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Jamal Murray está hecho para los playoffs y lo ha demostrado una vez más contra un durísimo rival como los Phoenix Suns. El canadiense de los Nuggets no se achica, se agiganta, en está instancia del año. Ante el equipo de Kevin Durant y compañía, anotó unos sorprendentes 34 puntos, además de 9 asistencias, 5 rebotes y 2 robos de balón, sin dudas la figura de la victoria por 125 – 107 de Denver. 

La relación especial de Jamal no se puede explicar solo en un partido. Su vínculo especial con la parte más adrenalínica de la NBA floreció en un momento inusual. En los playoffs de la burbuja de Orlando en 2020, Jamal promedió 26,5 puntos, 4,8 rebotes y 6,6 asistencias por partido con un 50,5% de tiros de campo, un 45,3% de tres puntos y un 89,7% desde la línea de tiros libres. Así empujó a Denver a salir de dos series adversas con séptimos partidos incluidos, primero ante Jazz y luego con Clippers. Una actuación magnifica que los colocó en las Finales de Conferencia de aquel año, donde finalmente cayeron con los Lakers que terminaron campeonando. 

Sin dudas Jamal juega distinto en playoffs que, en fase regular, arriesga más, se integra más, es más y sus números así lo demuestran. Murray en temporada regular promedia 16,9 puntos, 4,2 asistencias y 3,7 rebotes. Esas estadísticas se elevan tremendamente en postemporada, con 24,9 puntos, 6,0 asistencias y 4,8 rebotes. Un jugador hecho para la presión.