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En esta década llegó el hombre que lo cambió todo: Pablo Laso. Bajo su mando los merengues mostraron todo su esplendor ofensivo, a partir de talentos como Felipe Reyes, Nikola Mirotic, Rudy Fernández, Luka Doncic, Sergio Llul, Facundo Campazzo, Sergio Rodríguez y Andrés Nocioni, entre otros. Un conjunto que, como dijo Pesic hace unos días, podría competir contra cualquier equipo de la NBA en esta temporada y en las pasadas. 

En los últimos diez años consiguieron cinco Ligas ACB, cinco Copas de España, cinco Supercopas, dos Euroligas y un Mundial de Clubes. Campeonatos que marcaron un antes y un después en el básquet español, en donde ejerce un claro dominio hasta el día de hoy frente al resto de los equipos, y en el cual sólo Barcelona le hace real oposición, al menos por el momento ya que ambos se ubican como punteros en Liga Endesa y Euroliga.

De sus raíces salieron jugadores de la calidad de Mirotic, Fernández, Doncic, entre otros, forjando no sólo una dinastía, sino también una escuela, la cual sigue y sigue sacando proyectos que terminan disputando puestos en las mejores ligas del mundo. Por ejemplo, uno de sus pupilos, Willy Hernangómez creció en Madrid y actualmente se encuentra sumando minutos en la NBA, más precisamente en Charlotte Hornets. 

En la Euroliga no sólo pueden ser medidos por sus campeonatos, ya que no sólo ganaron dos Euroligas, sino que también participaron de múltiples Final Four y año a año son uno de los conjuntos a vencer, siendo amenazantes tanto de locales como de visitantes. 

En el presente la armada argentina se apoderó de los merengues, en un conjunto que Gabriel Deck, Facundo Campazzo y Nicolás Laprovittola están presentes en la plantilla que marcha invicta en el torneo doméstico y en la Euroliga. Al ritmo del cordobés, el equipo de Pablo Laso busca clasificar a playoffs y luego a las instancias finales. Junto con él, Deck se comenzó a ganar el respeto de la prensa y sus rivales hace un buen tiempo y Nicolás cada vez está más firme desde el banco. El futuro, como en los últimos diez años, les vuelve a sonreír. A por la gloria.