De dirigir en Inglaterra a campeón NBA, la gran historia de Nick Nurse
21:53 04/07/2020 | Se cansó de golpear puertas y llamar a dirigentes para conseguir un hueco en la liga. Nadie luchó como él, La historia de superación de Nick Nurse.
Dirigió en Inglaterra y empezó desde bien abajo. Se cansó de golpear puertas y llamar a dirigentes para conseguir un lugar en la liga. Nadie luchó como él y el tiempo lo puso en el lugar merecido. Esta es la historia de superación de Nick Nurse.
Nick Nurse nació en Carroll, Iowa, una ciudad de 10.000 habitantes a un par de horas en auto al oeste de Des Moines. Su madre, Marcella, era maestra. Su padre, Maury, quien falleció en 2015, trabajó para el Servicio Postal de Estados Unidos.
Su progenitor también era entrenador de básquet. Además, fue presidente del programa de las pequeñas ligas de su ciudad por muchos años. Desde pequeño le inyectaron la adicción a la pelota naranja, la cual se convirtió en su pasión rápidamente. La pareja tuvo nueve hijos: tres niñas y seis niños. Nick, que nació en 1967, 14 años después de su hermano mayor, Jim, era el más pequeño. Como siempre pasa, era el mimado de la casa y sus hermanos mayores le decían el pequeño furgón de cola para burlarse.
Nick no era el más atlético, ni el más fuerte, pero el deporte le era natural. Según su hermano, era bueno en todo lo que practicaba. El básquet no estaba exento... Dicen que podía lanzar la pelota con una mecánica casi perfecta desde el momento en que aprendió a caminar. La cancha que lo vio nacer estaba en el patio de su casa. Era un aro colgado en un poste. Allí, él y su hermano Steve se sacaban chispas en partidos de uno contra uno.
Durante la secundaria fue el típico chico destacado en todos los deportes. En la escuela católica de Kuemper era el base titular del equipo de básquet, pitcher estrella en la disciplina de béisbol y mariscal de campo en el conjunto de fútbol americano. Lo que podía lo hacía.
Pero su verdadero amor era el fútbol americano. Lamentablemente no tenía un físico imponente para competir en la máxima categoría, por lo que se decantó por el béisbol y aceptó de palabra una oferta de estudio de Iowa University. El básquet ya era algo secundario y quiso dejarlo. Todo cambió cuando en su nuevo hogar organizaron un partido de exhibición en el que se enfrentarían los mejores jugadores de secundaria del estado. El evento se dividió en norte y sur. Nurse era elegido como suplente y adelante de él estaba Ed Conroy, el mejor base de la competencia.
Cambio de rumbo
La noche anterior al enfrentamiento, Conroy se rompió una costilla entrenando. Nurse debió tomar su puesto y salió como titular. El base la rompió de principio a fin y anotó 27 puntos. En la tribuna había muchos reclutadores y Jim Berry, entrenador de Northern Iowa, le ofreció una beca. A Nick no le quedó otra que aceptar la oferta. Se despidió del béisbol y dirigió su atención al básquet. Hasta el día de hoy, admite que su vida podría haber sido completamente diferente si Ed no se hubiera lesionado.
En la universidad Nick se convirtió rápidamente en uno de los mejores. Era un tirador picante, organizaba el juego como pocos y todos lo reconocían como el líder. Sin embargo, su equipo era mediocre y, tras 27 partidos, su entrenador, Berry, fue reemplazado por el veterano Eldon Miller. Junto a Eldon, Nurse se mantuvo al frente del equipo durante el resto de las temporadas. En su última campaña tuvo un quiebre, rompiendo el récord de porcentajes de triples anotados en un sólo año (49.6%). Además, mantuvo una racha de 27 partidos con al menos un triple convertido.
A pesar de todo su calidad no era suficiente para la NBA. Su sueño de llegar a la liga se iba desbaratando. Pero Eldon Miller tenía otros planes y reconocía la pasión y la forma que tenía Nick de estudiar el juego. Por eso le ofreció un puesto de asistente en la temporada 1989/90.
A partir de acá las cosas comienzan a ponerse raras. Nick estaba estudiando para ser contador, pero no estaba para nada interesado en vivir de ello y decidió aceptar el puesto de asistente. Curiosamente, a mitad de temporada le llegó una oferta para ir a jugar a Brasil. Su entrenador le dijo que lo hiciera, por lo que se entrenó ferozmente para volver a jugar. Pasaron dos semanas, luego tres y finalmente cuatro. Su condición física estaba alcanzando niveles magníficos, pero, al mismo, la oferta se evaporaba en el aire. Nadie se había vuelto a contactar con él.
Nick estaba en la mejor forma de su vida y decidió enviar paquetes con su información a varios clubes. Su currículum llegó a los rincones de Alemania, Australia, Japón y un pequeño club en Inglaterra llamado Derby Bucks. Estaba desesperado por jugar.
