Especiales

De pensar en dejar el básquet a romperla, la historia de Nicolás Laprovittola

20:00 23/01/2022 | Fue figura de la Liga Nacional, decidió dar el salto a Brasil, llegó a la NBA y pasó por duros momentos. Luchó y siempre siguió. Hoy sonríe en Barcelona.

Laprovittola ante Real Madrid (Foto: @LaTortuneta)

“A veces la gente no ve, o se queda con las cosas malas, y hay mucho trabajo por detrás. Una de las cosas que tenemos los argentinos es no bajar los brazos, pelear. Vinimos hasta acá para conquistar todo lo que podamos. Hubo muchos cambios, tuve una carrera bastante loca y lo hice todo por mi cuenta, nadie me regaló nada”

La trayectoria de Nicolás Laprovittola tuvo, literalmente, de todo. Luchó en cada equipo y en cada lugar del mundo por un espacio. Soportó críticas, desechó diferentes adversidades y siempre salió bien parado de ellas, como un gato al saltar desde el techo de una casa.

Paciencia, herramientas diversas y un talento que no conoce de fronteras fueron sus credenciales de siempre, esas que aparecieron un 31 de enero de 1990 en Morón, Argentina. Hijo de Juan Carlos Laprovittola y Margarita Stolbizer, el armador del Barcelona conoció rápidamente la naranja y jamás la soltó, a pesar de que tendría un momento de duda en el futuro.

Sus primeros pasos en el básquet fueron en Deportivo Morón, un club cercano a Castelar, a los seis años. No era el más apto físicamente y tampoco se destacaba por su velocidad, pero tenía una calidad que hasta por la radio podía verse. Esto le valió ser reclutado por Lanús y a los 17 dio el salto en busca de una oportunidad en el profesionalismo.

En ese 2017 el base dio sus primeros pasos en el Granate y se dio el lujo de ascender a la Liga Nacional rápidamente, teniendo una participación considerable en la segunda máxima categoría del básquet argentino.

Desde esa inicial alegría no pasaría mucho tiempo hasta que todo el país comenzara a notarlo. En la 2008/09 debutó en el primer nivel y paulatinamente fue incrementando sus promedios, pasando de los 5,9 puntos en esa campaña a los 10,5 en la 2012/13 y demostrando que el torneo empezaba a quedarle chico, tal y como le había pasado a Facundo Campazzo, con quien deleitó a los fanáticos a partir de duelos incesantes y de alta jerarquía individual.

El cordobés se quedó una campaña más en la Liga Nacional. Nicolás decidió dar su primer salto al exterior luego de no haber logrado quedar en el plantel definitivo que compitió en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y llegó al poderoso Flamengo.

Ahí, como en Argentina, su presencia no sería para nada testimonial. Campeón de la Liga de las Américas y el Mundial de Clubes en 2014, se hizo dueño de los hilos del equipo carioca y promedió 12,8 y 12,1 puntos entre la 2014/15 y 2015/16.
Era hora de un nuevo desafío.

Europa, el destino.

Seis meses duró en el BC Lietuvos Rytas. 22 partidos en total. La experiencia no fue la pensada, aunque luego llegaría el Estudiantes de Madrid a rescatarlo y en suelo español dejó en claro que podía luchar en el Viejo Continente.

Esto le valió una convocatoria al seleccionado argentino y con Campazzo compartió la base en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El universo, sin embargo, le tenía preparado un regalo especial. Un presente que ni siquiera Nico esperaba.

"Estoy cumpliendo el sueño de todo chico que creció mirando a nuestro ídolo máximo Manu! Y ojalá nunca despierte". Nicolás no caía y, luego de haber sido fichado para los Spurs en la pretemporada, quedaría confirmado para el equipo que arrancaría la 2016/17.

Fueron apenas 18 los partidos que disputó con San Antonio. Del cielo al infierno en cuestión de semanas.

Lapro llegó al equipo de Popovich como agente libre después de su gran paso por Europa y una actuación muy buena en Río 2016. El base promedió 3.3 puntos (42.6% de campo con 37% en triples), 0.6 rebotes y 1.6 asistencias en 9.7 minutos por partido, pero la franquicia priorizó otros jugadores y decidió cortarlo luego de ese lapso.

