Internacional

Ysmael Romero y su cruel relación con Cuba

16:22 07/10/2021 | El cubano podrá jugar para la selección de Puerto Rico, pero sufrió mucho para llegar a este momento.

Ysmael Romero podrá jugar con Puerto Rico (Foto: @jaydesignpr).

Ayer se confirmó que Puerto Rico podrá utilizar al interno cubano Ysmael Romero para su seleccionado. El ex Quimsa de Santiago del Estero, de esta forma, podrá disputar partidos internacionales de selecciones luego de que hace nueve años disputara un solo juego con Cuba en el Centrobasket 2012.

Como muchos otros cubanos que quieren cumplir su sueño de ser profesionales y trascender en el básquet, Ysmael Romero debió dejar algo más que su sacrificio en entrenamiento. Es que, la noche del 19 de junio de 2012, el jugador decidió dejar la selección de Cuba junto a otros cuatro compañeros (Yudniel Pérez, Leonel Batista, Enrique Ramos y Juan Pablo Piñeiro) durante el Centrobasket disputado en San Juan de Puerto Rico.

En ese país se quedó el interno y debió esperar ocho años para volver a ver a su familia en la misma Cuba. "Realmente han sido años bien duros. Me he perdido la crianza inicial de mi hija. Eso me ha dolido bastante. No haber estado ese primer día de escuela. Esos primeros días de ella hablando. Yo la dejé cuando tenía apenas un añito y medio" contaba en el diario El Nuevo Día. Ese sueño de volver a ver a su familia se cumplió en 2020, cuando terminó su sanción: “Hoy puedo abrazarlas y sentir que todo está bien” expresó en su momento el jugador.

El jugador fue víctima de las leyes cubanas, que impiden volver a la isla a los deportistas si abandonan las delegaciones en otros países. “Fue una decisión más profesional que otra cosa. En Cuba no tuvimos ningún problema, simplemente como ambición queríamos ser algo más grandes y llegar a ser profesionales, entonces tomamos esta decisión fuera de la política, fuera de la relación con Cuba” comentó Romero en Reloj de 24.

En una charla con FIBA, comentó sobre esos primeros momentos: “Fue una determinación que tomé solo. Salí del hotel y a partir de ahí me ayudaron personas que conocen la historia de los cubanos que toman estas decisiones. Me vincularon rápido con universidades y con programas deportivos en Puerto Rico para comenzar a transitar el camino que deseaba”. Luego agregó sobre sus primeros años allá: “Fueron tres años de espera, en los que estudié y me preparé. Tuve una gran experiencia a nivel colegial, en la que gané un campeonato con la Universidad de Turao y con la que me di a conocer en Puerto Rico. Luego, tras un paso por la G-League, me llegó la chance de un contrato con los Atléticos de San Germán”.

Al quedarse en Puerto Rico comenzó a mostrar sus atributos y a vivir del básquet, y se ganó el cariño de todos los puertorriqueños. Luego de destacarse en varios equipos de ese país y de haber tenido pasos por Estados Unidos, México y en Quimsa de Argentina, la Federación de Puerto Rico comenzó los trámites para nacionalizar al interno y lograr que jugara por su selección.

Finalmente, y luego de nueve años de residencia, y que FIBA diera el visto bueno, Romero podrá jugar para Puerto Rico en el futuro. “Yo llegué a Puerto Rico con un sueño y tenía que jugar por ese sueño. Quería jugar profesional, darme a conocer y estar en la posición en la que estoy hoy. Pienso que ese sueño se realizó y tengo que agradecer a la gente de Puerto Rico por abrirme sus puertas” había comentado en El Vocero de Puerto Rico.

Ahora, con esta posibilidad que se le abrió, Romero expresó en un comunicado de prensa: “Estoy extremadamente agradecido con Puerto Rico y tan emocionado con esta noticia que no tengo palabras para describirlo. Desde el día uno me abrieron las puertas para seguirme desarrollando como persona y como jugador, que esta será una gran oportunidad para demostrar mi amor por la Isla”.

Además, Carlos Arroyo, Gerente General de la selección, comentó: “Tenemos grandes expectativas con él y esperamos que el mismo impacto que ha tenido en Bayamón sea el mismo y más con nuestra Selección”.

Una década de lucha para Ysmael Romero, que ya logró volver a ver a su familia y ahora podrá representar al país que lo cobijó y lo hizo sentir que era su segunda casa.

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