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El equipo argentino cayó anoche frente a República Dominicana por 80 a 69 en un juego que, si bien tuvo algunas chances de llevárselo, casi todo el tiempo fue cuesta arriba y corrió de atrás. En este contexto, algunos problemas estuvieron en la ofensiva, que no fue fluida y no encontró espacios, en buena parte también por la gran tarea defensiva de los dirigidos por el Che García.

Si bien hubo 18 asistencias para 25 conversiones de campo, Argentina no estuvo cómodo en casi ningún momento. Solo basta con mirar que solo se dieron dos robos y el equipo no anotó de contragolpe, generando solo 6 unidades tras pérdida del rival. En este contexto, los locales terminaron con 26 tras pérdida, 17 de contragolpe y 13 robos de balón.

Allí, Pablo Prigioni no escapó a la autocrítica y explicó que “está claro que debemos revisar nuestra ofensiva, la búsqueda de espacios e identificación de ventajas, y eso haremos en estos próximos días. Pero este fue el primer juego de esta ventana, luego de una preparación muy corta, entonces esperábamos tener algunas dificultades ofensivas. Más allá de la derrota, el partido nos vendrá bien para lo que viene, y nos enfocaremos en eso”.

El otro punto a prestar atención es la efectividad de tres puntos, algo que ha sido recurrente en todas las Eliminatorias. Aquí fue un magro 4/22, para un 18% en el que ningún jugador anotó más de uno de larga distancia. “Fue mérito de Dominicana, de aplicar una defensa pegajosa, de no darnos espacios, y sumado a eso nuestra falta de fluidez ofensiva para generarnos tiros abiertos. Creo que ha sido una combinación de ambos factores, y esperemos poder mejorarlo en el próximo juego” dijo el entrenador argentino.

En línea con esto, Argentina en este duelo careció de un anotador secundario. Nicolás Brussino se hizo cargo de su rol de figura de este equipo ante la ausencia de Gabriel Deck, Facu Campazzo y Nico Laprovittola y tomó responsabilidades. Pero en todo el juego se hizo imprescindible su presencia dados los baches ofensivos, donde solo Lucio Redivo tomó la lanza y anotó 10 puntos en el último cuarto.

No es un juego para volverse locos, es un partido para prestar atención a estos errores y saber que es todo trabajable de cara al juego ante Bahamas y el cierre de las Eliminatorias en febrero, con duelos duros de local frente a Dominicana y Canadá, que llegará ya clasificado.