Gregg fue quien personalmente le comunicó su salida, con una gran anécdota que guardará para siempre y la recordó en Infobae: “Me estaba diciendo Nico, se acabó. Y al mismo tiempo me quería abrazar. Yo lo abracé porque es Popovich, pero lo hice como alguien que está siendo echado. Ahí él me dijo: no, Nico. Abrazame un poco más. Cuando me lo pidió de esa manera dije que estaba bien y lo abracé. Él también me respetó mucho cuando estuve en San Antonio. Es una persona muy influyente”.

El infierno empezó a presentarse. Tras ser cortado por los texanos se fue al Baskonia en enero del 2017 y no logró establecerse, por lo que a mitad de ese año volvió a moverse y partió hacia tierras salvajes.

Zenit lo recibió y tampoco pudo conseguir volver a su nivel de siempre. “Había perdido el disfrute por el juego, por la profesión, un poco por todo. Especialmente en Rusia. Yo creía en lo que podía hacer, pero al menos de la forma que soy yo. Me cuesta cuando no me dejan crear, cuando no me dejan jugar libremente y buscan encajarme en un rol. Me frustraba eso. Y ahí fui perdiendo confianza, dejé de competir y el entrenador empezó a dejar de contar conmigo. Se fue haciendo todo una bola y llegó un punto en que no pude disfrutar casi de nada”, recordó el base en Clarín.

Como ante cada situación adversa, Laprovittola hizo una pausa, buscó ayuda profesional y trabajó mentalmente para volver a ser él.

En España encontró esa chance y Joventut Badalona apostó por él. Respondió peleando con uñas y dientes, haciéndose cargo del equipo como en sus tiempos en Lanús y haciendo disfrutar a todos los fanáticos del Verdinegro en cada ocasión.

¡MVP de la acb en 2019! ¡MVP! Quien lo hubiera pensado…

17,5 puntos y 6,4 asistencias en 30,8 minutos. Nadie logró detenerlo en aquella campaña, que le permitió otra oportunidad aún más grande en la Euroliga para la temporada siguiente.

Real Madrid tocó su puerta y lo fichó para convertirlo en el tercer argentino en la Casa Blanca en ese momento, junto a Campazzo y Gabriel Deck.

5,5 tantos en la 2019/20 y 7,6 en la 2020/21, su rol no fue el mismo que en Badalona y las oportunidades tampoco.

Pese a ello, Nicolás aprendió de las adversidades y siguió esforzándose, al mismo tiempo que se convirtió en uno de los jugadores más importantes de Argentina en el Mundial de China 2019, cuando los de Sergio Hernández se quedaron con la medalla de plata después de perder en la final contra España.

Pablo Laso no consiguió adaptarlo de acuerdo a sus fortalezas y debilidades. Sí Sarunas Jasikevicius y un Barcelona al que llegó esta temporada.

Poco a poco el argentino fue otra vez aclimatándose y en base a buenos rendimientos defensivos se ganó un lugar en el plantel.

Luego se lesionó Nick Calathes, el base titular, y Laprovittola dio un paso al frente. En la actualidad es uno de los basquetbolistas más importantes del plantel y el jugador argentino de mejor y más regular presente en el plano internacional.

“El otro día no me ví muy bien, pero hay que ser autocrítico, saber dónde estás y dónde tenés los pies. Contamos con tres grandes bases, Rokas está haciendo partidos fenomenales y con la baja de Nick Calathes sabía que tenía que dar un paso adelante. Lo dí a mi manera, no me escondí en ningún momento y con aciertos y errores las cosas van saliendo”, dijo el de Morón después del triunfo ante Real Madrid.

Y de qué manera todo se va acomodando para un jugador que estuvo a punto de abandonar su querida disciplina. Lecciones por doquier para el resto. Autocrítica, aprendizaje, rodearse de gente apta y actuar en consecuencia sin miedo al éxito.

En su vida una enseñanza. No importa qué tan bajo te encuentres, solo vale qué tanto pelees para volver a ser feliz. Siempre hay una salida, jamás pienses que no existe una. Jamás. Vos podés con todo.

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

Compartir