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Peter Drucker es considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX y para él la eficiencia significa hacer correctamente las cosas. Por ejemplo, un gerente que actúa de esa manera es el que obtiene productos (o resultados) medidos con relación a los insumos (materiales, tiempo, etcétera) utilizados para lograrlos. 

Por ende, los gerentes que puedan reducir al mínimo los costos de esos recursos para alcanzar esas metas serán los más eficientes. 

Ese foco trasladado a la NBA también se aplica a Zion Williamson, el joven que esta temporada explotó definitivamente y se convirtió en uno de los jugadores más importantes de los Pelicans y en uno de los proyectos llamados a liderar la liga en el futuro. 

Eficiencia, para hablar de Zion hay que llamar a esa palabra y ponerla en contexto. El índice de eficiencia del jugador (Player Efficiency Rating, más conocido como PER) fue creado por el exvicepresidente de operaciones de básquet de los Grizzlies, John Hollinger, como una forma de medir el efecto de un basquetbolista en la cancha, calculando su rendimiento por minuto. Allí el interno lidera a los Pelicans por escándalo con 27,6, situándose muy por encima del segundo (Ingram con 20,2). 

Lo mismo en true shooting, que es una estadística que agrupa los números en dobles, triples y tiros libres, para definir cuán eficaz es cada protagonista. En ese apartado el imberbe es el segundo mejor del equipo con 66,5%, pero bien podría ser el primero si el volumen se pone de filtro, puesto que el puntero es Jaxson Hayes con 74,9% con una cantidad de tiempo mucho más reducida (436 minutos, a diferencia de los 1378 de Williamson).

Zion produce más con más minutos, una ecuación compleja para la mayoría de los jugadores, no para él. Posee un porcentaje de uso del 28,7% y también es el más destacado en victorias compartidas (6,2) y victorias compartidas por lo que da en ataque (5,7). Nada mal para el joven de apenas 20 años, ¿no?

En su equipo el interno también se destaca en el EFG. Esta es una estadística que computa aciertos en dobles y triples, ajustando el hecho de que los tiros de tres brindan un punto extra. En ese guarismo solo Hayes posee un mejor porcentaje, otra vez con el hecho de que tiene menos minutos y no tantos intentos. Zion mantiene 63,3% que es ayudado gracias a su más que aceptable 38,1% desde la larga distancia, con 0,2 anotados en 0,5 intentos.

Su importancia reside en no complicarse y hacer lo que sabe, algo que tampoco muchos entienden, sobre todo en esa franja etaria. Atacar la pintura, especialmente desde su perfil izquierdo, y tomar los tiros abiertos de tres en el eje y los codos, olvidándose por completo de la media distancia. 

Las métricas estarían muy contentas si pudieran demostrar sentimientos y al ver su gráfico de tiro se refleja la cuestión. 64,2% en la pintura, anotando 404 de sus 629 intentos y superando con creces la media de la NBA en el apartado (58,4%). Lo mismo en triples, convirtiendo 3/5 desde el codo izquierdo y 2/5 desde el derecho, a la vez que falló el único lanzamiento que tomó en el eje y anotó el único que tomó en la esquina izquierda.

Es difícil no equivocarse, también mucho menos complicado no arriesgarse. Pocas apuestas salen tan bien como la de Zion y es más fácil criticarlo que evaluarlo y destacarlo. No se sale del libreto, pero lo lee, lo repite y lo tiene memorizado como nadie. En cualquier obra lo recita y ninguna palabra se olvida.

Hacer más con menos, eso es de su pertinencia. ¿Y si se lo evalúa con respecto al resto de la NBA? También surge el mismo paradigma. Entre los jugadores que intentan más de 500 tiros de campo el de mejor true shooting es Zion con 66,5%, al igual que en EFG con 63,3%. A su vez, su PER es el cuarto mejor de toda la 2020/21, situándose solo por detrás de Jokic, Embiid y Antetokounmpo, quienes son tres de los principales candidatos al MVP de la temporada. 

Optimizar, crecer e impactar sin parar, con menos recursos y mayor productividad. Zion Williamson es sinónimo de eficiencia y todos en la NBA lo empiezan a respetar. Su básquet es tradicional, pero no por eso deja de brillar. 

Fiel a su esencia, Zion Williamson hace que se note su presencia. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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