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Bradley Beal es una de las figuras de esta temporada, su poder de anotación está siendo imparable pero los Wizards están de capa caída y solo han conseguido tres victorias en catorce presentaciones muy poco para intentar estar en la pelea por llegar a la post temporada. En la noche del miércoles el goleador de la liga se despachó con 47 puntos en una nueva derrota esta vez ante los Pelicans, un equipo que está lejos de ser contendiente en el Oeste.

En su mejor año anotador con 34.7 puntos por juego, Bradley Beal esperaba otra prestación del equipo junto con Russell Westbrook. A pesar de que ambos dieron la talla con sus números a los Wizards se les escaparon  seis de los primeros siete juegos por diferencias menor a los diez puntos lo que minó la confianza de los dirigidos por Scott Skiles.

Ahora, las últimas cuatro derrotas fueron más abultadas y la ausencia por lesión de Westbrook activó aún más la frustración del escolta. Tras el duelo ante New Orleans, en conferencia de prensa, disimuló un poco ese estado y disipó las dudas sobre los rumores o sus ganas de salir del equipo: "Es duro. Queremos ganar, yo quiero ganar. Por eso me quedé. Quiero ganar aquí, en Washington, creo que este es el lugar donde puedo hacerlo”.

En una señal de querer seguir con el equipo, Beal intenta despertar a sus compañeros, aunque la soga no será eterna. Seguramente que si no consigue cambiar el rumbo la presión por querer salir a un equipo que se preste a jugar los playoffs puede ser muy factible y desde ya que es una ficha apetecible para varios, aunque que el que lo quiera deberá entregar mucho a cambio.