Como seguía sin respuestas Nick decidió no recorrer el mundo y volver a Iowa City. Su plan era unirse al personal de entrenamiento de la Universidad de Iowa y empezar algún posgrado. La desilusión se apoderaba de su vida. Ya había sufrido como jugador y ahora como entrenador. Justo cuando estaba bajando los brazos sonó el teléfono. Era un dirigente del Derby Storm, un equipo de la liga de Inglaterra, diciendo que había encontrado una carta de Nick preguntando si había lugar para un jugador o entrenador. "¿Por qué no ambos?", le dijo el europeo.
Vamos por todo
Tres días después, Nurse estaba en un avión a Londres, y dos días después de eso, se encontraba en una neblina de jet-lag jugando en un encuentro de pretemporada contra sus rivales locales de Leicester en la Copa Midlands. Todo esto con apenas 23 años de edad. Una locura.
La falta de personal auxiliar obligó a Nick a realizar tareas dobles y triples como gerente general y scout. Incapaz de darle dinero a los profesionales europeos establecidos, se buscaba reclutar a talentos universitarios que tenían chances de vivir en el extranjero. A él no le importaba. Además, las limitaciones financieras significaban que solo había dos prácticas formales a la semana, los martes y los viernes. Con todo ese tiempo libre, solía ir al Shaftesbury Center, una instalación de ocio junto al campo de fútbol. Allí pagaba para practicar en una vieja cancha.
Nick pasaría una temporada en Derby antes de dedicarse al entrenamiento de tiempo completo. Junto con paradas en Estados Unidos y Bélgica, Nurse recorrió el Reino Unido hasta que abandonó los Brighton Bears, un club en la costa sur de Inglaterra, en 2006.
Creciendo en el proceso
Lejos de conformarse, Nick comenzó a realizar asiduos viajes a Estados Unidos en la temporada 2003/04. También participó en los grandes eventos de Europa, viajó a la Final Four de la Euroliga y entrenó a un equipo en una liga de verano de agentes libres en Treviso, Italia. En alto vuelo, en 2007, llegó la gran oferta: Iowa Energy le había ofrecido el puesto de entrenador para su primera temporada en la antigua D-League.
Su equipo alcanzó rápidamente la senda positiva. Ganó títulos de su división en las siguientes dos temporadas. Tal fue su calidad que le ofrecieron el puesto de entrenador en Iowa State Cyclones de la división I de la NCAA. Luego decidió volver a la G-League, más precisamente a Rio Grande Valley en la 2010/11. Allí hizo historia: fue el entrenador del año y su equipo logró el mejor récord (37-13) y el título.
Lo mismo ocurrió en la 2012/13 en la que su equipo otra vez se hizo con la mayor cantidad de victorias en la regular. En la final barrieron a Santa Cruz Warriors. Su mano como formador también estaba afilada y 23 de sus jugadores habían conseguido lugar en la NBA. Luego de una positiva etapa en la liga de desarrollo era momento de dar otro paso hacia arriba. Raptors golpeó su puerta. Le ofrecía el puesto de asistente. Estaría a cargo del ataque y gradualmente comenzaría a interesarse por el triple como fuente principal de anotación.
Las mejoras en ofensiva ayudaron a Toronto a clasificar a postemporadas en sus últimas cinco campañas. Pero el equipo siempre era barrido... La gota que rebasó el vaso se dio cuando Cleveland y Lebron los barrieron 4-0 en la segunda ronda de playoffs. Luego de la eliminación Dwayne Casey era despedido y la búsqueda del reemplazo del entrenador saliente duró aproximadamente un mes e involucró al menos a siete candidatos serios. Nurse era uno de ellos.
Lo mejor por venir
Era junio de 2018 y Nick estaba en su condominio en el Liberty Village de Toronto. El presidente del equipo y el gerente general lo llamaron por altavoz y no malgastaron el aliento. "Ellos dijeron estamos hablando con el nuevo entrenador de Raptors", recordó el técnico. "Llamé a mi esposa y le dije que no se lo cuente a nadie más. Llegué a la oficina 15 minutos después, y tenía 259 mensajes de texto ", confesaba tiempo atrás Nick, quien era un desconocido para la mayor parte del público. Además, la franquicia estaba dolida, necesitaba un gran cambio.
Llegaron Kawhi Leonard y Danny Green, y luego Marc Gasol. Paulatinamente le dio su forma al equipo y los Raptors crecieron en el momento justo, derrotando a todos en playoffs y quedándose con el título tras vencer a los poderosos Warriors de Curry, Durant y compañía.
El final glorioso
Su historia es única. Nos deja una lección a todos. La del esfuerzo ciego para conseguir los sueños. Golpeando puertas, insistiendo en despachos y molestando a quién sea Así se abrió camino Nick, y el universo lo puso en el lugar indicado. Nadie más que él se lo merece.
Ignacio Miranda/ [email protected]
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