Bill Russell y su mayor victoria en la NBA
10:16 18/10/2020 | En octubre de 1966, el legendario jugador se convirtió en el primer entrenador afroamericano en la historia de la liga.
La carrera de Bill Rusell pertenece a ese 1% simbólico de aquellos deportistas que cuentan más triunfos que derrotas: el pivote estuvo trece temporadas en la NBA como jugador profesional y en once de ellas terminó como campeón de la competencia. Aunque probablemente nadie vuelva a repetir semejante logro, su mayor victoria se dio un día como hoy y fue mucho más trascendente que un título: convertirse en el primer entrenador en jefe afroamericano en la historia de la liga.
Ocurrió hace 55 años, durante octubre de 1966. Luego de haber sido la piedra basal del sistema defensivo que le dio a los Boston Celtics nueve campeonatos en diez campañas, el interno tuvo que asumir un rol inédito para un negro en los Estados Unidos. ¿La razón? Red Auerbach, el arquitecto detrás de aquel equipo, había decidido dejar de dirigir. Tenía en claro que su sucesor debía una de las estrellas que le dio tantas alegrías dentro de la cancha, pero el contexto indicaba todo lo contrario a la hora de pensar en Russell: iba a tener que luchar contra una regla no escrita que injustamente le impedía a los afroamericanos ocupar esa posición. Para los poderosos de turno, su lugar era en la pista y lejos de la toma de decisiones.
Sin embargo, el emblemático hombre del habano luchó para que eso suceda. Los registros de la época cuentan que, primero, apuntó a Frank Ramsey, Bob Cousy y Tom Heinshon. Ninguno de ellos aceptó. El presente del 6, todavía en actividad como deportista, lo hizo dudar. Pero, dotado de una inteligencia y de una comprensión poco común en esos tiempos, Auerbach designó a quien creía más capaz para el puesto. Él, a pesar de que jamás recibió el reconocimiento que merecía por su impacto en la franquicia y que sabía que todos estarían esperando un tropezón, aceptó.
"No me ofrecieron el puesto porque soy negro. Me lo dieron porque Red cree que puedo ocuparlo", fueron sus primeras palabras como coach principal de los Celtics. Coach-jugador, porque el buen Bill transitó esos curos en una doble función. Las críticas cayeron indefectiblemente sobre su figura cuando los Philadelphia 76ers y Wilt Chamberlain rompieron la racha de Boston de ocho coronaciones consecutivas. No obstante, Russell sabía lo que era correcto: ir al vestuario, saludar a su eterno rival y continuar con el trabajo. Dos temporadas después, se retiró de la institución con dos anillos más y un récord de 162-83.
El expivote siguió su trayectoria como entrenador en Seattle SuperSonics y Sacramento Kings, hasta alejarse definitivamente de la profesión en 1988. El tiempo ha pasado y, desde ese entonces, los negros han podido hacerse un lugar en los banquillos de las diferentes organizaciones de la NBA. Él fue el primero. Y ese, probablemente, haya sido el triunfo más importante de un personaje que fue vital para el mundo del deporte en todo sentido.
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