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Jason Preston, el periodista deportivo que llegó a la NBA

08:18 07/08/2021 | En la secundaria jugaba en un equipo C. Soñaba con ser reportero. Un torneo y un tuit lo cambiaron todo. Los Clippers lo adquirieron en el Draft.

George, Preston y Leonard (Foto: Clutchpoints)

“Va a la escuela secundaria. Tienen cuatro equipos. El A es el mejor de ellos, el B es básicamente los chicos jugando por divertirse. Va al C, lo hace bien. Lo trasladan al B, sigue de la misma forma. Lo empujan para el A. Pero regresa al C, logra un triple doble... Diseña su propio mixtape. Pone el video en Twitter. Consiguió una oferta de Ohio y Longwood ".

La cámara lo enfoca. Está en el March Madness de la NCAA y quizás ni siquiera él entienda cómo llegó hasta ese momento. No es una película y para comprender la historia hay que viajar a su pasado, ese que nació en el caluroso suelo de Orlando, Florida.

Llegó al mundo hace 21 años, un 10 de agosto de 1999, y de pequeño ya conoció la adversidad en su vida. Su mamá le inculcó ser fanático de los Pistons y cuando todos hablaban del Magic entre las playas del lugar, Jason emulaba a Chauncey Billups, la máxima estrella de ese entonces en la Ciudad del Motor.

Preston y su madre, Judith, eran muy cercanos. Lamentablemente, ella murió de cáncer de pulmón cuando él tenía solo 16 años y el joven de voz suave vio cómo su universo se derrumbaba en cuestión de segundos.

Trató de sobrellevar el trauma con su amor por el básquet, pero siendo un escolta de apenas 1,82 no tenía demasiado futuro en la disciplina, y promedió dos puntos por partido jugando para Boone High School. De hecho, anotó apenas 52 tantos en total esa temporada...

Sin sondeos universitarios, Preston y sus opciones al terminar la secundaria eran completamente acotadas. Nadie lo conocía, aunque él sabía que no podía quedarse de manos cruzadas e ideó un plan con la misma inteligencia que demostró siempre en el rectángulo de juego. El periodismo fue su salvación.

Durante su tercer año de secundaria, una vez que cumplió 17 (en agosto de 2016) el sitio web FanSided Piston Powered le permitió unirse como escritor, donde estuvo durante aproximadamente seis meses escribiendo noticias de última hora, análisis y cobertura de partidos.

Quería quedarse alrededor del trabajo y se inscribió en Central Florida University. Soñaba con convertirse en periodista deportivo y parecía haber dejado al básquet de lado, al menos como competidor con el balón de forma oficial.

Pero ese verano, un amigo le pidió que ocupara un lugar durante un torneo de la AAU en el último minuto. Preston estuvo de acuerdo... y desde ese certamen pocos se olvidaron de su nombre.

El motivo reside en que todos los integrantes del equipo tenían obligatoriamente mucho tiempo en cancha por la poca amplitud de la plantilla y Preston consiguió la oportunidad de demostrar lo que podía hacer con la pelota, algo que no había logrado en sus conjuntos de secundaria.

Entonces, decidió suspender la universidad y asistir a la Believe Preparatory Academy en Tennessee, que tenía cinco equipos diferentes, no tres como en William Bone.

Preston pasó a medir 1,94 y sus notables presentaciones provocaron que se genere un poco de interés de algunas universidades. No obstante, no llegaba al punto de que alguna institución se maraville tanto y le ofrezca una beca deportiva.

Al final de la temporada, durante un viaje en colectivo de ocho horas, Preston les pidió a sus entrenadores del plantel todos los mixtape de videos de los partidos que tenían de él, grabó sus propios clips con su teléfono móvil y se lo envió a un amigo para que creara la mezcla.

La magia estaba hecha.

Lo mejor de lo mejor fue lanzado en Twitter y al fin el bueno de Jason logró ser detectado por alguien considerable e importante. Will Ryan, un asistente en Ohio, lo vio y quedó fascinado.

Terminó siendo reclutado por la universidad y paulatinamente fue incrementando su rendimiento para convertirse en una cosa seria. De promediar 6,0 puntos, 3,6 rebotes y 3,4 asistencias en su primer año a 16,8, 6,4 y 7,4 respectivamente como sophmore, cada día que pasaba era aún más importante y su luz brillaba como la de un faro en la costa.

El 27 de noviembre del año Preston logró 31 puntos, ocho asistencias y seis rebotes en una derrota 75-77 ante Illinois, que era el octavo clasificado, y su historia atrajo la atención de todo el país.

El 23 de enero de este año registró su segundo triple-doble, con 11 puntos, 11 asistencias y diez rebotes, y fue nombrado jugador más valioso del Torneo MAC después de llevar a Ohio al título.

Luego, como junior bajó un poco sus medias (15,7 tantos, 7.3 rebotes y 7,3 entregas por juego), pero su equipo compitió en el March Madness y el se despidió ganando los honores del Primer Equipo All-MAC, y siendo uno de los prospectos a presentarse al Draft de la NBA.

De decantarse al periodismo deportivo a una chance por competir contra los mejores de Estados Unidos y todo el mundo en una de las más importantes ligas del universo, ni siquiera una película se hubiera escrito de forma más atrapante y emocionante.

Faltaba la mejor parte y cuando muchos dormían Orlando (digan que las casualidades no existen) lo seleccionó en el pick 33 de la segunda ronda, para luego los Clippers hacerse con sus servicios.

Irreal por donde se lo mire, hasta él se pellizcaba para ver si también se había quedado soñando tras los primeros elegidos del sorteo.

El dolor era real y la emoción que destiló después, la materialidad de un chico que jamás pensó en lo que consiguió. Las redes sociales fueron su vehículo y Twitter la nafta que lo transportó a la élite del deporte que para siempre lo enamoró. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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