Después de parecer un candidato seguro para unirse al Heat, finalmente, Damian Lillard aterrizó con los Bucks en esta temporada baja, estableciendo de inmediato a Milwaukee como favorito al título. La llegada de Lillard a Milwaukee brinda a los Bucks la dupla de máxima puntuación en la NBA, ya que tanto él como Giannis Antetokounmpo promediaron más de 31.1 PPG la temporada pasada.

El regalarle a Antetokounmpo un nuevo compañero estelar permite que Khris Middleton, tres veces All-Star, quien ha promediado más de 20 PPG en cuatro temporadas diferentes, asuma el papel de tercera opción ofensiva para Milwaukee. Sumando a esto al veterano Brook Lopez, quien en la temporada 2022-23 promedió su mayor producción de puntos (15.9) desde 2016-17 y su mayor promedio de rebotes (6.7) desde 2015-16, y los Bucks cuentan con una de las unidades titulares más talentosas de la liga, independientemente de quién ocupe la posición de escolta.

Si Jae Crowder puede ayudar a paliar parte de la destreza defensiva que dejó atrás Jrue Holiday, una rotación de escoltas compuesta por Pat Connaughton y Malik Beasley debería ser suficiente para que Milwaukee compita por su segundo título de la NBA en cuatro temporadas.

Por otro lado, Milwaukee ha sufrido dos decepcionantes carreras en los playoffs consecutivos, incluida una eliminación en la primera ronda la temporada pasada. Después de finalizar la temporada 2022-23 con la cuarta mejor defensa de la NBA, los Bucks tendrán una tarea complicada tratando de replicar esa destreza defensiva sin Holiday y Grayson Allen en el perímetro. Con un entrenador novato, Adrian Griffin, al mando, la gestión de dos superestrellas y una profundidad cuestionable, los Bucks podrían estar a una temporada de darse cuenta de su verdadero potencial.