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Siempre que haya una reunión entre partes en conflicto, es una buena noticia. Aunque después quizá no se llegue a un acuerdo. Y los colegas de Eurohoops confirman que Dejan Bodiroga, presidente de la Euroliga, y Andreas Zagklis, secretario general de la FIBA recientemente renovado hasta el 2031, se verán por primera vez cara a cara este martes 6 en Ginebra, Suiza, sede de la Federación Internacional. 

Con Bodiroga estará también el CEO de la competencia, Marshall Glikman. No hay que ser demasiado astuto para saber que el tema central de la reunión será ver si se pueden dar pasos hacia adelante para ponerse de acuerdo en un calendario que permita que todos los jugadores de la Euroliga estén habilitados para jugar las Ventanas, que FIBA ha implementado en el 2017 como su nuevo sistema de clasificación a los distintos torneos. 

Para FIBA, las Ventanas han sido su mayor apuesta en décadas para dejar de ser espectador en el negocio mundial del básquetbol, que ha quedado reducido a los torneos nacionales o regionales, como el caso de la Euroliga. Queriendo meter su pie en ese negocio fue que terminó peleándose con su dirigencia, cuando hasta el 2016 la relación era muy buena, al punto que el Real Madrid jugó la Intercontinental 2015 en Brasil como campeón de Europa. 

Con Jordi Bertomeu al frente de la Euroliga, no hubo muchas chances de acuerdo, pero ahora que el español fue desplazado, se espera que Bodiroga pueda sentarse con Zagklis y encontrar algún punto en común para ver si hay chances de desandar el camino hacia un calendario que satisfaga a ambas partes. En las últimas Ventanas ha quedado muy expuesto que los reclamos son cada vez mayores, ya que quedarse afuera del Mundial es casi quedarse afuera de los Juegos Olímpicos, y a las potencias de este deporte eso no les agrada nada. 

Croacia ni siquiera pasó de ronda en las Ventanas europeas, Turquía quedó afuera en la última y, justamente, los turcos (cuya aerolínea de bandera, Turkish Airlines, es todavía el main sponsor de la competencia), fueron de los más vehementes en sus reclamos, tras no recibir a Sanli de parte del Barcelona, pese a que podría haber jugado contra Serbia, ya que no había partidos estipulados. 

La realidad es que todo el mundo sabe que conseguir que la NBA pare por las Ventanas es imposible, pero no así la Euroliga, lo que sumaría un montón de jugadores y talento al plan de FIBA para que su producto se expanda y venda todo el año. Los de afuera, los más interesados, venimos viendo esta pelea como una lucha de intereses y poderes y estamos esperando que alguien finalmente tenga vocación de acuerdo. Quizá este martes se logre el primer paso.