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Rob Pelinka ha entrado en el mundo de la NBA por ser el agente de Kobe Bryant, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Sin embargo, es probable que sus mayor lo impacto lo haya tenido en los últimos tiempos como gerente general de Los Ángeles Lakers, cargo que ocupa desde 2017. En este mercado, ha demostrado por qué es uno de los ejecutivos más determinantes que tiene la competencia.

El empresario fue, junto con Magic Johnson, uno de los responsables de la llegada de LeBron James a la franquicia en 2018. Desde ese entonces, no ha hecho más que mejorar el plantel de una institución que buscaba volver a ganar el campeonato. Tras la salida de Magic en 2019, ideó el traspaso del núcleo joven (Brandon Ingram, Lonzo Ball, Josh Hart y el cuarto pick del Draft 2019) para conseguir a Anthony Davis. Eso, sumado a la adquisición de figuras veteranas como Rajon Rondo, Dwight Howard y Markieff Morris terminó de consolidar el equipo campeón de 2020.

Ahora, ante la partida del base y del pivote a Atlanta Hawks y Philadelphia 76ers, Pelinka volvió a moverse para evolucionar: renovó a Morris y a Kentavious Caldwell-Pope, traspasó a JaVale McGee y con esa negociación le hizo espacio a Marc Gasol, una pieza fundamental para el conjunto de Toronto Raptors que se llevó el título en 2019 y alguien que puede ser vital en el bloque defensivo de los Lakers. Previamente, se llevó a dos de los mejores sexto-hombre de la 2019/20: Dennis Schroder a cambio de Danny Green y el pick 28 del Draft 2020 y Montrezl Harrell como agente libre, una llegada que también debilitó a los Clippers.

Entre tantos nombres, hay uno que tal vez pase desapercibido pero que es un refuerzo de lujo: Wesley Matthews, el alero que pasó la última campaña en Milwaukee Bucks y que es uno de los mejores 3&D (especialista defensivo con buenos porcentajes desde el triple) que tiene la competición. De esta manera, la plantilla encontró una mejora en el rol que anteriormente había cumplido Green y Los Ángeles está listo para defender el Larry O'Brien.