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Ignas Brazdeikis fue seleccionado en la segunda ronda del Draft 2019. Con el Pick #47, los New York Knicks lo llevaron hacia el Madison Square Garden, tras su temporada en la NCAA con Michigan. Desafortunadamente, nunca logró asentarse en la liga, jugando la gran mayoría de sus partidos en la G-League. En 2019-20, apenas jugó 9 partidos con los Knicks, y estuvo presente en todos los encuentros en Westchester, la filial de desarrollo. 

En el 2020-21, sobre el final de temporada, llegaron algunos flashes con Orlando, y repitió ee pequeño éxito en 2021-22, promediando su career-high de 5 puntos pero jugando la mayor cantidad de minutos de su carrera. Nada de esto impresionó a otros equipos, ahora que finalizó su contrato, y el lituano regresó a Kaunas, para levantar al Zalgiris de los escombros. 

La pasada campaña, en la Euroleague, terminaron últimos, con el peor récord de su historia, un 8-20, superando las 9 derrotas que previamente eran la peor marca en una temporada. El perder a Rokas Jokubaitis ante el Barcelona fue una pieza importante en esa cuestión: el joven drafteado por los Knicks hubiera tenido un rol protagónico. Además, como si fuera poco, sufrieron las lesiones de Patricio Garino, que abandonó el club antes del invierno, y el corte de Emanuel Mudiay, quien había mostrado buenas actuaciones, pero la irregularidad y los problemas internos lo alejaron del club. 

Brazdeikis llega con experiencia de NBA, otro ritmo, desarrollo personal y mucha más madurez. Junto a Lauvergne, Cavannaugh y Lekavicius, el Zalgiris espera obtener en el ex-Orlando Magic ese killer dominante que los saque de los últimos puestos. En su conferencia introductoria, declaró que decidió volver a su hogar para lograr justamente sentirse como en casa. Sus responsabilidades no serán únicamente como un sharpshooter al estilo NBA. Con su regreso al viejo continente, espera hacerse responsable del armado en los sets ofensivos, pick and rolls y más uso con la pelota en sus manos globalmente.