, a convertirse en un jugador profesional. Su entrenador dio la lista de los jugadores convocados para viajar a Olavarría a jugar la Liga de Desarrollo y él no había sido citado y le molestó, pero enseguida le dijeron que tenía que quedarse para sumarse al plantel de la Liga Nacional y la felicidad invadió su cuerpo completamente.

“Me acuerdo que el Poli estaba lleno, era mi primer partido con el equipo. En un momento me llamó Sergio (Hernández) para que entre y tuve que entrar a defender a Luca Vildoza, a quien admiraba un montón. Ese día jugué como 15 minutos y mi tarea era correrlo a él”, recuerda de ese día en el cual hizo su debut en la Liga Nacional. Tuvo testigos privilegiados: además de Oveja y Luca, en Peñarol estaban Leo Gutiérrez, Nico Brussino, Franco Giorgetti y Luciano Massarelli, del otro lado, Junior Cequeira, Taya Gallizzi, Diego Romero, Walter Baxley

Joaquín tuvo la suerte de ser dirigido por Oveja y Leo, además de haber sido compañero de Gutiérrez. Destaca lo importante y los grandes profesionales que son y el privilegio que tuvo de haber formado equipo con ellos.

La llegada de Valinotti a Peñarol se dio de una forma un tanto particular, porque además de que era de un lugar poco reconocido, no había tenido participación en selecciones formativas, aunque sí había disputado dos Campeonatos Argentinos con Santa Fe. Nico Franco, su amigo de Las Rosas y compañero de equipo, era el faro de atracción de muchas instituciones, a él lo invitan a probarse y el padre de Nico lo llevaba a Joaco para que se prueba también: quedaban los dos o ninguno. Así fue que pasaron por varios clubes de Liga Nacional y otras grandes canteras hasta que llegaron al Milrayita. Además, en Peñarol estaba Gabriel Picatto: oriundo de San Jorge, a 75km de Las Rosas, quien lo conocía de la zona.

Como todo argentino, sueña con vestir la camiseta de la selección Argentina. Las condiciones las tiene y lo está demostrando. Esta temporada se le termina el contrato, pero todo hace pensar que seguirá en Peñarol.

 

Federico Radulovich / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @FRadulovich

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