Cuando LeBron James rompió el maleficio
13:53 21/06/2020 | Hace exactamente ocho años, el alero se consagró campeón de la competencia por primera vez en su carrera.
LeBron James debió esperar nueve años para convertirse en campeón de la NBA. Para ese momento, casi nadie dudaba de que el alero era el mejor jugador del mundo y uno de los más talentosos y completos de la historia. Sin embargo, el trofeo Larry O'Brien le era totalmente esquivo. Debió irse de Cleveland a Miami para lograrlo, aunque no fue tan fácil como esperaba. Ocurrió un día como hoy pero de 2012, cuando el Heat venció a Oklahoma City Thunder en las Finales.
Antes de aquel festejo, James había caído en dos series por el título. La primera aconteció en 2007, cuando los San Antonio Spurs barrieron a los Cavaliers y se coronaron. La segunda fue justo un año antes del triunfo ante OKC, cuando Dallas Mavericks sorprendió a todos y derrotó al Heat del Big Three conformado por The King, Chris Bosh y Dwyane Wade. Luego de tanta espera, el momento había llegado: necesitaron sólo cinco partidos para imponerse a un conjunto que tenía como principales figuras a Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden.
LeBron fue la gran estrella de esa llave y lo nombraron MVP Finals gracias a sus promedios de 28,6 puntos, 10,2 rebotes, 7,4 asistencias y 1,6 robos por partido en 44,1 minutos de juego. Al recibir el premio, dejó una frase que marca lo que significó para él alcanzar la gloria en la NBA: "No puedo preocuparme por lo que todo el mundo dice de mí. Soy LeBron James, de Akron, Ohio. De la parte más pobre de la ciudad. Ni siquiera se supone que esté aquí. Eso es suficiente."
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