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La Universidad de Santa Clara, la única que le ofreció una beca, fue el gen donde se desarrolló la fortaleza mental de Steve Nash y la que le dio una maridaje justo para mezclarlo con su talento, superando barreras y obstáculos que le permitieron ser alguien en el equipo universitario de basquetbol.

Como todo jugador fresh-man (primer año) en su primera experiencia en la universidad aquellos jugadores de más años dentro del equipo, se la hicieron bien difícil al joven canadiense con poca pinta de basquetbolista.

Durante toda la temporada inicial, Steve Nash estuvo jugando como escolta, dado que el base era John Woolery, un jugador de último año que le marcó la cancha para bien y para mal y que no le hizo nada fácil ninguno de sus entrenamientos de ese primera temporada.

“El comienzo de la etapa universitaria para  Nash fue una verdadera lucha”, expresó Phil von Buchwaldt, centro de ese equipo. “John era muy físico no diría que todas sus tácticas defensivas estaban dentro de las reglas, pero eran extremadamente físicas”, agregó Randy Winn otro integrante de Santa Clara, contando como era el proceder de John Woolery, base titular para con Nash.

“Quizás Nash puede haber pensado que el primer año iba a ser un poco más fácil, pero sin dudas que todo lo que vivió le sirvió para mejorar y lo hizo un jugador mucho más duro”, destacó Steve Seandel, entrenador asistente del equipo.

A pesar de las vicisitudes que sufrió con el plantel en los entrenamientos, Steve Nash como siempre se las ingenió para encontrar su manera particular de estar, de jugar de hacer algo tedioso en algo divertido, su juego siempre estuvo por esos carriles.

Llegando al final del año debut, Nash tuvo un partido soñadoen el Torneo de la Conferencia de la Costa Oeste, especialmente contra Pepperdine en la final. En el Torneo de la NCAA, Nash jugó un papel en el equipo que sorprendió a Arizona, acertó 8 de 10 desde la línea de tiros libres para ayudar a asegurar la sorpresa. A medida que creció y tomó las riendas como armador después de que Woolery se graduó, comenzó a emerger como el jugador estrella del equipo.

La contracción al trabajo fue la otra arma que tuvo Nash en su franca mejoría durante el ciclo universitario, su ética a la hora de entrenar y de esforzarse son  dos cualidades bien remarcada por sus ex compañeros. En relación a esto John von Buchwaldt contó: “Steve y yo estábamos juntos en una clase de religión y era una clase a las 8 am. Llegó con el tiempo justo junto con su mochila y una pelota de baloncesto bajo el brazo, empapado en sudor. Había estado en el gimnasio a las 7 de la mañana y hacía ejercicio hasta el último minuto antes de entrar al aula”

Marlon Garnett, compañero de equipo de Nash durante tres años y actual entrenador asistente de los Hawks actualmente: “Era una rata de gimnasio completa, muy aplicado con su trabajo sin importarle el día ni horario”.

La persistencia de Nash para jugar y jugar sin que importar cuando ni donde, fue generándole un lugar en el equipo, de repente el chico de primer año comenzaba a tener la confianza de todos sus compañeros y de su entrenador.

Dick Davey entrenador del equipo hizo hincapié en la importancia que le daba Nash al grupo, sabía que mantenerlo unido como base también era tarea de él para mejorar el rendimiento de todos. “Amaba a sus compañeros de equipo, se quedó a jugar los cuatro años por ellos”, sostuvo el coach.

Otra cuestión que marcó la etapa universitaria de Nash fue su devoción por otros deportes, en especial el fútbol, algo que llevo consigo durante toda su carrera. A la hora de entretenerse en algún tiempo muerto de algún entrenamiento, ponerse a hacer jueguito con la pelota marca la pauta de lo mucho que le gusta ese deporte.

El coach Davey deslizó: “Nash podría haber sido profesional en cuatro deportes (baloncesto, fútbol, beisbol y hockey)"

Marlon Garnett otro de sus compañeros sostuvo: “En cada entrenamiento lo podía encontrar a Steve haciendo malabarismos con la pelota, justo antes de iniciar una jugada, la pateaba al aire y la agarraba con el cuelo, eso era algo normal para él y para nosotros como compañeros que lo veíamos hacer eso todos los días”.

Retornado a la etapa basquetbolistica a partir del tercer año universitario comenzó a verse que la cuestión iba en serio, que en el equipo estaba consolidándose un talento NBA, un jugador fuera de lo común.

 “Después de su tercer año comenzó a despertar cierto interés, algunas llamadas de los muchachos de la NBA, entendiendo que esta era una posibilidad distinta. Pensamos que tal vez la segunda ronda (selección), tenga una oportunidad si no se queda, tenga una gran carrera en el extranjero. De repente nos encontramos en una situación en la que él es uno de los verdaderos íconos del juego”, aseveró Seandel.

En su temporada senior, el último año universitario, en los Broncos aún se mostraban con reticencias a pensar de que Nash podía jugar en la NBA, a pesar de que los movimiento de cazatalentos estaban a la orden del día en Santa Clara. Al haber clasificado para la etapa nacional, los Broncos debieron medirse con los mejores de la nación, contra aquellas universidades de mayor relevancia que estaban acostumbradas a estar entre los mejores como la de Maryland, Kansas o Georgia Tech.

Justamente con Georgia Tech se dio un duelo muy esperado, Steve Nash frente al jovencito pero prometedor estudiante de primer año, Stephon Marbury, quien sus compañeros pensaban que iba a ser la selección de primera ronda del draft de 1996 (fue número 4).

Von Buchwaldt: "Muchas veces hizo que Marbury pareciera que no sabía jugar. Y piensas que es un tipo que sabes que va a ir a la lotería de la NBA. Era un estudiante de primer año, pero Steve se salió con la suya y le dio una lección ese día".

La carrera universitaria de Nash terminó en el Torneo de la NCAA con una derrota ante Kansas, liderada por Jacque Vaughn y Paul Pierce, el primero de los cuales es ahora el mejor entrenador asistente de Nash con los Nets.  

“En ese momento no te das cuenta de lo bueno que es y lo ves todos los días y solo estás tratando de compararlo con algunos de los grandes nombres. Para mí, era mejor que todos los jugadores de renombre que enfrentamos en esa época”, se deshizo en elogio la leyenda de Boston Celtics, Paul Pierce.

Finalmente Steve Nash fue seleccionado en el puesto número 15 del Draft de 1996 por los Phoenix Suns en una posición mucho más alta de lo que pensaban en su universidad, pero a ese joven canadiense que le iban a decir que no podía hacer, si su mente seguramente ya lo había pensado todo antes, solo necesitaba la oportunidad que le dio Santa Clara para demostrar que su camino universitario tenía un cartel a todas luces que decía NBA.

Mauro Osores / [email protected]

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