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Cuando se habla de finales de Liga Nacional hay tres o cuatro nombres que se imponen por sobre el resto y aquellos que más ganaron, también son los que más jugaron. Córdoba es la provincia que a través de la grandes gestas de Atenas es quien pone a los cinco primeros de la lista, aunque que para el líder Leo Gutiérrez el griego no tuvo la exclusividad de tenerlo disputando series definitivas.

Leonardo Gutiérrez, el hombre perteneciente a la generación dorada es quien está a tope de la lista con 64 partidos finales, distribuidos en 11 series, habiendo superado a Marcelo Milanesio en la su última final disputada y ganada con Peñarol en la temporada 2013/14. Por su parte el base de Atenas tiene 59 partidos finales disputados, diseminados en doce series y ostentaba ese record desde el 2001/02, año en el que Atenas se consagraba campeón y Milanesio le decía adiós a su carrera como jugador.

Diego Osella (52), Héctor Pichi Campana (46) y Bruno Lábaque (46) son los tres apellidos que complementan el top cinco de más finales disputadas. El Pichi se quedó con siete títulos de sus nueve finales jugadas, en tanto que Diego Osella, quien es además el que más partido de liga disputó, tiene seis anillos sobre diez definiciones y el hoy manager de Atenas, Lábaque, se quedó con cinco títulos sobre ocho series.

De los jugadores que aún no están retirados el que más jugó finales fue Martín Leiva con 44 en el sexto puesto, séptimo está Marcos Mata con 43 y cierra el top diez Alejandro Reinick con 30. El Penka Aguirre podrá ascender entre los diez primeros disputando al menos tres de los juegos de las finales ante Quimsa.

“Las finales se ganan” dice la frase popular, pero antes también hay que jugarlas y estos apellidos saben de eso, por eso que la cita definitoria tiene ese sabor especial para cada protagonista.