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El 19 de diciembre marcó un día extraordinario para Dorian Finney-Smith y su familia, ya que su padre, Elbert Smith, fue liberado de prisión tras casi 30 años. El emotivo reencuentro entre padre e hijo sucedió fuera del Centro Correccional de Virginia, siendo la primera vez que se abrazaban desde que Dorian era apenas un niño. "Está aquí para Navidad; eso es lo importante", expresó Finney-Smith al Dallas Morning News. "Este es el mejor regalo de Navidad que he recibido. Aparte de los nacimientos de mis hijos, este día se encuentra entre los mejores que he tenido".

Si bien los Brooklyn Nets concedieron comprensiblemente un día libre a Finney-Smith para encontrarse con su padre, el gran gesto recae en gran medida en su exequipo, los Dallas Mavericks, por hacer esto posible. Se reveló en julio de este año que los Mavericks ayudaron a la liberación de Elbert Smith.

Mark Cuban, el gerente Nico Harrison y otros líderes de la franquicia brindaron testimonios escritos durante la audiencia de Smith, respaldando el carácter de Finney-Smith. Harrison y Jason Lutin, jefe de personal de Mark Cuban Companies, estuvieron presentes durante la audiencia, mientras que su exentrenador, Rick Carlisle, participó de forma virtual.

El camino hacia la libertad de Elbert Smith estuvo marcado por su condena por distribución de cocaína y un trágico incidente en 1995. En ese momento, él y otro individuo intentaron cobrar una deuda con la presencia de armas, resultando en un tiroteo fatal. Smith fue condenado a 44 años de prisión por homicidio en segundo grado, y su liberación solo fue posible gracias a los esfuerzos de los Mavericks y Kilgore.

La actuación excepcional de los Mavericks en este caso destaca la dimensión humana y la solidaridad hacia Finney-Smith y su familia, mostrando un enfoque que va más allá del ámbito deportivo. La gratitud de Finney-Smith hacia el equipo será eterna por lo que han hecho por él y su familia.