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Nate Robinson fue uno de los jugadores más divertidos de la NBA en su época en la liga y uno de los equipos en los que pudo estar fue Oklahoma City Thunder, adonde llegó en febrero de 2011 tras un lapso en Boston Celtics. Lamentablemente, su periplo en la franquicia no fue largo y terminó disputando un puñado de partidos. Así y todo, el pequeño base hizo sentir su presencia ante sus compañeros.  

Kevin Durant lo recordó cuando estuvo de invitado en Knuckleheads, el podcast de Quentin Richardson y Darius Miles. "Me acuerdo una vez que James (Harden) se enojó muchísimo. Teníamos a Nate Robinson en el equipo. James y Eric Maynor solían jugar siempre. Así que un día estábamos practicando y nos preguntamos dónde estaba Nate", comentó el actual alero de Brooklyn Nets. 

"Nate agarró el auto de James, lo movió a la vuelta de la esquina y lo estacionó en un lavadero de autos. No se lo dijo a nadie. Simplemente lo estacionó ahí, se subió al capó y se tomó algunas fotos”, siguió Durant. Luego, cuando todos ingresaron a las duchas, el base seguía sin dar la cara: "Entramos en el vestuario y James dijo: '¿Dónde están mis llaves?' Estaba re caliente, listo para pelear contra Nate. Enojado”. 

Sin embargo, ese chiste sirvió para afianzar la química del grupo: "Esa fue la primera vez que nos metimos en algo como equipo, cuando Nate llegó a Oklahoma. Fue muy gracioso y entiendo por qué James estaba enojado".  

Y por eso era tan querido Robinson, no solo por su aporte dentro de la cancha, sino por lo que hacía fuera de ella. Rompía el hielo, unía personalidades heterogéneas y era un buen activo en el vestuario. Siempre son necesarios esos jugadores. Siempre.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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