Por lo general, el premio al máximo anotador de la temporada se va dilucidando a lo largo de los 82 partidos que juega la NBA en la primera parte de la competencia. En tantos encuentros disputados es muy difícil que dos jugadores lleguen a la última jornada con chances, pero eso sucedió hace 43 años. Y el resultado fue brutal.
George Gervin y David Thompson llegaron al último día de la Temporada 1977/78 con solo 15 puntos de diferencia en lo más alto de la table de posiciones a favor del jugador de San Antonio Spurs y el 9 de abril se midieron, en canchas diferentes, en un mano a mano por quedarse con el galardón.
El primero en jugar fue Thompson, el de los Nuggets, y respondió de inmediato con 32 puntos en el primer cuarto y marcó la cancha. Pese a ese récord que logró no se enfrió en todo el partdo y anotó 73 al finalizar el encuentro frente a los Pistons para pasar a liderar la contienda por 58 unidades.
Todo pasó a manos de Gervin, que antes del duelo frente a Utah fue consultado sobre esa lucha y al enterarse de la hazaña de su competidor expresó su preocupación. "Dios, oh Dios. Nunca he llegado a esa marca, pero voy a por ella", sentenció el jugador de San Antonio.
Desafortunadamente para Thompson, The Iceman hablaba muy enserio y contestó de arranque: 20 puntos en el primer cuarto y 33 en los doce minutos restantes para alcanzar los 53 de cara al entretiempo. Finalizó con 63 y se quedó con la corona por una diferencia del 0.05 puntos de promedio respecto de su competidor.