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Con el cierre de temporada que se avecina, los rumores empiezan a tejarse uno tras otro para este verano que será más acorde a lo que está acostumbrada la NBA con el descanso necesario para que los jugadores recarguen energías y elijan con claridad que quieren para su futuro. Damian Lillard es sabido que es una de las superestrellas que tiene la NBA más fieles a su franquicia (Damian Lillard, el último fiel de la NBA moderna), a pesar de no haber estado nunca cerca de alcanzar un anillo, todavía no ha sucumbido a ninguna oferta de formar un súper equipo de los que se ven hoy en día.

Pero en las últimas horas ha corrido el rumor que su manera de jugar, su forma de enfrentarse a los rivales y hasta en ciertos casos su arrogancia en los triunfos con tiros ganadores de su autoría, New York Knicks sería la franquicia ideal para será la caja de resonancia que le está faltando a la carrera de Damian Lillard.

Ante estos dimes y diretes, los Knicks están agazapados a ir por él si reciben una señal del oriundo de Oakland de querer salir de Portland o si mismo la franquicia de Oregón hace un guiño de querer traspasar a su estrella de 30 años pensando en una nueva reconstrucción. Sin embargo para los de Nueva York no será fácil la empresa si se da, porque después de esta gran temporada que están teniendo la intención en no deshacerse de sus jugadores importantes como pueden ser Julius Randle o RJ Barret o mismo su última selección en el Draft Obi Toppin.

En busca de Lillard, la gran manzana intentará otorgar picks de primera ronda, algo bien difícil de aceptar para Portland, pero todo tendrá que ver con la intención que tendrá Lillard de cambiar algo que en sus nueve años de carreras nunca esbozó.